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La reforma de las pensiones

Para que el sistema de pensiones se vuelva sostenible es necesario alargar la edad de jubilación a los 70 años y prolongar el período de cálculo a toda la vida laboral.

mitilo dijo el día 12 de Febrero de 2011 a las 00:17:

y porque no esperan a un par de dias antes de que palmemos para darnos la jubilación y asi sé ahorran mas dinero aún (luego nós aplican la eutanasia y ya está) ladrones -estafadores - chupa tintas do carayo-

PIPLASO dijo el día 11 de Febrero de 2011 a las 22:36:

Una capitalización ¿a manos de quién? Uf! si ahora cobramos una miseria y tarde con esta privatización nos lo van a afeitar todo. Qué ilusos, nuestro capital a manos privadas. No tenemos ya bastantes ejemplos en este pais de las monumentales estafas financieras fuera del ámbito gubernamental. Yo prefiero tener de garante a un estado que a una empresa privada, sinceramente no me fió ni un pelo.

PIPLASO dijo el día 11 de Febrero de 2011 a las 22:31:

És evidente que estas opiniones y los que las respaldan deben de tener ya sus añitos y ello no les afectará o bien los bolsillos llenitos que tampoco les afectará.
Yo creia que saldría algúno con alguna idea más brillante y no la del simple recorte a la plebe que al ser muchos millones da resultados inmediatos. A nadie se la ha ocurrido algo que no afecte a los más pobres. Ah! claro, és los que hacen la leyes ellos no tienen problema.
Pero los iluminados opinionistas son tan simples que incluso da vergüenza contestar. Nos pueden matar y así acabamos con el problema. Ah! no, que si nos matan ¿quien va a trabajar para ellos?
Entre otros muchos terrorismos de la sociedad actual hay uno llamado terrorismo económico, de guante blanco, al que nadie quiere ver y quien lo ve ya no tiene fuerzas para rebatirlo. Qué lástima!

paserifo dijo el día 11 de Febrero de 2011 a las 21:46:

Buen artículo, señor Barea.

Los políticos siempre templando gaitas y echando balones fuera. Es decir, haciendo chapucillas esperando a que los que vengan después se hagan cargo de la situación y solucionen el problema.

Este asunto es un problema equivalente al de la cuadratura del círculo. Quizá por eso se tarde tanto en encontrar la solución. Quizá sea imposible hacer un sistema de pensiones públicas estable. Quizá los humanos estamos condenados a vivir unos a costa de otros hasta que suceda el inevitable hecho biológico. Si eso fuera así ¿no sería la política nada más que una burda charlatanería?

Salud

juancaro dijo el día 11 de Febrero de 2011 a las 21:03:

Creo que el artículo del profesor Barea es rebasado con creces por alguien que, como 'Opina', expone con clarividencia la auténtica situación presente y futura de nuestras pensiones y la única vía posible para acabar con esta estafa piramidal para que al final de nuestra vida laboral pueda quedarnos una pensión digna y acorde a lo contribuido.

Nadie en su sano juicio y mínimamente informado ignora que pasar de nuestro actual sistema a uno de capitalización sea muy complicado y requiera un período de transición largo pero cuanto más tardemos en hacerlo, será más difícil.

Una cuestión que 'Opina' no indica pero que es clave para optar por un sistema de capitalización es que el dinero cotizado es tuyo, de tu viuda y de tus descendientes. Y no como ahora que hay quien se muere antes o poco después de jubilarse y a la viuda, si es que le sobrevive, apenas le queda la mitad y a los hijos nada.

Opina dijo el día 11 de Febrero de 2011 a las 20:39:

No dudo que su análisis sea correcto. Llevo diez años cual Casandra clamando al desierto de sordos que la avalancha inmigratoria no sólo no nos iba a solucionar los problemas derivados del envejecimiento progresivo (pensiones, prestaciones, etc.), sino que lo iba a empeorar notablemente, acelerando su derrumbe, más que nada porque era una inmigración de baja cualificación que sólo iba a tener empleo y esperanza de empleo por un muy corto período de tiempo, para después pasar a engrosar -y probablemente también sus hijos y nietos- en las filas de un enorme ejército de parados y subsidiados permanentes o fijos discontínuos. Para entendernos, no es lo mismo apostar por un modelo productivo para pocos pero muy cualificados y bien pagados trabajadores que hacerlo por un modelo cortoplacista, de pelotazo coyuntural, que requiere de mano de obra más y más barata a la que después lanza a la calle sin más perspectivas.

El análisis que Vd. realiza, bastante más probable que el que se deduce de la reforma aprobada por el Gobierno de común acuerdo con los sindicatos, todavía me convence más de la inviabilidad de un sistema de pensiones como el que rige en España, piramidal, en el que hay que cotizar -y mucho, si sumamos cuota empresa y cuota trabajador- sin saber si cuando toque cobrar la pensión se podrá cobrar algo digno o, dicho de otro modo, si habrá cotizantes para sostenerla. De no estar amparado por el Estado, de ser una mera práctica empresarial, sería constitutivo de delito de estafa. Lo que, en realidad, es, una inmensa estafa.

En los países en los que se ha instalado un sistema de valores y un modo de vida que hacen que sea altamente probable que la tasa de natalidad no sólo no aumente, sino que vaya descendiendo cada vez más, es insostenible un sistema como el nuestro. Así han sabido verlo los suecos o los chilenos. A tiempo. Se impone, pues, una reforma total, de raíz, de modelo, de sistema de pensiones, si no se quiere estafar a una generación tras otra hasta dejar a todos en la miseria u obligarles a trabajar hasta que mueran. Hay que instaurar de una vez por todas un sistema de capitalización. No tiene por qué ser un sistema vulnerable a los desmanes de los especuladores. Puede organizarse con todas las garantías de que no va a ser pasto de desalmados. Pero es inexcusable cambiar a ese sistema de capitalización porque es el único que puede garantizar que cobremos mejores sueldos, decidamos por nosotros mismos hasta dónde queremos ahorrar o no para nuestra jubilación y, lo que es más importante, podamos jubilarnos antes e incluso con más dinero de lo que podremos hacerlo jamás en la actual e inmensa estafa piramidal que nos imponen. Este es un país muy desinformado, muy miedoso cuando se habla de sistemas de pensiones basados en la capitalización del ahorro, muy manipulable por los sindicaleros de turno que, sin embargo, son los primeros en vivir del chollo de planes privados complementarios. Hay que hacer un esfuerzo por explicar a la ciudadanía que sólo es viable un sistema como el sueco o el chileno, que hay que hacerlo ya si queremos reducir el número de estafados que pasarán sus últimos años en la más absoluta de las miserias aun habiendo cotizado durante décadas y cobrado un salario neto ínfimo del que poco quedó para ahorrar. Es cuestión de honradez, de rectitud y de deber para con la verdad dar a conocer esto y promover un clima de opinión que exija el cambio de sistema.



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