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Las claves de un mes convulso en los mercados

El Ibex se resiste a caer, gana en agosto un 0,2% animado por el BCE.

Acaba un agosto muy movido en los mercados. El Ibex 35 ha estado a punto de perder todo lo que había ganado durante el año. Finalmente, el selectivo español se ha revalorizado apenas dos décimas en todo el mes hasta situarse en los 10.728 puntos. A principios de agosto, las turbulencias que generó a finales de julio la suspensión de pagos de Argentina, el agravamiento de las tensiones geopolíticas en la Franja de Gaza y en Ucrania y el veto a las importaciones comenzaron lastrando la bolsa española y las principales bolsas europeas.

A medida que avanzaba agosto, los problemas crecían. Primero conocimos que Italia volvía a entrar en recesión. A los pocos días de conocer esta noticia se confirmaban los peores presagios: las dos locomotoras de Europa se habían frenado: el PIB alemán caía mientras el crecimiento de Francia se estancaba en el segundo trimestre del año. Los temores a una nueva recesión crecían y se trasladaban a los inversores.

Los datos de inflación, con los precios cerca de tasas negativas en la eurozona, tampoco han ayudado a aliviar los miedos. Todos estos ingredientes han formado la tormenta perfecta en el octavo mes del año. Sin embargo, como ya ha ocurrido en multitud de ocasiones, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, asomaba la cabeza para intentar, a golpe de declaración, sacar del atolladero a la economía de la zona euro.

Sus declaraciones el viernes pasado, tras la reunión en Jackson Hole con los presidentes del los bancos centrales del mundo, cambiaron esta semana el rumbo de los mercados y hicieron posible que las bolsas europeas hayan terminado el mes con ligeras ganancias. La posibilidad de que el BCE compre deuda pública sirvió para que el euro bajara a 1,315 dólares y para que la mayoría de las bolsas europeas acabara este mes con ganancias, a pesar de los malos datos de actividad conocidos.

A todo lo anterior, hay que unir la crisis política en Francia, con la dimisión en bloque de los ministros de Valls. Sin embargo, lejos de perjudicar a los mercados, los inversores vieron con buenos ojos el cambio en el gobierno galo.

Las claves en el mercado de deuda

Un mes más, la deuda española ha dilapidado mínimos. Tanto la prima como el bono se encuentran en mínimos históricos y es que el mes de agosto se ha caracterizado por un alto nivel de compras de nuestra deuda, eso sí, a volúmenes no demasiado grandes. De hecho, en el mercado secundario se llegó a producir una situación inédita en la historia al vender a intereses negativos letras a tres meses.

"Hemos visto como poco a poco, a medida que vamos saliendo de escenarios complicados ya se empieza a hablar menos de deuda periférica y de deuda CORE (deuda Alemana)", explica a Libre Mercado Javier Casalls, subdirector de deuda pública de Ahorro Corporación. A medida que crece la confianza en nuestra economía "toda la deuda se considera valor refugio y no sólo la alemana", por ello la bajada de tipos y el elevado nivel de compras.

Las claves fundamentales, además de esa mejora en la confianza de los inversores gracias a la recuperación de la economía española, hay que buscarlas en una de las últimas medidas que aprobó el BCE. A mediados de junio, Draghi anunció que aplicaría tipos negativos a los bancos que mantuviesen depósitos en el BCE con la intención de que todo ese dinero saliese a la economía real y se reactivase el crédito. No obstante, tal y como nos explica Casalls, ese fin no ha llegado a producirse. Los bancos han sacado el dinero del organismo pero lo han destinado a comprar deuda pública, bonos de todos los países de Europa.

Tal y como está la economía europea, los inversores descuentan que el próximo jueves Draghi de nuevos pasos y baje aún más los tipos. Además, se espera que anuncie una nueva compra de bonos al estilo Quantitative Easing estadounidense. "Otro argumento más para comprar deuda pública. A nivel bancos", explica Casalls.

Casalls no entra en si se está produciendo o no una burbuja en el mercado de deuda lo que si destaca son los niveles mínimos de rentabilidad que se están produciendo. "Si realmente se produce una compra de bonos por parte del BCE, al final esos tipos de interés se estabilizarán en estos niveles o bajaran", vaticina. Sin embargo, si al final no se compra será un jarro de agua fría para los inversores. "Se producirá una corrección porque todo lo que has comprado pensando que te lo va a comprar Draghi y si no lo hace lo venderán".

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