La ministra en funciones de Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, al igual que su colega de Cultura, no ha querido despedirse del cargo sin hacer una última contribución al derroche público característico de nuestra casta política.
Su departamento ha tenido a bien distribuir más de 2 millones de euros entre las fundaciones vinculadas a los partidos políticos con representación en las cortes españolas, para que realicen "actividades de formación, consolidación y difusión del sistema democrático".
La organización más beneficiada con estas ayudas públicas ha sido la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), vinculada al Partido Popular, que ha recibido algo más de un millón de euros. A continuación encontramos a la Fundación de Ideas para el Progreso, gestionada por el PSOE, con 975.000 euros, a la que habría que sumar la subvención percibida por la Fundación Rafael Campalans, dependiente del PSC, de más de 122.000 euros.
También las organizaciones de partidos nacionalistas se llevan su parte correspondiente del pastel, como Convergencia Democrática de Cataluña (40.000 euros), la Unión Democrática de Cataluña (12.300 euros), ERC (18.000 euros) y el BNG y su fundación Galiza Sempre, que va a percibir 9.240 euros del bolsillo de todos los españoles.
En último lugar encontramos a la Fundación Progreso y Democracia, auspiciada por UPyD, que va a ingresar 2.900 euros por el mismo concepto.