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Agosto arroja tres alertas sobre el mercado laboral

Paro y afiliación registran el peor dato desde 2009; el número de ocupados baja a niveles de 2003; y el gasto en prestaciones sube más de lo previsto.

Paro y afiliación registran el peor dato desde 2009; el número de ocupados baja a niveles de 2003; y el gasto en prestaciones sube más de lo previsto.

Los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social correspondientes al pasado mes de agosto arrojan un doble balance, positivo en términos relativos y negativo en términos absolutos.

Por el lado bueno, el número oficial de parados registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) subió en 38.179 personas respecto a julio (un 0,83% más), hasta situarse en un total de 4.625.634 personas. Se trata del menor incremento intermensual desde 2006 -cuando subió en 28.693 personas- y, de hecho, esta cifra se sitúa por debajo de la media de los últimos diez años. Asimismo, la Seguridad Social registró en agosto un descenso medio de 136.762 afiliados respecto a julio (retroceso del 0,8% intermensual), en línea con las caídas sufridas ese mismo mes desde 2009.

Ambas cifras no son del todo malas si se tiene en cuenta que agosto es un mes en el que tradicionalmente se destruye empleo como resultado de la finalización de muchos contratos de carácter estacional ligados a las actividades propias de la temporada estival en el sector servicios. Desde este punto de vista, se puede señalar que el mercado laboral durante el pasado agosto se ha comportado de una forma relativamente normal en comparación con otros años, lo cual es digno de destacar en el actual contexto recesivo.

Sin embargo, lo preocupante es que de momento tampoco se vislumbra un cambio de tendencia, lo cual es grave si se tiene en cuenta la brutal destrucción de empleo acontecida desde el inicio de la crisis y que la tasa de paro ronda el 25%.

El peor agosto desde 2009

Y es que, lo relevante es la evolución interanual y, en este sentido, agosto ha registrado el peor dato de paro y afiliación desde 2009, cuando la economía española, al igual que ahora, se encontraba en plena contracción económica. Así, el paro aumentó un 11,98% interanual (494.707 desempleados más en los últimos doce meses), el mayor incremento desde agosto de 2009, cuando subió un 43,4% interanual (casi 1,1 millones de parados más).

Además, aunque, en términos oficiales, la cifra total de parados se sitúe en 4.625.634 personas, el dato real -una vez eliminado el maquillaje estadístico- asciende a 5.233.221 desempleados, ya que el Ministerio de Empleo sigue sin contabilizar a los 366.138 parados que acuden a cursillos de formación -catalogados bajo el epígrafe "demandantes de empleo no ocupados" (DENOS)- y a los 241.449 agrupados bajo el título de demandantes de empleo con "disponibilidad limitada" o "demanda de empleo específica" -parados que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo-.

La Seguridad Social, por su parte, perdió 604.541 afiliados en los últimos doce meses, lo cual equivale a un descenso del 3,45% interanual, más que duplicando las caídas registradas en agosto de 2011 (-1,22%) y 2010 (-1,58%) y el mayor retroceso en ese mismo mes desde 2009, cuando el número de cotizantes cayó en más de 1,1 millones (-5,94%).

Los ritmos interanuales de deterioro de estos indicadores, 11,98% para el paro y 3,5% para la afiliación, siguen siendo tres veces superiores a los observados a principios de 2011. La economía española sigue, por tanto, destruyendo empleo.

Además, una vez eliminado el efecto estacional, es decir, comparando los datos de forma homogénea, descontanto las características excepcionales propias del mes agosto, el paro aumenta en 5.798 personas respecto a julio -hasta un total de 4.798.376 parados oficiales-, mientras que el volumen de afiliados cae en 32.198 personas respecto a julio, un descenso intermensual incluso algo superior al registrado en agosto de 2009 (31.138 menos en términos desestacionalizados).

El número de afiliados baja a niveles de 2003

Pero lo más relevante es que, tras esta nueva destrucción de empleo, el número total de ocupados se sitúa ya en 16.895.977, el volumen más bajo de afiliación media desde marzo de 2004.

El problema es que, mientras el número de ocupados cae, el de pensionistas no deja de subir, lo cual dificulta aún más la sostenibilidad del sistema público de pensiones a corto y medio plazo. En la actualidad, un total de 19.445.680 -si se suman los desempleados que cotizan a la Seguridad Social- sostienen las prestaciones de 8,12 millones de pensionistas, apenas 2,39 afiliados por pensionista, la ratio más baja desde diciembre de 2002.

Sin embargo, la cifra aún es más preocupante si tan sólo se contabiliza el número de ocupados registrados en el último día de agosto: 16.682.422 de cotizantes -la cifra más baja desde finales de 2003- para mantener a 8,2 millones de pensionistas; es decir, apenas dos trabajadores para pagar una pensión, el menor nivel que se registra desde finales de los años 90.

De ahí, precisamente, que el Gobierno haya tenido que tirar de los fondos de reserva de la Seguridad Social para poder seguir pagando puntualmente las pensiones. Empleo ya ha recurrido al Fondo de Prevención y Rehabilitación de la Seguridad Social para apoyar el pago de las prestaciones. En concreto, ha hecho uso de 4.400 millones de euros, prácticamente la totalidad de la dotación del fondo.

El gasto en prestaciones sube más de lo previsto

Por último, el gasto en prestaciones por desempleo ascendió a 2.593,6 millones de euros en julio, lo que supone un aumento del 8,1% interanual. El gasto acumulado hasta finales de julio asciende a 18.455 millones, un 5,4% más que en el mismo período del pasado año, lo cual desbarata las previsiones del Gobierno, que estimó una caída del 5% interanual en 2012, dificultando aún más el cumplimiento del objetivo de déficit para este año (6,3% del PIB).

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