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Capitalismo serio en versión Kirchner

Si cabe afirmar que no vivimos en un capitalismo, es justo por lo contrario de lo que afirma doña Cristina. El capitalismo descansa sobre la propiedad privada y los contratos voluntarios.

punt dijo el día 22 de Noviembre de 2011 a las 10:15:

[shakhaye] Discrepo de vd: el comentario de gorgojo no debería comenzar con "H" sino con "¿H".

Por lo demás, completamente de acuerdo.

Un saludo.

shakhaye dijo el día 22 de Noviembre de 2011 a las 02:07:

Gorgojo, por favor, no lleves las cosas a límites absurdos. Evidentemente que tiene que haber un Estado, que hará expropiaciones (justas) para hacer carreteras y otras obras públicas. El Sr. Rodriguez Braun intenta explicar que es absurdo decir que estamos en un"anarcocapitalismo", cuando el Estado tiene prácticamente todo el poder sobre la emisión de moneda, sobre las finanzas, sobre la mayoría de las TV, sobre la enseñanza, sobre la Sanidad, sobre las Pensiones y nuestro futuro, sobre......lo que quieras.
Y ahora una nota: me imagino que te habrás olvidado de la "H" que debería iniciar tu artículo

gorgojo dijo el día 21 de Noviembre de 2011 a las 20:31:

A pensado alguna vez el señor Rodriguez Braun como se harian infraestructuras que requieren comprar muchos terrenos de muchos particulares sin un gobierno que expropie?
La teoria del liberalismo esta bien....si no la llevas a la practica construyendo caminos y puentes.
Y sin caminos y puentes...no hay mercados.

Amagi24 dijo el día 21 de Noviembre de 2011 a las 19:53:

Estoy de acuerdo con su valoración de la nefasta intervención de los poderes públicos en Argentina contra los ahorradores en los sucesos previos y posteriores al corralito, pero (después de leer también el suplemento “¡El liberalismo no es pecado! Se lo dicen Braun y Rallo”) me sorprende la afirmación: “una parte de lo que el padre Sardá condena en el liberalismo sería hoy condenado por todos los liberales”; puede que muchos liberales consideren al liberalismo moral o político desligado del económico (en China halagados) pero creo que la decisión final de lo que es pecado (o no) le corresponde a la propia Iglesia Católica. Hay que entender que la intención de Sardá era contrarrestar la influencia que estaban tomando las ideas liberales entre algunos católicos (“de todas las inconsecuencias y antinomias que se encuentran en las gradaciones medias del liberalismo, la más repugnante de todas y la más odiosa es la que pretende nada menos que la unión del liberalismo con el catolicismo”); era un neocatólico y consecuentemente apoyaba la doctrina vaticana contraria al liberalismo (por ejemplo el Syllabus en su sección X, LXXX consideraba un error que “el Romano Pontífice puede y debe reconciliarse y transigir con el progreso, con el liberalismo y con la moderna civilización”). Otro asunto distinto es que entendía por liberalismo; obviamente el autor estaba más interesado en criticar los aspectos contrarios a la “soberanía de Dios” antes que los políticos, económicos, etc. Pero para Sardá el liberalismo comporta un todo: “el liberalismo es uno, es decir, constituye un organismo de errores perfecta y lógicamente encadenados, motivo por el cual se le llama sistema”, “es sistema completo, como el catolicismo, aunque en sentido inverso; tiene, pues, sus artes, ciencias, letras, economía, moral, es decir, un organismo enteramente propio y suyo animado por su espíritu, marcado con su sello y fisonomía”. Así, “quisieran unos el liberalismo aplicado tan sólo a la enseñanza; otros a la economía civil; otros tan sólo a las formas políticas. Sólo los más avanzados predican su natural aplicación a todo y para todo”, “hay liberales que aceptan los principios, pero rehuyen las consecuencias, otros aceptan alguna que otra consecuencia o aplicación que les halaga”, para sentenciar que “el liberalismo es pecado, ya se le considere en el orden de las doctrinas, ya en el orden de los hechos”, “la herejía y las obras hereticales son los peores pecados de todos, y por tanto el liberalismo y los actos liberales son ex genere sue, el mal sobre todo mal”.

Saludos.

Jose2010 dijo el día 21 de Noviembre de 2011 a las 14:38:

@pgonzale ¿conoces la teoría de la elección pública? lo que se interpreta como "fallo del mercado" es en realidad "fallo del gobierno" cuando se analiza con el prisma correcto.
El Estado ha de velar por el cumplimiento de los contratos pero sometido al derecho. No vale robar (reserva fraccionaria legal) y luego echarle la culpa al mercado. Tampoco es estrictamente necesario el Estado para que exista el mercado, pues puede haber en una sociedad anarcocapitalista si respeta sus requisitos.
En economía de mercado o capitalismo el trabajador tiende a ganar lo que aporta al proceso productivo según la teoría, por tanto los sindicatos en este sentido no son necesarios. No hay mejor sindicalismo que el capitalismo.
Y lo que comentas de teorías pseudo-verdaderas tienes razón, pero hay que identificar correctamente cuál es cuál. Las de la Escuela Austríaca de Economía están bastante más refinadas de contradicciones que las que tú utilizas.
La verdad que la Sra. Kirchner haría un gran favor a la Argentina si dedicara unos minutos de su apretada agenda a ver los videos de las clases del profesor Huerta de Soto.

pgonzale dijo el día 21 de Noviembre de 2011 a las 12:22:

El capitalismo descansa también en un Estado que haga cumplir esos contratos "voluntarios" y descansa también en que haya suficiente demanda para que los capitalistas puedan vender lo que producen.

Es decir, el "libre mercado" descansa en el Estado.

Si empezamos a caminar por el sendero de que quizás la función principal del Estado es propiciar o "garantizar" la existencia del mercado, llegamos a que si le "libre mercado", en el sentido restringido utilizado por el Sr. Brown, no funciona, el Estado tiene que intervenir.

Y si no hay demanda porque el "libre mercado" concentra riqueza en los más ricos y la desigualdad en la distribución de la renta aumenta cada vez más, quizás el Estado tiene que tener una función redistribuidora o quizás profundizar en esa redistribución, eso si, para preservar el mercado.

¿Hasta donde tiene que redistribuir el Estado? ¿Quizás es mejor propiciar unos sindicatos fuertes y representativos que mejoren la paga de los trabajadores para tener que redistribuir menos?

A ver cuando los doctores en economía, como el Sr. Broun, dejan de adoctrinarnos con teorías, seudo verdaderas, que perjudican a la mayoría de la gente y favorecen a unos pocos.

davidter dijo el día 21 de Noviembre de 2011 a las 11:44:

Señor Rodríguez Braun: soy un pequeñísimo empresario, y a los políticos sólo les pido una cosa: que nos dejen trabajar tranquilos, que no se acerquen, que no legislen más, que no empozoñen y compliquen todo lo que tocan. Basta de tantas regulaciones, normas, impuestos, tasas y trámites que sólo sirven para justificar la existencia de unos funcionarios y organismos públicos que deberían estar al servicio de los ciudadanos, y no al revés. Nosotros sí que creamos empleo, si nos dejan claro. Un saludo.