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Krugman, el curandero

Krugman compara a los que piden una reducción del tamaño del Estado en la economía con los médicos medievales. Pero en esa época también abundaba otra especie, la de los curanderos, que recetaban remedios milagrosos que no surtían efecto.

Erbilyos dijo el día 29 de Septiembre de 2011 a las 18:26:

Me ha sorprendido mucho esa comparación que hace Krugman de los defensores de la contención presupuestaria y de la austeridad fiscal con los médicos que, antaño, recetaban sangrías.

Resulta que hace ya un tiempo que yo mismo recurro a esa comparación, pero no para referirme a los partidarios de la austeridad, la contención y el equilibrio presupuestario, sino para referirme a gente como Krugman. A lo mejor este hombre se piensa que ha tenido una idea original, y se felicita a sí mismo por la ocurrencia. Pues bien, no hace falta ser un premio Nobel para recurrir a esa comparación.

Esto escribí hace un tiempo en Libre Mercado:

«Hace siglos, los médicos no tenían ni idea de medicina y, para cada dolencia, aplicaban casi sistemáticamente sangrías y otras supersticiones por el estilo. Paradójicamente, los pobres tenían más salud que los ricos, porque no se podían permitir un médico. Sin matasanos en su vida, las enfermedades que no eran mortales o crónicas se curaban solas. Por contra, los médicos se encargaban de que las dolencias de los ricos, a menudo, acabaran siendo mortales o crónicas.

Pues bien, con la economía pasa algo parecido. Aún predominan las supersticiones en el imaginario colectivo y entre los políticos. También hay muchos economistas, demasiados, que tienen por costumbre recomendar "sangrías" para las dolencias. Suelen ser bien recibidos. En cambio, al que hace diagnóstico científico y receta antibióticos para una infección bacteriana, lo miran con malos ojos. Eso es cosa del diablo. El diablo "neoliberal".

No por ignorar la ley de la gravedad ésta va a dejar de actuar.»