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¿Cómo funcionan las posiciones cortas?

Las posiciones cortas son utilizadas cuando los inversores creen que la bolsa va a caer y quieren sacar rentabilidad o protegerse de la volatilidad.

La UE acaba de prohibir las posiciones bajistas en determinados títulos financieros en Francia, España, Italia y Bélgica. ¿Pero cómo funcionan este tipo de posiciones en Bolsa? Los miembros de la red financiera Unience aclaran las principales claves de este mecanismo, tal y como se reproduce a continuación:

Las posiciones cortas o bajistas son utilizadas por los inversores cuando creen que el mercado va a caer y quieren sacar rentabilidad de ello o para proteger su posición cuando ven demasiada volatilidad. 

Para esto, lo que se hace es tomar prestados títulos de una compañía, que tendrá que devolver en un futuro, y venderlos en el mercado como si se tratase de acciones que el inversor tuviera en su cartera. La idea es comprar de nuevo esas acciones cuando los títulos hayan caído hasta los niveles esperados para a continuación devolver esas acciones a la entidad o inversor que nos las prestó. Es lo que se conoce como una venta a crédito.

Vamos a ver su operativa por medio de un ejemplo sencillo. Pensamos que la cotización de la acción "x" va a caer de 10 a 5 euros:

1. Contactamos con un inversor a largo plazo en la compañía, que estaría encantado de alquilarnos las acciones que tiene durante un tiempo a cambio de unos intereses. Le pedimos que nos las preste. 

2. Imaginemos que nos alquila 100 acciones, debiéndolas devolver en un plazo de un mes.

3. Vamos al mercado y vendemos las acciones a su precio actual, 10 euros, obteniendo por la venta unos ingresos de 1.000 euros.

4. El mercado efectivamente empieza a caer y la cotización de la acción se desploma, cayendo hasta los 5 euros.

5. En ese momento, de los 1.000 euros que habíamos obtenido con la venta de los títulos, cogemos 500 euros para comprar las 100 acciones que tenemos que devolver al inversor que nos las prestó.

6. Devolvemos al inversor las 100 acciones que nos prestó y le pagamos el alquiler. Efectivamente, el inversor tiene ahora en sus manos unas acciones que valen la mitad que hace un tiempo, por lo que se podría pensar que la operación le ha salido ruinosa. Pero no es así. El inversor de largo plazo pensaba tener sí o sí sus títulos durante muchos años, con lo que se ha quedado con las mismas 100 acciones que tenía (aunque a otro precio) y lo que se ha ganado es un alquiler.

7. Para quien toma la posición bajista, la ganancia son los 500 euros de más, menos lo que ha pagado por los intereses. Es decir, la diferencia entre el precio al que vende las acciones cuando se las prestan y el precio al que las adquiere para devolvérselas al inversor, menos el alquiler.

A realizar estas operaciones se denomina tomar posiciones cortas. Cuando compramos unas acciones esperando que suba, se llama posiciones largas. No todos los brokers permiten este tipo de operaciones, aunque ya lo hacen la mayoría.

Desde el punto de vista de mercado, los bajistas aportan liquidez al sistema. Cuando uno quiere comprar unas acciones necesita alguien que se las venda. Si hay inversores bajistas habrá más gente a la que poder comprar y vender las acciones.

Además de esta fórmula, existen otros mecanismos a parte de las ventas a crédito para tomar posiciones bajistas:

  • La compra de warrants u opciones Put (y por contrapartida venta de opciones Call).
  • Vendiendo futuros de un activo.
  • Comprar ETFs invertidos, que ganan o pierden al revés de lo que haga el mercado.

Desde 2010, la CNMV exige que le comuniquen toda posición corta sobre cualquier valor cotizado español que supere el 0,2% del capital social (aunque no se darán a conocer al mercado) y hará públicas para todos los ciudadanos las inversiones bajistas que excedan del 0,5% del capital.

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