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Las farmacéuticas explotan: "No es sostenible un cambio normativo cada seis meses"

La patronal denuncia que el gasto en medicamentos ha caído en 4.000 millones en los últimos dos años.

"Unas compañías que invierten a diez años y les cambias las normas cada seis meses no son sostenibles". Con esta categórica frase ha definido este jueves Jordi Ramentol, presidente de Farmaindustria, la situación del sector de la farmacia, durante la presentación del informe Diez temas candentes de la Sanidad española para 2012, de PwC. La patronal de las empresas de investigación farmacéutica ha denunciado que no sólo las administraciones públicas les adeudan miles de millones de euros (y creciendo), sino que además se está cargando sobre sus espaldas gran parte del coste de la reducción del gasto público en sanidad.

Desde hace unos años, cada vez que un Gobierno presenta un plan de reformas destinado a ahorrar en gasto público, señala directamente al sector farmacéutico. Son medidas bastante populares porque parecen no dañar a nadie: se incentivan los genéricos, se plantean recortes en los precios o se aprueba sacar de la lista cubierta por la Seguridad Social determinados medicamentos.

Sin embargo, está claro que sí existen perjudicados y a la cabeza están las empresas farmacéuticas. Según las cuentas de Farmaindustria, la reducción en los últimos dos años ha sido de unos 4.000 millones de euros (un 30% de su mercado). A esto se une la última reforma sanitaria presentada por el Gobierno del PP y que supone un "recorte sin precedentes" en los ingresos de estas empresas". Por eso, Ramentol ha afirmado que esto es "inaguantable".

No sólo es una cuestión de los ingresos (que también). Farmaindustria recuerda que el proceso de investigación de un fármaco, incluyendo las pruebas, la certificación y su salida al mercado es mucho más largo que en el caso de otros productos. Por eso, denuncian que "unas compañías que invierten a diez años y les cambias las normas cada seis meses no son sostenibles". Es más, Ramentol ha avanzado que ya hay cinco farmacéuticas internacionales que han iniciado proyectos de desinversión en España, mientras que otros tres laboratorios de ámbito nacional han cancelados proyectos por falta de financiación. "Y al paso que vamos, no quedará ninguna", ha asegurado.

Cifras y polémica

El sector farmacéutico está siempre rodeado de una gran polémica. En cierto sentido, resulta curioso que unas compañías dedicadas a investigar para mejorar la salud de la población tengan tan mala prensa. Esta es una de las razones por las que los gobiernos de uno y otro signo, señalan con frecuencia a los laboratorios a la hora de hacer recortes. Ampliar el uso de genéricos o limitar la duración de las patentes siempre parece una buena idea a cualquier político.

El problema es que, como explicaba Ramentol, esto puede provocar que las empresas dejen de investigar porque no se les permitirá disfrutar de los resultados de su trabajo. Las consecuencias no serán visibles hasta dentro de 20 ó 30 años (cuando nos demos cuenta de que no hay nuevos medicamentos contra una enfermedad), pero entonces a ver quién echa la culpa a un ministro de Sanidad. De fondo en toda esta discusión queda la cuestión de que no existe un verdadero mercado libre de medicinas, en el que el usuario pueda decidir qué comprar (asesorado por su médico y su farmacéutico) y las compañías puedan poner los precios que estimen convenientes.

En España, el gasto en farmacia respecto al total de gasto sanitario es superior al de la media de la UE. De esta manera, casi el 19% de todo lo que gastan las administraciones públicas en sanidad va destinado a medicamentos, frente al 16% de Francia o al 15% de Alemania.

La razón de esta diferencia no hay que buscarla en los precios, que son los segundos más baratos de toda la OCDE. El problema está más cerca del número de recetas expedidas, que llega a los 20,47 por persona y año según Gaceta Médica. De esta manera, aunque el gasto por receta ha caído a niveles de 2001, no se consigue una reducción significativa del importe total que gastan las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas porque todos compramos muchos más medicamentos de lo habitual en el resto de Europa (algo en lo que también tiene mucho que ver el elevado número de visitas al médico).

El resumen, según el Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), es que en 2011 presentamos 973 millones de recetas, que supusieron un gasto de 11.136 millones (un 8,78% menos que un año antes), lo que implica un gasto por receta de 10,23 euros por receta.

La deuda

La consecuencia más llamativa ha sido la deuda que las administraciones públicas regionales han ido acumulando con los distintos actores del sector de la salud.

  • Las empresas de tecnología sanitaria acumulaban unos 5.139 millones en facturas sin pagar a 31 de diciembre de 2011.
  • La industria farmacéutica tenía pendientes más de 6.369 millones en esa misma fecha.
  • Y a las farmacia, que hasta hace unos años se habían librado de los impagos, se les adeuda casi 2.000 millones de euros (lo que ya ha provocado que muchas oficinas estén al borde del cierre).
  • De esta manera, el total de deuda del sector sanitario público está en el entorno de los 13.500 millones, de los que casi 8.400 corresponden al sector farmacéutico.

Además, el problema no es sólo lo que se les debe, sino que la perspectiva de recibir los pagos tampoco es cercana. Como puede verse en el siguiente mapa, hay autonomías que pagan los medicamentos a casi ¡900 días!, más de dos años de demora.

Período medio de pago del sector público en días (Fuente: Fundación IDIS)

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