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¿Eres un empleado presentista? La mitad de las empresas los sufre

Esta práctica se da cuando un empleado está presente en su puesto de trabajo pero dedica su tiempo a otros menesteres.

Esta práctica se da cuando un empleado está presente en su puesto de trabajo pero dedica su tiempo a otros menesteres.
El presentismo incluye pausas excesivas para tomar un café | Corbis

Por primera vez en seis años, la tasa de absentismo laboral ha vuelto a incrementarse en nuestro país. Así, los primeros síntomas de la recuperación que empezaron a atisbarse en 2014 han supuesto un incentivo para que los españoles vuelvan a faltar al trabajo poniendo fin a la caída del absentismo en España, un fenómeno que afloró en el año 2008, en plena crisis económica.

En concreto, según el último informe de la ETT Adecco sobre las ausencias de los empleados a sus puestos de trabajo, la tasa de absentismo laboral en España escaló el año pasado al 4,4%, desde el 4,1% de 2013.

Pero junto al absentismo ha aparecido en los últimos años otra costumbre poco ética que han adoptado algunos empleados: el presentismo laboral. Esta práctica se da, como su propio nombre indica, cuando un empleado está presente en su puesto de trabajo o ha acudido a la empresa, pero le está dedicando su tiempo a otros menesteres. Las pausas continuadas para fumar o tomar café y el uso de internet para asuntos personales son los más habituales.

"El absentismo y el presentismo van de la mano. Con la crisis, el absentismo se ha reducido considerablemente, pero el presentismo se mantenido más estable porque es un fenómeno que pasa más desapercibido", ha explicado el director jurídico de Adecco, Javier Blasco a Libre Mercado.

En este sentido, Adecco ha publicado esta semana su segunda Encuesta sobre Presentismo Laboral en España. En el estudio analizan si los empleados están en su puesto de trabajo ocupándose de alguna distracción personal o cumpliendo con las tareas que les competen. Además, el documento también plantea si los empleados recuperan durante la jornada laboral el tiempo perdido.

Una de las conclusiones más llamativas, es que el 46% de las empresas admite que cuenta con empleados que practican el presentismo, mientras que sólo el 28% reconoce que no existen incidencias de este tipo. Es preocupante la respuesta del 26% restante, que asegura que desconoce si sus trabajadores son o no presentistas puesto que no disponen de mecanismos o no realizan procedimientos que detecten estas prácticas.

Eso sí, entre las empresas con empleados que incurren al presentismo laboral, la mayoría declara que sólo una pequeña parte de sus empleados es presentista.

¿En qué pierden tiempo?

El uso de internet, principalmente del email y las redes sociales, para asuntos personales es la práctica más habitual de de los empleados en horas de trabajo. Tanto es así, que entre las empresas que han detectado presentismo, el 93% señala que su plantilla pierde el tiempo en internet.

La segunda falta más detectada se da en el 88% de las corporaciones con empleados presentistas, y es que una parte de sus trabajadores se incorpora al trabajo con retraso o finaliza la jornada antes de tiempo. Ya en tercer lugar las empresas señalan las ausencias por tabaquismo, que son habituales en el 85% de ellas. De nuevo las empresas aseguran que esas prácticas se dan en "pocos empleados".

Respecto al perfil del presentista, la encuesta ha detectado que se trata de un hombre o mujer mayor de 35 años que trabaja en una gran empresa y que cuenta con contrato indefinido y a tiempo completo.

Y es precisamente el perfil del presentista otra muestra de la rigidez del mercado laboral español. "Los trabajadores que tienen menor temor a perder su puesto de trabajo porque saben que va a ser más caro su despido son los más presentistas", comenta el experto.

¿Cómo controlarlo?

Del 74% de las empresas que afirma que sí lleva a cabo alguna medida para detectar el absentismo, la mayoría (un 92%) aplica métodos de control del horario de entrada y de salida. En segundo lugar, las empresas apuestan por restringir el uso de Internet (33%) y del correo electrónico (22%). Entre las medidas menos utilizadas por las corporaciones están las de apagar las luces a una hora determinada y establecer una hora límite para las reuniones.

El sistema de control de horarios incentiva al trabajador "a estar en su trabajo por estar", asegura Blasco, quien considera que es un "mecanismo primitivo" para supervisar a los empleados. "Las personas necesitan solucionar sus problemas personales en el momento. Por ejemplo, si no dejas que un empleado vaya a recoger a su hijo del colegio puedes provocar que se coja una baja fraudulenta para hacerlo. Lo que tienen que hacer las empresas es otorgarle a los trabajadores flexibilidad de horarios". recomienda el experto.

En esta línea, la encuesta desvela que el 19% de las empresas no ofrece ninguna medida de flexibilidad horaria a ninguno de sus empleados. Aunque el 81% sí lo hace, sólo el 16% la aplica a todos sus trabajadores. Lo más habitual (ocurre en 1 de cada 3 empresas) es que menos del 10% de la plantilla pueda beneficiarse de esa flexibilidad en los horarios de trabajo.

Otras soluciones que contempla el experto para evitar y controlar tanto el absentismo como el presentismo sería la aplicación de sistemas de retribución variables vinculados al desempeño de la tarea, así como los vinculados a los resultados de la empresa.

Además, es importante trabajar en el estilo de la dirección de la empresa "que evite prácticas excesivamente estrictas en el liderazgo y que hagan que el empleado se sienta cómodo al ir a trabajar", según Blasco.

El experto ha dejado claro que en la definición de presentismo no están recogidas las "pausas deseables" que se toman voluntariamente los trabajadores y que incluso contribuyen a mejorar la productividad del empleado, como los descansos moderados para tomar café o para charlar con los compañeros. "Airean la mente del empleado, le motivan y hacen que se sienta a gusto en el trabajo, así mejora su rendimiento".

En Libre Mercado

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