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¿Hasta cuándo? Continúan las colas en Primark cuatro días después de la apertura

Ante la afluencia de compradores, la enseña de moda irlandesa ha ampliado las medidas de seguridad de la tienda.

Ante la afluencia de compradores, la enseña de moda irlandesa ha ampliado las medidas de seguridad de la tienda.
Larga fila de clientes de Primark | B.G. G

El fenómeno fan en la macrotienda Primark de la Gran Vía madrileña continúa tras cuatro días insólitos de afluencia. El pasado jueves, la enseña textil irlandesa inauguró su primera tienda fuera de un centro comercial en España, lo que provocó un auténtico caos en los alrededores del local, con interminables colas de compradores que daban la vuelta a la manzana.

La gran expectación que generó la apertura de puertas de la tienda monomarca más grande de España (sólo superada en categoría multimarca por El Corte Inglés) llegó incluso el jueves a colapsar el tránsito y el tráfico de las calles aledañas. Esta situación obligó a la Policía a intervenir para regular la presencia de clientes, viandantes y automovilistas a la altura del edificio.

Desde su desembarco en España, la estrategia de la firma de moda low cost en nuestro país se ha basado en la apuesta por los centros comerciales. Ahora, con su presencia en Gran Vía, pretende llegar a otro tipo de público, como el turista o el que no dispone de coche para desplazarse a las afueras.

Refuerzos en el personal de seguridad

"Teníamos que haber ido a Plenilunio", increpa a su acompañante uno de los clientes que hace cola durante el mediodía de este lunes. Con una actitud totalmente opuesta se lo toman tres turistas italianas la espera. "La cola va rápido, tampoco es un problema. De hecho, ya hemos dado dos vueltas y volvemos a comprar", comentan a Libre Mercado.

"Cuando hemos abierto, no había mucha cola, pero ha ido aumentando la gente y hemos empezado a colocar las vallas otra vez", explica una empleada de Prosegur, la compañía que ha contratado Primark para encargarse de la seguridad de su local.

"Lo más complicado es no taponar las puertas de la competencia", explica otro trabajador de Prosegur. Aunque el último inquilino de Gran Vía 32 es Primark, la firma de moda no está sola. La empresa comparte edificio con la Cadena Ser y con sus competidores directos: H&M, Mango y Lefties. Para más inri, el edificio es propiedad de Amancio Ortega, que a través de su inmobiliaria ejerce de casero de todas las enseñas.

Después de las vallas, para controlar el aforo y evitar que se cuele algún espabilado, los responsables empiezan a controlar la entrada mediante estos tickets.

"Después del jueves, Primark ha tenido que reforzar la plantilla de seguridad de la tienda. A mí me llamaron sólo para un día y creo que me van a contratar", celebra otro de los empleados.

Cada parte de la fila está controlada por un responsable de seguridad. En uno de los tramos de la calle Mesonero Romanos, el camarero de la terraza de enfrente solicita a los responsables de la tienda que no ocupen con las vallas su parte reservada a la terraza. Ellos acceden y hacen un poquito más estrecha la fila. "El jueves fue un caos", relata el encargado de la terraza, "pero ahora ya va mejor, además, con la apertura, está viniendo más clientela al bar", añade.

Desde Primark aseguran a este periódico que "estamos muy satisfechos con la apertura de nuestra tienda de Gran Vía". Por ahora, no van a hacer públicos los datos de afluencia y volumen de ventas.

El edificio

El edificio cuenta con una extensión de 12.400 metros cuadrados y cinco plantas entre las que se distribuye la friolera de 131 cajas y 91 probadores. Un total de 573 trabajadores, de los que 396 son de nueva contratación, desarrollarán su actividad en tres turnos (mañana, tarde y noche) los 365 días del año. La compañía recibió 14.000 solicitudes de empleo para esta tienda. Con esta nueva apertura, la número 41 en España, Primark tiene una plantilla total de 7.400 empleados en nuestro país.

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