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El futuro de Fagor está en el aire

Fagor entró en preconcurso de acreedores el pasado miércoles con una deuda de casi 1.000 millones de euros.

Fagor entró en preconcurso de acreedores el pasado miércoles con una deuda de casi 1.000 millones de euros.

La situación económica de Fagor es agónica. La empresa, con una red de trece plantas, declaraba el preconcurso de acreedores este miércoles. A partir de ese momento todas las dudas sobre el futuro de la compañía copaban las portadas de los diarios económicos que aseguraban que los 1.800 trabajadores de la empresa perderían su trabajo de forma casi inmediata. Muchos otros auguraban el cierre y desmantelamiento inmediato de la histórica enseña. Sin embargo, es pronto para hacer especulaciones reales sobre el futuro de Fagor que tras el preconcurso entra en un proceso de cuatro meses en el que pueden pasar muchas cosas.

Fuentes de la compañía consultadas por Libre Mercado, afirman que el pensamiento de la cooperativa es "seguir adelante" y luchar por el mantenimiento de la compañía. A partir de ahora, se abre un proceso de cuatro meses en los que "la cooperativa puede negociar con los acreedores" para evitar que alguno de ellos le conduzca a un concurso necesario, lo que sería una quiebra forzosa. Por otra parte, fuentes de la Corporación Mondragón han asegurado a este diario que hay plantas dentro de la compañía que funcionan y que lo que la enseña va a intentar hacer en estos cuatro meses es una redimensión del grupo para ver lo que funciona y lo que no. Obviamente, tras ese proceso, habrá excedente laboral que el grupo se compromete a recolocar en otras fábricas de la cooperativa que funcionen.

El socio trabajador

Una de las principales características que diferencian a Fagor y al Grupo Mondragón de otras empresas es su carácter cooperativo. La doble condición de socio y trabajador de los empleados de la empresa de electrodomésticos complica el proceso por el cual una empresa en problemas ajusta su plantilla. De hecho, basta con echar un vistazo a los estatutos de Mongragón para entender la complejidad del asunto ya que el grupo no sólo está comprometido sino obligado a mantener el empleo.

Entre los derechos que tiene un socio trabajador de la compañía destaca, por encima de todos, el derecho al trabajo definido por la cooperativa vasca como: derecho a desarrollar su trabajo en la cooperativa hasta la edad de 65 años, en que será obligatoria la jubilación. Este derecho de trabajo se complementa con el de percibir la remuneración justa por ello.

Además de este derecho, en los estatutos incluyen el de participación social, derecho a elegir y ser elegido, derecho de formación, de participación en la gestión, derecho a recibir beneficios, entre otros. En las obligaciones se encuentra un apartado en el que la compañía obliga a "no manifestarse públicamente en términos que impiden deliberado prestigio social de la cooperativa" además de "guardar secreto sobre temas internos cuya difusión pueda perjudicar a los intereses de la Cooperativa". Pese a esta normativa interna para los trabajadores-socios del grupo Mondragón, el nerviosismo imperante en estos días les llevó a manifestarse este viernes demandando el mantenimiento de sus puestos de trabajo.

De las trece plantas que que la empresa de electrodomésticos tiene entre España y Europa, las seis instaladas en el País Vasco son las que tienen modelo de cooperativa y las que se encuentran en una situación comprometida. De los más de 5.000 empleados que tiene Fagor en estas trece plantas, son 1.800 los que trabajan en las fábricas vascas y sobre los que se va a realizar la reestructuración, según fuentes de Mondragón. Estas mismas fuentes aseguran que "no todas las líneas de producción se van a cerrar" porque hay algunos negocios que funcionan. En estos cuatro meses la empresa debe ponerse de acuerdo con sus acreedores y presentarles un plan realista de futuros ingresos y gastos de la compañía para poder rebajar parte de su deuda y salvarse así de la quiebra.

Como en cualquier otro proceso de este tipo, los acreedores pedirán cambios en la compañía como contraprestación a las quitas. Parte de esos cambios recaerán en los empleados. El objetivo de la cooperativa es salvar 1.000 de los 1.800 empleados de las plantas españolas en las líneas que se "salven de Fagor". Con los otros aproximadamente 800 trabajadores, Mondragón manifiesta su "absoluto compromiso para reubicarles en otras empresas del grupo, prejubilarles o indemnizarles".

A tres días de la declaración del preconcurso, fuentes del grupo hablan de Fagor con un tono de romanticismo y nostalgia de lo que el gigante de electrodomésticos fue en el pasado. "No queremos que se haga leña del árbol caído, de la primera empresa de Mondragón", dicen.

Las cuentas

La debacle económica de Fagor ha sido como una "tormenta perfecta", además de la situación especial por el carácter de los socios-trabajadores, la crisis en el mercado inmobiliario ha afectado directamente en las cuentas del grupo. Con la caída del sector de la construcción tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la venta de electrodomésticos ha caído más de un 6% en España. En Fagor, el quinto fabricante de electrodomésticos de toda Europa esta caída ha sido más pronunciada y la ha llevado a acumular una deuda de casi 1.000 millones de euros.

La empresa, con más de 57 años de historia, cerró el primer semestre del año con unas pérdidas de 66,8 millones de euros, frente a los números rojos de 22,5 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior. La cifra de negocio del grupo en el primer semestre ascendió a 491 millones de euros (609 millones de euros en el primer semestre del 2012), suponiendo una disminución del 19% respecto al mismo periodo del año anterior. Actualmente, el grupo acumula una deuda de 830 millones.

Además de la crisis, la competencia de marcas extrajeras de electrodomésticos a precios más bajos han hundido las ventas de Fagor. De hecho, de entre las factorías que son susceptibles a ser salvadas no están las que fabrican los electrodomésticos. La planta de "cocción y la de ensamblaje de electrodomésticos", son las que mejor funcionan según el grupo y unas de las que se podrán salvar.

El grupo de electrodomésticos lleva años intentando ajustar su situación adoptando medidas para paliar los resultados negativos, tanto en materia salarial, renuncia a pagas extras, calendarios flexibles, reubicaciones, prejubilaciones, contención de gastos y medidas de reindustrialización.

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