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Banco Santander vende por 265 millones el Edificio España a Wang Jianlin

El primer rascacielos levantado en el país es ahora propiedad de Wang Jianlin que posee una fortuna de más de 16.000 millones de euros.

El primer rascacielos levantado en el país es ahora propiedad de Wang Jianlin que posee una fortuna de más de 16.000 millones de euros.

El Banco Santander ha comunicado este jueves oficialmente que ha vendido por 265 millones de euros el Edificio España, uno de los emblemas de la ciudad de Madrid, a la sociedad Renville Invest, del magnate chino Wang Jianlin, propietario del grupo Dalian Wanda.

El impacto de la operación sobre el capital y la cuenta de resultados del grupo Santander es "inmaterial", según ha explicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la entidad presidida por Emilio Botín.

A mediados de marzo saltó la noticia de que el empresario más rico de China, Wang Jianlin, había presentado una oferta por el antiguo rascacielos, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aseguró entonces que la venta estaba cerrada. No obstante, el Banco Santander, que recibió otras propuestas de inversores dispuestos también a adquirir el inmueble, no ha oficializado hasta ahora la venta al empresario asiático, que pagará cinco millones más de lo que se barajó inicialmente.

El Banco Santander se convirtió en el propietario del histórico Edificio España en 2005 adquiriéndolo a Metrovacesa por 389 millones de euros y llevaba un tiempo intentando venderlo. El grupo Dalian Wanda es uno de los mayores grupos hoteleros y de salas de cine de China y su presidente y fundador, el propio Wang Jianlin, cuenta, según la revista Forbes, con una fortuna estimada de 135.000 millones de yuanes (más de 16.630 millones de euros).

Un rascacielos emblemático

El inmueble del que se desprende ahora el Banco Santander fue el primer rascacielos levantado en España y el mayor en Europa en 1953, fecha de su inauguración. Con sus 117 metros de altura, el Edificio España no solo trasladó a España el modelo de "pequeña ciudad vertical" del Rockefeller Center neoyorquino, sino que fue emblema de aperturismo y modernización del régimen franquista que, tras un lento declive, siguió siendo objeto de deseo de inversores.

El edificio es un ejemplo de la arquitectura nacional de los 40 y 50, "ecléctica", que el propio presidente del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), José Antonio Granero, calificó como "muy relevante", pese a no responder a los cánones de modernidad. Pionero en su época, el Edificio España se erigió sobre el solar de un antiguo convento destruido durante la Guerra Civil que adquirieron los hermanos Julián y Joaquín Otamendi, arquitectos y propietarios de la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, germen de lo que luego fue Metrovacesa.

Su construcción llevó cinco años y, con una inversión de 200 millones de pesetas de la época, rompió moldes con sus 26 plantas, 32 ascensores, 3.123 ventanas, 184 apartamentos, un hotel de lujo con 307 habitaciones, salón de fiestas para 1.200 personas y una piscina en la terraza superior. Un año después, en 1954, y también de la mano de los Otamendi, comenzó la construcción de la Torre de Madrid, inaugurada en 1960 y muy próxima al Edificio España.

Con 124 metros de altura y 35 plantas, se convirtió en la nueva atalaya de Madrid, más esbelta y menos barroca. Desde entonces, ambos inmuebles han conocido el esplendor, la decadencia, algún conato de incendio -el último, en esa misma Torre, en 1995-, y varias reformas.

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