Enero es, tradicionalmente, un mal mes en materia de empleo debido a la extinción de los contratos temporales tras el fin de la campaña navideña, y este arranque de 2016 no ha sido diferente.
Así, la Seguridad Social perdió una media de 204.043 afiliados (-1,2%) el pasado enero, situando el número de ocupados en un total de 17.104.357, según publicó este martes el Ministerio de Empleo. Dicha caída es superior a la de enero de 2015 y 2014, cuando el sistema restó 199.902 y 184.031 cotizantes, respectivamente, pero inferior a las registradas en el mismo mes del periodo 2008-2013.
La clave, sin embargo, radica en el dato desestacionalizado, una vez eliminado el efecto coyuntural que ejerce sobre el empleo la temporada concreta del año. Corregida la estacionalidad, el número de ocupados crece en 24.601 con respecto a diciembre, una cifra que está en línea con la de los dos últimos años. En concreto, si se elimina además el empleo agrario, enero arroja un crecimiento de la afiliación del 0,23%, algo inferior al de los meses del cuarto trimestre (0,28%).
Esta ralentización se explica, básicamente, por una menor contribución del sector servicios. Analizando en detalle la evolución por rama de actividad, se observa un peor comportamiento en las actividades vinculadas con el consumo, como el comercio y la restauración, así como en las relacionadas con la logística y el transporte -incluidas en la categoría resto-.
Es decir, este descenso podría avanzar una ligera ralentización de la actividad económica en general en el arranque del año, que se centraría sobre todo en el consumo. Pero aún es pronto para sacar conclusiones, ya que un único dato no genera tendencia, de modo que habrá que esperar al cierre del primer trimestre para corroborar la existencia o no de ralentización en el crecimiento.
Además, si se amplía la perspectiva temporal, se observa que el ritmo de creación de empleo se seguiría manteniendo muy por encima del promedio histórico aunque se conformara la citada desaceleración en los próximos meses. Así pues, por el momento, no hay señal de alerta, puesto que el dato registrado en enero estaría en consonancia con una economía que, posiblemente, presente una menor tasa de crecimiento este 2016.
La reducción del paro se acelera
Por otro lado, el número de parados registrados en el antiguo Inem subió en 57.247 personas, lo que supone un 1,4% más respecto a diciembre, con lo que el volumen total se sitúa en 4.150.755, fruto también del fin de la campaña navideña.
Lo más reseñable, sin embargo, es que este repunte es el menos pronunciado en un mes de enero desde 2004, cuando el paro subió en algo más de 51.000 personas. En enero de 2015, aumentó en 77.980, mientras que en todos los primeros meses del periodo 2008-2014 se registraron incrementos superiores a los 100.000 desempleados.
Además, una vez eliminado el efecto estacional, el paro bajó en 49.552 personas en enero. De hecho, a diferencia del leve deterioro que presenta la afiliación, el desempleo acelera ligeramente su tasa de descenso tras caer un 1% frente a la media del 0,8% registrado en los últimos meses de 2015.
Por último, aunque el paro acumula un descenso de 374.936 personas en los últimos doces meses (8,28%), la mayor reducción anual dentro de la serie histórica, el volumen total de empleados sigue siendo muy elevado.
Así, tal y como muestra Eurostat, con dato correspondientes a diciembre, pese a que el paro desciende en España a un ritmo superior al del resto de países de la zona euro, la tasa de desempleo todavía duplica la de Francia o Italia, y todavía tiene un largo camino que recorrer para regresar a un nivel económica y socialmente sostenible.
