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Vender el nombre de calles y plazas, nueva solución para alcaldes sin fondos

Financiamunicipios es una empresa española que le plantea a los ayuntamientos una forma concreta, periódica y rentable de obtener ingresos.

No es una locura, en Alemania ya existe. La empresa Philips tiene su sede para Europa, Oriente Medio y África en la vía pública municipal Hewlett Packard Strasse 2, 71034 Boeblingen, Alemania. En España, existe a medias. Se ha reinventado el marketing deportivo con la liga BBVA de fútbol o la liga Endesa de baloncesto, Mercedes sustituye a Cibeles en la pasarela de moda más importante del país, el emblemático teatro Calderón ahora tiene nombre de helado y las discotecas pasan de llamarse Heineken a Marco Aldany sin previo aviso.

Pero, ¿y si el Paseo de la Castellana se llamase Paseo de El Corte Inglés? a muchos les parecería un escándalo. Pero si con ese cambio se consiguiera saldar la deuda pública del Ayuntamiento de Madrid, que repercute directamente en el bolsillo de los contribuyentes, ¿la cuestión seguiría siendo igual de descabellada?.

Muchos ayuntamientos españoles se encuentran en una situación límite. Asfixiados por la falta de liquidez, las deudas acumuladas y sin ninguna fuente de ingresos, hacer frente a los pagos a proveedores se ha convertido en una tarea imposible. Desde hoy, esta situación puede cambiar, y lo mejor de todo es que puede hacerse sin solicitar nuevos créditos y sin subir impuestos, gracias a una idea pionera en España y a una empresa con menos de un año de vida, Financiamunicipios.

La idea de Juan Alonso, su fundador, no dejará indiferente a nadie, se trata de aprovechar un activo municipal que hasta ahora había pasado desapercibido: la explotación económica de las denominaciones de las calles, avenidas, plazas, parques y otros espacios públicos de propiedad municipal, asignándoles el nombre comercial de una empresa privada. En una entrevista a Libre Mercado, Alonso explica en qué consiste su proyecto.

P: ¿Cómo surgió la idea de crear Financiamunicipios?

R: Como la mayoría de la gente, éramos conscientes del agobio de los ayuntamientos y de las dificultades que están teniendo para mantener los servicios públicos que se supone que tienen que prestar. Ante esta situación, pensamos que era necesario facilitar la colaboración entre las empresas y la Administración. Pero esa colaboración tenía que ser transparente y rentable para ambas partes.

Por eso, decidimos que si nos encargábamos de asesorar a los ayuntamientos en el cobro de un canon municipal por designar espacios públicos con el nombre de la empresa interesada, las empresas podrían tener una imagen pública constante y los ayuntamientos unos ingresos seguros por un mínimo de cinco años, que les ayudarían, sin duda, a superar su crisis financiera.

P: ¿Qué otras ventajas le reportaría al municipio esta idea?

R: Varias:

  • El ayuntamiento no tendría que recurrir a las subidas de impuestos para financiarse. Se garantizaría la conservación de los espacios públicos, ya que ninguna empresa querrá que "su propia calle" esté en mal estado.
  • Habrá más seguridad ciudadana. Si la limpieza será un aspecto importante para las empresas, también lo será la seguridad, ya que las empresas actuarán para que "su calle" no se mencione por ningún asunto relacionado con delitos o robos.
  • Los residentes tendrán un beneficio directo, ya que se les aplicará un descuento concreto y permanente por adquirir los productos de la empresa que se haya instalado en su espacio.

P: Evitar la quiebra municipal, está en manos de los alcaldes, ¿por qué habéis elegido ese eslogan?

R: Porque son los propios alcaldes los que tienen que decidir si ponen en marcha o no nuestra iniciativa. La publicidad va a seguir existiendo a pesar de la crisis e identificar las vías públicas con empresas es la alternativa publicitaria más rentable para ellos.

P: Entonces, ¿Financiamunicipios actúa como intermediario entre empresa y ayuntamiento?

R: Exactamente. Nosotros hablamos con el ayuntamiento y le presentamos esta vía de obtención de ingresos (gestión, precios, condiciones...). Después, hacemos lo mismo con las empresas y ponemos en contacto a los que tengan intereses similares.

P: ¿A qué tipo de empresas va destinado este negocio?

R: A empresas de todo tipo: grandes multinacionales, empresas con un fuerte arraigo en una zona geográfica concreta, a pymes, autónomos e, incluso, a particulares que tengan suficiente capacidad y solvencia económica para ello.

P: Desde tu punto de vista, ¿cuál es la situación actual de los ayuntamientos españoles?

R: Peor imposible. La mayoría de los ayuntamientos si no están quebrados van a quebrar. A día de hoy, algunos están funcionando sólo en las horas que hay luz y con generadores, porque las compañías les han cortado la luz o el agua y, además, se les está exigiendo a los alcaldes una responsabilidad personal que pongo en entredicho.

P: ¿Qué le dirías a los ayuntamientos que son reticentes a esta idea?

R: Que lo que España tiene que tener claro es que ni las administraciones son lugares idílicos ni las empresas son el demonio. Sin empresas no hay país. Un polígono industrial sería la zona idónea para aquellos alcaldes que tengan dudas sobre lo que van a pensar sus vecinos si deciden llevar a cabo el proyecto, allí pueden hacer la prueba.

P: ¿Cuáles son los espacios más demandados?

R: Tanto calles, parques y plazas como polígonos industriales. Lo importante es que sea una zona comercial y transitada.

P: ¿Existe un límite para esta nueva estrategia publicitaria?

R: Está claro que hay calles que no se pueden cambiar por su valor histórico, Goya, Velázquez o la plaza de Colón, por ejemplo. Pero hay otras zonas donde el nombre no tiene ninguna relevancia. Por muy bonita que sea la Avenida del Mediterráneo si cambiar ese nombre sirve para que el Ayuntamiento de Madrid ingrese una buena cantidad de dinero, pues no es tan dramático que se cambie.

P: ¿Cuánto puede ingresar un ayuntamiento por ceder el nombre de una calle?

R: Esto es un asunto de precio por impacto, dependerá del número de impactos diarios que vaya a tener esta publicidad y de su efectividad. Un presupuesto puede ir desde los 50 céntimos al mes por impacto previsto hasta la mayor cuantía que te puedas imaginar si piensas cualquiera de las calles más importantes de España.

Por ejemplo, cambiar el nombre del Paseo de las Delicias (Madrid), que tiene un volumen importante de tráfico y de transeúntes, podría costar cerca de 3 millones de euros al año. Pero esa localidad de 1.500 habitantes donde un vecino quiere poner el nombre de su nieto a una vía y la puede pagar y avalar durante 10 años, puede costar entre 5.000 y 15.000 euros al año.

P:¿Cuál es el lugar más insólito donde habéis pensado instalar publicidad?

R: Lo más curioso ha sido en las señales de tráfico, unidas a una campaña de imagen de la empresa en seguridad vial. Pero Tráfico no ha dado su brazo a torcer y nos ha rechazado la propuesta, parece ser que tiene más dinero que los ayuntamientos.

P: ¿Qué futuro le espera a Finaciamunicipios?

R: Nuestras previsiones son algo más que optimistas, pero eso dependerá de la aceptación que tenga la idea por parte de los ayuntamientos. De todas formas, esperamos que tenga una buena acogida, ya que para algunos municipios el proyecto sería determinante para solucionar sus problemas de deuda.

Aumentar nuestra plantilla de trabajadores es otro de los objetivos que tenemos para este año. Actualmente, tenemos a tres personas empleadas, pero prevemos que hasta junio de 2012 esta cifra se multiplique hasta los 35.

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