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Montoro decreta el fin de la austeridad pese a no reducir el gasto público

El Gobierno anuncia el fin de los recortes. El sector público gasta hoy más que en plena burbuja.

Se acabó la austeridad. El Gobierno ha anunciado este viernes, de forma oficial, el fin de los impopulares recortes de gasto público. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha avanzado que no se plantea una reducción del gasto en términos absolutos en los próximos presupuestos, confiando así la consecución del objetivo de déficit a la recuperación de la economía española.

El ministro prevé que la contención del gasto (crecerá, pero menos que el PIB) y el aumento de la recaudación como consecuencia de la mayor actividad económica permitirán reducir el déficit público desde el 6,6% del PIB (sin rescate bancario) hasta el 5,5% en 2014, 4,2% en 2015, y así sucesivamente hasta situarlo en el 1,1% del PIB en 2017.

"Vamos a vivir un período de contención dentro del mantenimiento del gasto público", ha aclarado Montoro. El ministro ha señalado que para 2015 "no se plantea una nueva reducción del gasto público en términos absolutos", sino que se contiene su incremento, de manera que "no habrá nuevos ajustes a la baja" porque "no son necesarios para consolidar los objetivos". ¿La clave? El crecimiento. "Hasta 2017, España vivirá recuperación económica y crecimiento".

El Gobierno ha aprobado este viernes el techo de gasto no financiero que servirá para elaborar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015, con un descenso del 3,2% respecto al techo de gasto del año pasado, hasta los 129.060 millones de euros, pero este descenso se asienta en el aumento del PIB y no en nuevos recortes presupuestarios.

"La contención del gasto y el ahorro derivado de la propia recuperación nos conmina a presentar un límite de gasto decreciente, pero asentado en la recuperación económica", ha precisado Montoro. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido en que no se contempla "ningún otro ajuste adicional" hasta final de legislatura.

Así pues, el Ejecutivo del PP guarda la tijera en un cajón, pese a que las cifras constatan la inexistencia de recortes sustanciales durante la crisis. Más bien lo contrario.

En el siguiente cuadro, que recoge la evolución de las cuentas públicas (gastos e ingresos) en función del PIB, se observa que el gasto público total apenas ha caído un 1,2% del PIB entre 2011 y 2014, al pasar del 45,2% al 44% previsto al cierre del presente ejercicio (sin contar ayudas financieras).

Es decir, Montoro ha decretado el fin de la teórica austeridad tras reducir el gasto un 2,65% desde que el PP llegó al poder. La recaudación, por el contrario, ha crecido un 6,4% durante el mismo período (2,3 puntos del PIB).

De hecho, si se compara con 2007, se comprueba que el sector público, lejos de estrecharse, ha aumentado su peso en casi cinco puntos del PIB, tras subir del 39,2% al 44%. Dicho de otro modo, el conjunto de las Administraciones Públicas gastará este año un 12,2% más que en plena burbuja inmobiliaria, cuando la recaudación fiscal era artificialmente elevada. Mientras, los ingresos han bajado 2,6 puntos del PIB (-6,3%).

Asimismo, según las previsiones de Hacienda, la presente legislatura cerrará 2015 con un gasto equivalente al 43% del PIB, 3,8 puntos más que en 2007, lo que supone un aumento del 10% durante la crisis. El nivel de ingresos, sin embargo, se mantendrá 2,3 puntos porcentuales por debajo del alcanzado en el pico de la burbuja crediticia (-5,6%).

Deuda por encima del 100% del PIB

Por otro lado, Montoro confía en alcanzar el objetivo de déficit marcado por Bruselas del 4,2% del PIB en 2015. De conseguirlo, el agujero fiscal se habrá reducido casi a la mitad durante la presente legislatura, ya que 2011 cerró con un desequilibrio del 9,6% del PIB (incluyendo el rescate bancario).

Pero esta reducción se debe más a las subidas de impuestos y al crecimiento del PIB previsto para 2014 y 2015 que a los recortes de gasto: los 4,8 puntos de reducción del déficit se dividen en 2,6 puntos del PIB en ingresos extra (subida de impuestos) y 2,2 puntos menos de gasto (recortes y aumento del PIB). De hecho, según las revisiones oficiales, el deterioro fiscal de España ascenderá a más de 6 puntos del PIB entre 2007 (cuando el superávit público rozó el 2%) y 2015 (déficit del 4,2%).

Por último, la deuda pública superará el umbral histórico del 100% del PIB en 2015 y 2016 antes de bajar al 98,5% en 2017. Así pues, bajo el mandato del PP, la deuda pública crecerá más de un 44% (31 puntos del PIB) y cerca de un 180% desde 2007 (65 puntos extra del PIB).

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