Para adoptar esta medida, es de suponer que los economistas han visto y estudiado y tal vez comprobado que hay capitales ocultos a los que les viene bien esa medida.
¿La habrían establecido si no tuviesen la certeza moral de que va a ser beneficiosa para esos evasores y para la economía española?
Pero hay que rubalquizar todo para hacerle el juego a los que nos llevaron a la ruina.
Ya hay que ser estúpidos para creer que tantos años en el Gobierno y no hicieron nada y resulta que ahora tienen soluciónes para todo en España.
Vamos, ni la conversión de San Pablo. Aunque Pablo cambió, pero estos ni se errepiente ni cambian nada. MARXISMO Y NAZISMO.
Esta medida no se propone para los capitales en el extranjero, por mucho que se quiera vestir así. El dinero negro es negro aquí y en Pernambuco, y el blanco también. El que haya sacado dinero limpiamente no volverá a traerlo aquí para que le esquilmen.
Esta medida se orienta a hacer aflorar la ingente cantidad de dinero B que hay en España, amasada durante un decenio de desmadre, no sólo inmobiliario, sino de todo tipo. Ese dinero B está sin producir rendimiento alguno en manos de cuatro millones de personas (autónomos la mayoría), que ni pueden llevarlo al banco a meterlo en un depósito al 3%, ni pueden comprar nada de valor que deje un rastro en forma de factura sin que Hacienda se entere. Lo que hace la inmensa mayoría es usarlo para pagar el gasto corriente, y aparecer a los ojos de Hacienda como un indigente que no tiene dónde caerse muerto, pero que mantiene su negocio por puro amor al arte. Son esos los beneficiarios de becas y los que tienen todo tipo de ayudas públicas, porque oficialmente no tienen rentas suficientes. El excedente de dinero B se va acumulando bajo colchones y ladrillos.
Sólo hay que pensar en los negocios que todos tenemos alrededor, y que distraen del pago de impuestos lo que quieren: Bares, tiendas, industrias de todo tipo, talleres de automóviles, profesionales liberales... Cualquiera de ellos dice que ingresa muy poco más de lo que su negocio gasta (eso sin tener en cuenta el desmadre de los módulos), precisamente para no pagar ni un euro más de lo necesario para evitar que Hacienda le haga una inspección.
Así que sí, yo creo que la amnistía es necesaria. Pero también creo que, simultáneamente, hay que hacer una reforma fiscal que evite que sea tan goloso defraudar. Porque el incentivo para el fraude es en España, hoy, muy poderoso.
¡¿De donde saca el articulista que es una medida poco efectiva?
Ahora del dinero que esta en el exterior sin control del gobierno, España no le saca ni un euro de rendimiento porque el rendimiento se lo saca al pais de destino o la entidad de destino.
Si con el trabajo de elaborar un real decreto una parte muy importante de esta masa flotante vuelve al pais de origen y empieza a beneficiarnos a todos, además de cobrar un peaje del diez por ciento, pues fíjese el rendimiento de esta medida.
Y no me hablen de moral pues el gobierno de Zapatero hizo lo que hizo y se fué de rositas.
Además la anmistia en Italia de hace un par de años fué un clamoroso éxito
A tono con el editorial, difícil tenemos los ciudadanos comunes y no comunes -como se decía en Aritmética de los factores, para la estimación del mínimo común múltiplo- la comprensión de esa "amnistía". Conservo aún mi fe en que en temas económicos este Gobierno sepa lo que tiene que hacer y como no va a contar sus razones, que supongo que "haberlas, haylas". Así que me he puesto a cavilar un rato a ver qué se me ocurría. No he llegado muy lejos: Hay un grupo de poseedores de grandes y aluvionales fortunas, justamente adquiridas en los canchas de deportes y en los escenarios, a los que debemos los españoles las pocas alegrías que en estos tiempos le vienen por compartir con ellos su ciudadanía y/u origen. Si se ha de creer alguna que otra gacetilla alusiva a residencias ficticias y depósitos reales en paraísos fiscales, entre ellos abundan los "pecadores" económicos. Mala "política" sería -viene siendo- el aplicarles rigurosamente el peso de la Ley. Ellos son "buena gente", y han adquirido, a fuerza de tanto "españolear" por esos mundos, el amor por la patria. Si, con los años, han logrado superar la influencia de sus desaprensivos asesores financieros, puede que estén dispuestos a cierta reducción de sus capitales y de sus rentas, para seguir sacando pecho entre nosotros el resto de sus días. Esos y poco más; otros no se me ocurren.
En el tema de la amnistía fiscal, los partidos además de hacer un ejercicio de cinismo infame, lo han hecho también de hipocresía, de sinvergonzonería política y si me apuran hasta de un poco de hijoputez
Démosle 3 meses de plazo a esta medida excepcional.
Un ejemplo más de la nefasta política informativa del PP; ya saben que me encanta zurrarles por pánfilos. Pero en este caso y *suponiendo* que la medida fuera eficaz, tendrían que haber salido a la palestra -en "prime time" de TVE- y decirle a los Españoles:
"Señores, nos repugna la medida, pero las circunstancias son extremas y tenemos que mantener al país con vida a toda costa. Recuerden que hace años, en octubre de 1972, un turborreactor de la Fuerza Aérea Uruguaya, se estrelló en la cordillera de los Andes. Los supervivientes fueron dados por muertos, pero al cabo de setenta y dos días, dos de ellos consiguieron bajar de la montaña, llegar a un puesto y pedir ayuda. Para conseguirlo, tuvieron que realizar actos que serían reprobables en condiciones normales, pero el fin justificó los medios. Repasen aquella historia y seguro que nos entenderán".
Salu2.