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Ahora Madrid 'pasa' de los vecinos en la Operación Chamartín: "Un referéndum no es siempre lo mejor"

La coalición de Manuela Carmena se niega a realizar la consulta que han solicitado PP y Ciudadanos en las juntas de distrito.

La coalición de Manuela Carmena se niega a realizar la consulta que han solicitado PP y Ciudadanos en las juntas de distrito.
Manuela Carmena, junto a los concejales implicados en el proyecto Madrid Puerta Norte, el dia de su presentación. | Ayuntamiento de Madrid

Preguntar, pero no demasiado. Ahora Madrid, la coalición de la democracia participativa, de los referéndums en las redes sociales, del modelo de ciudad abierta… ha decidido vetar una propuesta del PP apoyada por Ciudadanos para preguntar a los madrileños qué opinan acerca del futuro de la Operación Chamartín. El proyecto urbanístico más importante de los últimos 20 años en la capital de España no merece, para los responsables municipales, que los vecinos den su opinión.

Hace unos meses, los responsables del Ayuntamiento dieron a conocer a bombo y platillo los resultados de la encuesta que habían realizado a través de internet acerca de la remodelación de la Plaza de España. Desde la cuenta oficial de Twitter del equipo municipal, se aseguraba que "el 63% de los madrileños" estaba a favor de su propuesta. En realidad, apenas 16.000 personas votaron a favor (un 0,6% de los vecinos de la capital) y ni siquiera en los barrios más afectados la participación superó el 1-2% de los censados aunque era relativamente sencillo apuntarse y votar en la página de internet creada a tal efecto.

Quizás en esos pobres resultados tuvo algo que ver el hecho de que aquél fue un referéndum bastante peculiar. Como explicamos en su momento, las preguntas que Ahora Madrid dirigió a los ciudadanos madrileños eran muy genéricas. De hecho, la cuestión alrededor de la que giraba la encuesta era "¿Crees necesaria la reforma de la Plaza de España?". Ya fuera en negativo o positivo, el resultado no imponía apenas restricciones en el equipo de Gobierno, que podía interpretarlo a su manera. Porque, además, el resto de las preguntas eran similares, con opciones en las que se preguntaba si querían una plaza más verde, con menos tráfico o más "usos culturales". Fuera cual fuera el resultado, los líderes de Ahora Madrid podían hacer lo que quisieran en Plaza de España porque ¿quién define cómo es una plaza "más verde"? Eso sí, en el Ayuntamiento se vendió como el inicio de un proceso participativo que cambiaría la forma en la que se gobierna la ciudad y que daría la voz a los vecinos.

Por todo esto, llama aún más la atención lo que ha ocurrido con la llamada Operación Chamartín. Hace unas semanas, los representantes del PP llevaron una propuesta a la Junta Municipal del Distrito de Chamartín, el más afectado por el proyecto junto con el de Fuencarral-El Pardo. La intención de los populares era poner en marcha un proceso participativo para "conocer la opinión" de los ciudadanos respecto de las diferentes opciones que están sobre la mesa. Ciudadanos apoyó la petición, y sólo quedaba por saber qué decían desde Ahora Madrid (el partido que gobierna el municipio) y el PSOE (el partido que lo permite con sus votos).

Pues bien, la moción fue rechazada por los dos partidos de izquierda. ¿Los argumentos? Según recogía Europa Press en un teletipo fechado el 12 de julio, por parte del PSOE su portavoz en la Junta de Distrito, indicó que "no se puede hacer un referéndum de algo que no existe". Esta declaración tiene un punto de cinismo, porque si el proyecto conocido como Distrito Castellana Norte (DCN) no existe ahora mismo es precisamente porque el PSOE lo rechazó en el Pleno Municipal. Es decir, que los socialistas primero votaron para acabar con el proyecto y, cuando se les ha pedido que sometan la cuestión a los vecinos, se han puesto de perfil, diciendo que no es un plan que esté sobre la mesa, como si ellos no hubieran tenido nada que ver en su rechazo.

Pero aún más llamativa es la respuesta del representante de Ahora Madrid, el vocal vecino portavoz en la junta de Chamartín, Rubén García, que aseguró que "no se debe utilizar la participación ciudadana como arma arrojadiza: un referéndum no siempre es la mejor herramienta".

Referéndums y consultas trampa

Es verdad que no es necesario preguntarle todo a los vecinos y que los representantes elegidos tienen entre sus funciones gestionar el día a día, sin delegar todas sus responsabilidades a los ciudadanos. Si no, ¿qué sentido tendría la democracia representativa?

Pero cuidado, esto tampoco quiere decir que no se puedan plantear preguntas o referéndums en temas bien acotados, con resultados claros y alternativas fáciles de distinguir por parte de los vecinos. Y ésta es exactamente la situación en lo que hace referencia a la Operación Chamartín.

  • Lo primero que llama la atención es que Ahora Madrid se permite ignorar a los vecinos precisamente en algunos de los barrios que menos apoyaron su candidatura. La coalición obtuvo el 32% de los votos en el conjunto de la capital, pero sólo el 20,7% en Chamartín y el 26,5% en Fuencarral-El Pardo. A cambio, la suma de PP y Ciudadanos obtiene mayoría absoluta en los dos distritos (66,41% y 54,27%).
  • Las reglas de funcionamiento del Ayuntamiento determinan que en las Juntas de Distrito los votos se reparten conforme a lo votado en toda la ciudad, no con los resultados de cada barrio. Esto también ocurría en época del PP: así, con Ana Botella o Alberto Ruiz-Gallardón, los populares decidían qué hacer o no en Puente de Vallecas, incluso aunque nunca tuvieron una mayoría de votos en este distrito.
  • No es éste el lugar para cuestionar si este funcionamiento de las Juntas es lógico. Pero sí es un nuevo motivo para reflexionar. Ahora Madrid dice que consultará a los madrileños; los partidos más votados en los barrios afectados por la Operación Chamartín piden un referéndum; y Ahora Madrid se niega diciendo que no hay que preguntarlo todo.

Además, hay un par de características relacionadas con la consulta que, en teoría, deberían facilitar su realización y la participación ciudadana. Al contrario de lo que ocurría con la encuesta sobre la Plaza de España, que estaba formada por un puñado de preguntas abiertas sobre un futurible poco preciso, en este caso sí tenemos al menos dos alternativas concretas sobre la mesa. No sería nada extraño, por lo tanto, hacer un referéndum con una pregunta sencilla, con respuestas cerradas y un mandato claro para los gobernantes. Algo del tipo: "En estos momentos hay dos proyectos de reforma de la conocida como Operación Chamartín. ¿Qué alternativa querría que se pusiera en marcha?"

  • A - Distrito Castellana Norte (impulsada por BBVA e inversores privados)
  • B - Madrid Puerta Norte (el proyecto del Ayuntamiento de Manuela Carmena)
  • C - No hacer nada y dejar la zona tal cual está ahora".

Los ciudadanos votarían pudiendo ver los dos proyectos, visitando las webs de unos y otros, conociendo los argumentos a favor y en contra… Incluso se podrían organizar itinerarios por la zona o exponer maquetas en algún local público en el que unos y otros defiendan las bondades de sus proyectos. Parece el escenario perfecto para una consulta. Es más, para asegurar que un grupo de presión más o menos bien constituido no se hace con las riendas del proceso, podría exigirse un nivel de participación mínima o incluso una mayoría reforzada para que el referéndum fuese vinculante.

Encuestas y votos

Pues no. Ahora Madrid y el PSOE se niegan a consultar a los afectados. Desde DCN creen que la razón reside en las encuestas. La empresa promotora asegura que, según sus sondeos, más del 80% de los vecinos de los barrios afectados apoya su proyecto. Es más, defienden que hasta el 78% de los ciudadanos de Madrid es favorable a poner en marcha esta Operación Chamartín. En DCN también presumen del apoyo de las principales asociaciones de vecinos y comerciantes de la zona.

En el grupo municipal de Ciudadanos acusan al equipo de Manuela Carmena de hacer un uso "instrumental" de las consultas ciudadanas: "No quieren hacer un referéndum porque lo perderían". En este caso, además, creen que se ha lanzado una cortina de humo con el nuevo proyecto (el denominado Madrid Puerta Norte), que no tiene ninguna posibilidad de salir adelante. "Si realmente algo no existe es la propuesta del Ayuntamiento", aseguran desde la formación naranja, "ni siquiera hay un expediente administrativo abierto. Lo que querían era la paralización de la Operación Chamartín".

Desde Libre Mercado, esta semana nos hemos puestos en contacto con el departamento de Prensa del Ayuntamiento de Madrid. Les pedimos una postura oficial sobre el por qué de esta negativa a consultar a los vecinos. No hemos obtenido ningún tipo de respuesta al respecto.

Es evidente que para el equipo de Gobierno sería un enorme palo, de cara a la opinión pública, montar un referéndum y perderlo. Pero no parece muy democrático ignorar una consulta sólo porque no te conviene el resultado final.

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Este cuadro puede ser un buen resumen de por dónde van las preocupaciones de Ahora Madrid. En el mismo aparecen los resultados electorales cosechados por los partidos que ahora mismo conforman Unidos Podemos. En las elecciones municipales de hace un año, Ahora Madrid se presentó por separado a IU. Entre las dos coaliciones consiguieron un 33,56% del voto en el conjunto de la ciudad. Pues bien, en las últimas generales del pasado 26-J, ese porcentaje había caído al 21,18%, 12 puntos menos de apoyo. O por decirlo en términos de cuota política: han perdido más de un tercio del peso que tenían entre el electorado que se acercó a las urnas.

Podría parecer que la caída es equivalente en Chamartín o Fuencarral, los distritos más afectados por el "No" del Ayuntamiento a proyecto de DCN. Pero no es así. Aquí Podemos-IU partían de un apoyo mucho menor (21,25% y 27,47% en las municipales). Y ahora están poco por encima del 10 y el 15% en cada uno de los distritos. Es decir, en Chamartín, la coalición pierde un 50% de su peso electoral.

Está claro que no son elecciones iguales y que los votantes pueden votar una cosa en las municipales (por ejemplo, por el tirón de Manuela Carmena) y luego otra en las generales (voto más clásico al PSOE). Pero resulta significativo que una coalición que se presentó al 26-J unida para apelar al voto útil pase, en uno de los distritos más importantes de la capital, de tener el 21% del voto a apenas estar por encima del 10%.

Éste es un tema relevante, porque uno de los objetivos de cualquier partido político es ganar las siguientes elecciones. Los resultados indican que a Podemos-Ahora Madrid no le ha ido bien en los distritos afectados y además las encuestas apuntan a que los vecinos quieren soluciones para un problema que lleva décadas paralizado. En este sentido, tanto a la formación de Carmena como al PSOE les puede pesar la presión vecinal. Y hay cuestiones urgentes sobre la mesa, como los atascos que cada día colapsan el nudo norte, en las que todos coinciden en que es necesaria una solución más o menos rápida (o al menos, que parezca que se está haciendo algo). Desde el equipo de Gobierno defienden que en su proyecto hay alternativas para este tema; en la oposición aseguran que comenzar de cero un nuevo plan urbanístico para la zona implicaría un retraso de varios años.

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