La polémica se inició cuando el pasado 17 de febrero dos organizaciones, la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), emitieron un comunicado contra la Reforma Laboral aprobada por el Gobierno.
El texto de estas dos organizaciones exigía la retirada de la normativa y animaba "a participar en las iniciativas y movilizaciones que se convoquen por parte de las organizaciones eclesiales, sociales y sindicales que ayuden a tomar conciencia y revertir esta situación tan lesiva para las personas trabajadoras y sus familias".
El problema tomó un nuevo cariz cuando la Pastoral Diocesana de la Pastoral del Trabajo envió el comunicado a todas las parroquias de Madrid. Fue en ese momento cuando el arzobispo, el cardenal Rouco Varela, decidió tomar cartas en el asunto.
De este modo, desautorizó el texto sobre la Reforma Laboral y el Arzobispado elaboró una nota que indicaba que "nuestra Diócesis no se identifica con el contenido de dicho documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión". Así añadía que "por indicación del Sr. Cardenal se envía esta nota para que cada Vicario Episcopal la haga llegar a los ámbitos de su responsabilidad. En las Vicarías territoriales debe enviarse a los Arciprestes a la mayor brevedad posible, a fin de que éstos lo envíen a las parroquias y lugares de culto de su respectivo arciprestazgo".
Sistach, con el documento contra la reforma
Cuando parecía que la polémica por el comunicado de estos grupos llamados obreros y católicos parecía disiparse ha aparecido el cardenal de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, que ha echado más leña al fuego en una entrevista en Catalunya Radio recogida por EFE.
Lejos de apoyar a su hermano en el Episcopado, el arzobispo de Barcelona se ha desmarcado del cardenal Rouco Varela y ha apoyado abiertamente el documento crítico con la Reforma Laboral. Dijo Sistach que Rouco desautorizó el documento "hablando como obispo de su Diócesis, no como presidente de la Conferencia Episcopal".
Por este motivo, ha decidido embarcarse con las organizaciones obreras católicas y ha apoyado de manera implícita el documento contra la Reforma Laboral. De este modo, justificó su postura de desmarque del arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal asegurando que cada diócesis puede considerar una cosa pero "tenemos que admitir unos principios, que defienden la HOAC y la JOC".
En su opinión, "la Iglesia lo que dice siempre es que la persona es el centro de la sociedad y de la economía, que el capital está al servicio del trabajo y no el trabajo al servicio del capital".
En la entrevista en la radio catalana agregó que "se tiene que respetar el trabajo para que no llegue en precariedad a los trabajadores y que los deje en una situación muy difícil". Para concluir Sistach aseguraba que "antes había mucho dinero y ahora me pregunto: ¿dónde está el dinero?, ¿se ha quemado?, ¿se ha perdido?".
El comunicado de la discordia
El texto de la discordia se titula "la HOAC y la JOC ante la nueva reforma laboral". Afirma que las distintas reformas laborales, incluida esta última "han profundizado en el trabajo precario y en el empobrecimiento de las familias trabajadoras" y "han socavado los derechos de las personas trabajadoras y sus familias".
En su balance, estos grupos católicos obreros, en total decadencia y sin la fuerza de antaño, inciden en que esta reforma sólo consigue:
- Incrementar el empleo temporal, especialmente para los jóvenes
- Diversificar las modalidades de contratación a la carta
- Abaratar el coste del despido
- Reducir el crecimiento de los salarios
- Devaluar lo público (servicios sociales, educación y sanidad)
A lo largo del texto, ambas organizaciones afirman que la nueva normativa "quiebra el derecho constitucional a la negociación colectiva y a la capacidad organizativa de los trabajadores" mientras que "facilita y abarata la expulsión del mercado del trabajo".
También critican que la reforma "abre el camino para ajustar los salarios a la productividad" y "dificulta, cuando no impide o precariza, el empleo juvenil".
Por ello hacen un llamamiento e instan "a los partidos políticos a corregir y reorientar, en el proceso parlamentario, esta reforma laboral poniendo en el centro de la misma el trabajo decente y con derechos y, al mismo tiempo, animamos a participar en las iniciativas y movilizaciones que se convoquen por parte de las organizaciones eclesiales, sociales y sindicales que ayuden a tomar conciencia y revertir esta situación tan lesiva para las personas trabajadoras y sus familias".