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José Sevilla, consejero delegado de Bankia: "Nuestra idea es tener dividendos, a partir de ahora, año tras año"

Entrevista al consejero delegado de Bankia. En su opinión, el pago de dividendos supone un hito en el proceso de "normalización" de la entidad.

Entrevista al consejero delegado de Bankia. En su opinión, el pago de dividendos supone un hito en el proceso de "normalización" de la entidad.

Este martes, Bankia pagaba el primer dividendo de su historia. La entidad abonó a sus propietarios 202 millones de euros, de los que 128 millones fueron a parar al Estado, su principal accionista. Con este paso, podría decirse que se cierra el primer capítulo en un proceso de normalización que comenzó hace tres años, cuando fue nacionalizada, rescatada y sus máximos responsables sustituidos por José Ignacio Goirigolzarri y José Sevilla.

La semana pasada, Libre Mercado se reunía con éste último. El consejero delegado de Bankia está a seis meses de cerrar el Plan Estratégico 2012-15, el proyecto con el que la nueva directiva llegó a Bankia y que tenía como principales objetivos sanear las cuentas, recuperar la imagen y completar el proceso de ajuste de la entidad. Parece un buen momento para hacer balance, de lo realizado y del trabajo que por delante para completar esa normalización que debería terminar con la privatización de Bankia y la devolución del máximo posible de las ayudas a los contribuyentes.

En cuanto al negocio propiamente dicho, los responsables de Bankia creen que van en la buena dirección. Están ganando cuota en algunos productos que consideran clave a futuro y el crecimiento de la economía ayuda a que algunas de las cifras más preocupantes, como la de morosos, también estén mejorando. Sobre la imagen de la entidad, confían en que, cada vez más, el ciudadano medio asuma la diferencia entre la nueva y la vieja Bankia. No es sencillo, porque en los próximos meses continuará el goteo de noticias desde los tribunales. Por eso, Goirigolzarri y Sevilla recuerdan cada vez que tienen ocasión que aquello es pasado y no tiene ninguna relación con el actual equipo directivo. Por último, el proceso de ajustes, que incluyó decisiones dolorosas como el cierre de oficinas o el ajuste de la plantilla, parece haberse completado. Ahora, el objetivo es crecer en cuota, especialmente en aquellos segmentos en los que estaba menos presente. Son muchos retos y no será fácil superarlos. Eso sí, Sevilla es optimista.

- Hace ahora dos años le entrevistábamos en esta misma sede. Hacía unos meses que Bankia había lanzado su plan estratégico 2012-2015 y faltaban unos días para su 'segunda salida' a Bolsa. Ahora, con la perspectiva de estos 24 meses, ¿cree que han cumplido los objetivos que se marcaron? ¿Están contentos con lo realizado?

- Creemos que se van a cumplir los resultados. Lanzamos aquel plan a finales del año 2012. Desde entonces las cosas han cambiado mucho

y, en general, han cambiado para bien. No sólo estoy hablando de Bankia. En noviembre del año 2012 la economía española estaba en un nivel de confusión bastante alto, con una caída muy importante del PIB, con mucho debate sobre si había o no había crédito para las pymes,...

En estos dos años y pico, la situación de la economía ha mejorado mucho. Ahora estamos en un entorno de creación de empleo, recuperación de la actividad económica y el crédito ha vuelto a crecer. Todo este cambio a mejor se ha visto en la propia evolución de Bankia. Nosotros siempre decimos, con humildad, que creemos que Bankia también ha contribuido algo en este proceso de mejora de la percepción de la economía española y de la realidad.

Volviendo a la pregunta sobre el plan estratégico, creo que los objetivos que teníamos (simplificando mucho, alcanzar una rentabilidad sobre recursos propios de alrededor del 10%) los cumpliremos este año con normalidad.

- En aquella entrevista afirmaba: "Bankia va a ser una muy buena oportunidad de inversión". ¿Cree que ha sido así? ¿Sigue siendo un buen valor?

- Creemos que sí. Las inversiones en acciones hay que mirarlas con un poco de perspectiva a medio plazo. Nosotros estamos convencidos de que si trabajamos y hacemos bien las cosas, los beneficios vendrán y las cifras irán mejorando. Y si las cifras van mejorando, a medio plazo la acción se revalorizará. Es verdad que puede haber momentos en el corto plazo en los que pesen otros factores. Por ejemplo, ahora hay más volatilidad en los mercados por el tema de Grecia y puede haber otras cuestiones que en un momento dado pueden afectar al mercado en su conjunto y a la acción de Bankia.

Pero nosotros somos optimistas. Pensamos que este banco tiene recorrido y potencial. Creemos que tenemos mucho por hacer y por ofrecer. En este sentido, pensamos que la acción acabará recogiendo todo eso.

- Este 7 de julio, por primera vez, Bankia paga un dividendo. Podríamos decir que este paso es una vuelta a la normalidad. Y me imagino que su intención es que éste sea el primer dividendo de muchos.

- Ésa es nuestra idea. Este año vamos a repartir, con cargo a los beneficios de 2014, un dividendo de 202 millones en metálico. Es el

primer dividendo que paga Bankia en su historia y tiene una carga de simbolismo especial. Pero la idea es tener un flujo de dividendos a partir de ahora, año tras año, y querríamos que fuera un dividendo creciente a lo largo del tiempo.

- Para este 2015, ¿qué se puede ir adelantando? ¿cómo ha ido el negocio en este primer semestre?

- Estamos viendo un semestre de aceleración del crédito, en el mundo de las empresas y también en el mundo de los particulares, tanto en el crédito al consumo como incluso en el hipotecario. Ésta es la nota fundamental del año 2015 en su conjunto. No nos olvidemos, los bancos ganamos dinero dando créditos y ése es uno de los retos que tenemos, consolidar esa tendencia.

Por lo demás, los resultados del semestre (aunque todavía no están cerrados, además no podemos adelantar información diferente de la del mercado) creo que estarán en línea con los objetivos que teníamos marcados y con las estimaciones del consenso del mercado.

- Quizás el tema más sensible para cualquier entidad, y más en estos años, es el de la morosidad, ¿cómo están evolucionando sus cifras?

- Está relacionado con la propia evolución económica. El crecimiento económico, en los bancos, donde primero se nota es en las cifras de morosos y créditos dudosos. Y ahí, en este semestre, hemos notado una mejoría importante. Nosotros tenemos un presupuesto de reducir la cifra de dudosos en el balance (tenemos 16.000 millones y querríamos rebajarlo en 2.000 millones) y creo que lo vamos a conseguir. La capacidad de pago de las familias y las empresas está mejorando. Estamos haciendo una política activa de gestión de carteras, somos una entidad muy dinámica en esto. Todo el proceso de reducción de la morosidad va a buen ritmo y podemos ir en línea o mejorar los objetivos marcados a principio de año.

- En los próximos meses tendrán ustedes que plantear el nuevo plan estratégico. ¿Qué incluirá este nuevo plan 2015-2018? ¿Cuáles son los objetivos de Bankia a medio plazo?

- Lo que queremos es acabar el plan que tenemos y acabarlo bien. A la vuelta del verano empezaremos a trabajar en un plan para los siguientes tres años. Es un período de tiempo razonable para hacer

pronósticos y gestionar. No va a haber grandes sorpresas. Creemos que, haciendo cada vez mejor las cosas que hacemos, todavía tenemos mucho recorrido de mejora.

- En 2013 Bankia había sido nacionalizada y tenía algunas restricciones en su funcionamiento (básicamente las que llegaban de Bruselas a través del MoU). ¿Se sienten ahora más libres para plantear ese futuro a medio plazo sin estos condicionantes? ¿Ha llegado ya Bankia a una situación de normalidad en este sentido?

- En estos dos años, 2013-2014, hemos hecho el proceso de normalización de la entidad. Ha sido un proceso con una fase de reestructuración y una fase de despegue de la franquicia comercial. El pago del dividendo quizás supone el último eslabón en ese proceso de normalización. Somos una entidad que paga dividendos, emite en el mercado y quiere trabajar cada día mejor para conseguir los objetivos que tenemos como banco. En ese sentido, no sentimos que tengamos ninguna limitación especial, ni ningún tema que nos haga diferentes de los demás a la hora de funcionar.

- Con este planteamiento, quizás la pregunta que se hagan los inversores es por dónde plantea Bankia su crecimiento. Podríamos decir que hay tres opciones: ganar cuota de mercado en lo que ya hacen, impulsar nuevos productos en líneas de negocio en las que no tienen tanta presencia o ampliar su base territorial. ¿Por dónde van a ir los 'tiros'?

- Creemos que tenemos mucho espacio para el crecimiento orgánico, es decir, recuperar cuota de mercado allí donde estamos, que básicamente es en todo el territorio nacional. Ahí tenemos mucho por ganar. El negocio que hacía Bankia en el pasado era más sencillo y menos sofisticado que el de ahora, queremos tener una gama más amplia de productos.

Por ejemplo, llevamos unos meses ganando cuota de mercado en fondos de inversión. Bankia, quizás por el origen de las propias entidades que la formaron, no era particularmente activa en este mundo. En el último año y medio, de forma consistente, trimestre a trimestre, estamos ganando cuota en este segmento. También en fondos de pensiones, en distribución de seguros, en medios de pago (tarjetas), en autónomos y pymes, en terminales de punto de venta,... En todos estos segmentos creemos que tenemos mucha capacidad para crecer; además queremos aumentar nuestro ritmo de crecimiento en la concesión de créditos, que está subiendo a una buena velocidad, pero pensamos que puede ir más allá.

- Y con esta idea de incrementar cuota, ¿vamos a ver aperturas de oficinas de Bankia? ¿Van a volver a lugares de los que tuvieron que salir?

- No es nuestro objetivo prioritario. Hicimos un ajuste importante de la red de oficinas en el año 2013. Una parte importante de ese ajuste lo hicimos por convencimiento. Pensábamos que parte de esta red de oficinas era ineficiente, que no conseguía unos niveles mínimos de

rentabilidad. Es verdad que, como resultado del plan de ajuste y de las imposiciones de Bruselas, tuvimos que cerrar algunas oficinas que en condiciones normales habríamos mantenido. Pero ahora mismo no tenemos un objetivo prioritario o acuciante de abrir oficinas en sitios en los que no estamos.

También hay que pensar a medio plazo. Tenemos 2.000 oficinas y son muchas para cubrir el territorio nacional. El canal de oficinas, no sólo para Bankia sino para el sector en su conjunto, lo normal es que tenga un crecimiento moderado o incluso un decrecimiento. Cada día más, lo normal es que los canales alternativos (y no sólo pienso en internet) vayan ocupando un espacio mayor. Por ejemplo, un 20% de la facturación de crédito al consumo la hacemos a través de cajeros. Este tipo de prácticas van a ir aumentando a medio plazo.

- Hace dos años quizás el principal reto de Bankia era recuperar su imagen pública, ¿creen que lo han conseguido?

- Es posible que nunca estemos satisfechos con el reconocimiento de nuestra marca. Y el día que lo estemos probablemente estaremos equivocados y demasiado relajados. Dicho esto, creo que sí se ha producido un proceso de mejora de la marca Bankia. Ha sido un proceso que no ha estado exento de dificultades y complicaciones. Hemos hecho cosas que sabíamos que podían perjudicar a la percepción de la marca, pero que creíamos que teníamos que hacer.

Creo que cada vez más se distingue entre la antigua Bankia y la nueva. Pero es un proceso que no se ha terminado. Tenemos mucho que hacer. Como dice nuestro eslogan, "Tenemos que seguir trabajando" para que cada día, cada vez más, nuestros clientes perciban ese cambio.

- En enero de este año, en la presentación de resultados de 2014, José Ignacio Goirigolzarri afirmó: "Desear que a Bankia le vaya mal es desear que a los contribuyentes les vaya mal". ¿Cree que los españoles son conscientes de que ésta es una entidad nacionalizada y propiedad del Estado? Por ejemplo, en las noticias sobre el dividendo se pueden encontrar muchos comentarios de los lectores del tipo: "Lo que deberían hacer es devolver lo que se les ha dado y no repartir dividendos".

- Casi un 65% de Bankia está en manos del Frob y del Estado. El resto está en manos de personas que han invertido en Bolsa. Nuestro objetivo es devolver las ayudas. ¿Cómo? Pues de dos formas:

generando valor para que las acciones valgan más y pagando dividendos. De los 202 millones que vamos a pagar, un 65% son para el Estado. Es parte de esa devolución de ayudas, igual que lo fue la venta del 8% de la participación de Bankia en el mercado en 2014. El hecho de que a Bankia le vaya bien y sea rentable es bueno para todos los contribuyentes porque acelerará el proceso de devolución de las ayudas, que es con el que estamos todos absolutamente comprometidos.

- ¿Podemos empezar a ver ya en el horizonte el final de este proceso de devolución de las ayudas y la privatización de Bankia? ¿Les preocupa en el día a día?

- Sí que nos preocupa, en el sentido de que es el objetivo para el que trabajamos. Es verdad que desde que se inyectaron las ayudas han pasado apenas dos años y medio, que en este mundo es un período de tiempo relativamente corto. Cuando pensamos en otros procesos de otros bancos que han recibido ayudas y las han devuelto (pienso por ejemplo en el Reino Unido), han llevado bastantes años 5-6-8 años. Creo que nosotros hemos empezado en un período de tiempo récord. En febrero de 2014 se produjo la venta del primer paquete de la participación del Estado en Bankia y lo que nos gustaría es que este proceso fuera acelerándose en el tiempo.

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