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La radicalización de IU: "lucha de clases", "rebelión anticapitalista" y "poder popular"

Izquierda Unida adopta un discurso antieuro, anticapitalista y antisistema, similar a la extrema izquierda griega y latinoamaricana.

Izquierda Unida adopta un discurso antieuro, anticapitalista y antisistema, similar a la extrema izquierda griega y latinoamaricana.

Izquierda Unida (IU) está logrando un creciente apoyo en las encuestas electorales como consecuencia de la crisis económica y el histórico desapego de la ciudadanía a los dos grandes partidos. En concreto, dicha formación ha conseguido duplicar su intención de voto, al pasar del 6% a mediados de 2007 a más del 11% el pasado octubre, según las últimas estimaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). De mantenerse esta tendencia, formaciones hasta hace poco minoritarias como IU o UPyD podrían resultar decisivas para formar gobierno tras las próximas elecciones generales, previstas para 2015.

Y lo más relevante es que IU sube en las encuestas con uno de los discursos políticos más radicales de los últimos años. Las propuestas impulsadas por su federación en Andalucía, en donde comparte gobierno con el PSOE, son una buena muestra de ello: desde la expropiación temporal de viviendas en manos de entidades financieras, pasando por la gratuidad de agua y luz, un banco público o la realización de trabajos comunitarios para familias que no pueden pagar el alquiler social.

Sin embargo, tales políticas tan sólo constituyen un pequeño ejemplo de su programa económico. Si el portavoz de IU en el Parlamento de Andalucía, José Antonio Castro, afirmaba a principios de año que les gustaría "implantar el socialismo del siglo XXI" y que "muchísimas" de las medidas adoptadas por Hugo Chávez en Venezuela son trasladables a España, el borrador de su programa para las próximas elecciones europeas, en 2014, tampoco arroja dudas al respecto.

La formación que dirige Cayo Lara arremete sin tapujos contra la Unión Europea (UE), el euro, la troika, la austeridad y el capitalismo, adoptando un discurso muy similar al que pregona la nueva izquierda griega (Syriza) y empleando conceptos claramente comunistas, tales como "lucha de clases" o "poder popular".

Por un lado, IU culpa de todos los males a la actual estructura de la UE y, por supuesto, al capitalismo:

  • Esta es una crisis de la Unión Europea y del sistema capitalista.
  • La hegemonía del neoliberalismo, como programa que condensa los intereses de las clases dominantes, ha entrado en crisis junto con el sistema económico capitalista.
  • El proyecto neoliberal se presenta así como una contrarevolución que trata de asestar golpes de gracia a las conquistas sociales y económicas alcanzadas mediante la lucha social.
  • La actual crisis ha puesto al desnudo la cara oculta del proyecto europeo.
  • La Unión Europea [es] un tablero de juego que han diseñado los grandes capitales europeos para fortalecer su posición en todo el mundo.

También carga contra la troika y las políticas de austeridad:

  • [El] gobierno [es un] vasallo que se limita a obedecer el dictado de la llamada troika -Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional-.
  • [La estrategia de la troika] persigue un empobrecimiento de la mayoría de la población y en beneficio de determinadas minorías (grandes fortunas) vinculadas a la propiedad del capital financiero (bancos) y el gran capital productivo (grandes empresas). Es decir, estamos asistiendo a una recomposición de las clases sociales en nuestro país.
  • [Sus] principios son la austeridad y las reformas estructurales [...] una estrategia suicida.

Suspender pagos y romper con la UE y el euro

Por otro lado, el citado borrador recoge algunas de sus principales propuestas económicas para Europa y, más concretamente, para España, dentro de un nuevo marco de la UE:

- IU aboga, directamente, por suspender pagos, calificando parte de la deuda pública de España como "odiosa", imitando el default que protagonizó Argentina en 2001 o Ecuador en 2007.

- Además, defiende romper con la UE y la "Europa del Euro": "Hay que romper con la troika y con la arquitectura europea del proyecto neoliberal. Eso implica reconocer la imposibilidad de articular un proyecto alternativo en el marco institucional de la actual Unión Europea".

- En concreto, propone romper con el Tratado de Maastricht, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el Pacto Fiscal Europeo, eliminando así los límites máximos de déficit y deuda pública y estableciendo, nuevamente, controles al libre movimiento de capitales en la UE.

- Su apuesta es construir una "Europa alternativa", basada en "la socialización y democratización de las relaciones de producción en el marco de una integración europea solidaria y social". Esto significa, entre otras medidas, nacionalizar "sectores estratégicos" como el de la energía, transporte, gestión del agua, parte de la banca, siderurgia, etc; garantizar la titularidad pública en sectores como la vivienda, infraestructuras, pensiones, educación o salud; disparar el presupuesto comunitario para fortalecer las transferencias de gasto desde los países ricos hacia los pobres; implantar un marco fiscal a nivel europeo.

- Señala la necesidad de "democratizar el Banco Central Europeo (BCE) para que sea un instrumento "al servicio de los trabajadores", renunciando además a su mandato de controlar la inflación como único objetivo económico. De hecho, su programa indica que "las diferentes economías nacionales deben tener el respaldo de un banco central para que puedan poner en marcha políticas a favor de los trabajadores, y que funcione como prestamista de última instancia", abriendo así de par en par la puerta a la monetización directa de deuda pública.

- En materia de empleo, propone aplicar ingentes programas de estímulo a nivel europeo (gasto e inversión pública) para crear puestos de trabajo en las economías más débiles; redistribuir el empleo existente reduciendo la edad de jubilación y la jornada laboral; garantizar el control sindical de los convenios colectivos; coordinar el salario mínimo a nivel europeo; imponer topes salariales tanto en el sector público como el privado; abolir las recientes reformas laborales; aprobar una "renta básica universal" para toda la población.

- También propone crear una banca pública, implantar la dación en pago y aplicar quitas generalizadas a la deuda de familias y empresas, así como garantizar la "función social de la vivienda".

Lo que defiende IU es, en definitiva, un ingente intervencionismo público en la economía y refundar la actual UE. Pese a ello, reconoce que este último punto será difícil de alcanzar y, por ello, propone romper con el "proyecto neoliberal" europeo vigente en la actualidad. Se trata, por tanto, de un marcado ideario antisistema, ya que rechaza la actual estructura comunitaria, el modelo económico de mercado e incluso el marco constitucional español.

Un discurso radical y antisistema

En este sentido, la federación andaluza reconoce que su particular programa político está sirviendo de inspiración a IU a nivel nacional tras la celebración de su X Asamblea. Un programa que, bajo el título "Rebelión Democrática en Andalucía", supone la mayor evidencia de la radicalización que está experimentando esta formación:

  • Estamos ante un estado de excepción [...] Todo un golpe de estado.
  • Estamos ante la crisis profunda del régimen nacido de la llamada transición a la democracia. Pero este estado de putrefacción del capitalismo español y del régimen bipartidista (y aliados) que lo sustenta no caerá por sí solo.
  • La progresiva degradación de las condiciones de vida del pueblo trabajador provoca una rabia que debe convertirse en rebeldía [...] es más necesario que nunca organizar una rebelión democrática, en defensa de una salida anticapitalista y democrática de la crisis.
  • El objetivo es cambiar las relaciones económicas para acabar con la explotación, mediante […] la planificación democrática de la economía.
  • El reto de acumular fuerzas para poder abrir un proceso constituyente hacia una democracia real, participativa y social […] un proyecto constituyente que logre garantizar el derecho a decidir de la mayoría social trabajadora.
  • Hemos de empezar a construir un modelo de desarrollo que no sólo se sustente en la socialización de los medios de producción-distribución-consumo, sino que socialice también la toma de decisiones, implicando a las comunidades en el diseño y puesta en marcha de propuestas de desarrollo económico.

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