España ocupa el puesto 33 en el Índice Global de Emprendimiento 2017, un exhaustivo estudio que acaba de salir a la luz. Nuestra nota, en una escala de 0 a 100, es de 45,3 puntos, lo que nos sitúa por delante de Italia (puesto 46, 37 puntos) o Grecia (puesto 49), pero lejos de los países de referencia en Europa.
Según el ránking, el país con mayores niveles de emprendimiento es EEUU, que alcanza un resultado de 83,4 puntos. En el top 5 también nos encontramos a Suiza (78 puntos), Canadá (75,6 puntos), Suecia (75,5 puntos) y Dinamarca. Los diez primeros puestos los completan Islandia (73,5 puntos), Australia (72,5 puntos), Reino Unido (71,3 puntos), Irlanda (71 puntos) y Países Bajos (67,8 puntos).
Entre los puestos 11 y 20 aparecen otras economías europeas como Finlandia, Alemania, Francia, Austria, Bélgica y Luxemburgo, que ocupan respectivamente los escalones 11, 12, 13, 14, 15 y 20. También figuran Taiwán (puesto 16), Israel (puesto 17), Chile (18) y Emiratos Árabes (19).
Lo bueno y lo malo
El índice toma como referencia catorce indicadores. España obtiene una nota de 45,3 puntos, aunque nuestra puntuación es superior o inferior en las distintas subcategorías analizadas. Por ejemplo, en el pilar dedicado a medir la calidad de la formación superior sacamos 68 puntos. Otro ejemplo está en la variable que mide la aceptación social del riesgo que asumen los emprendedores (66 puntos).
También salimos mejor parados en la subcategoría de networking (62 puntos), en la medición sobre la sofisticación de las nuevas empresas (54 puntos) o en el pilar dedicado a la adaptación tecnológica (75 puntos). Además, nuestra nota también es aceptable en lo tocante a la innovación de procesos (55 puntos) o el dinamismo inversor (56 puntos).
Pero nuestra nota general queda lastrada por el mal resultado que cosechamos en otros ámbitos de estudio. Por ejemplo, como la mayoría de las nuevas empresas se constituyen por necesidad y no por identificación de nuevas oportunidades de negocio, arrastramos una mala puntuación en las subcategorías de oportunidades (39 puntos), innovación de productos (32 puntos) o aceleración del crecimiento (27 puntos).
También salimos penalizados en los pilares del informe dedicados a medir el apoyo sociocultural que reciben los emprendedores (33 puntos), el capital humano de la fuerza laboral (39 puntos), el dinamismo competitivo (41 puntos) o el grado de internacionalización del proyecto medio (26 puntos).
Si España acabase con las trabas que impiden un boom emprendedor y mejorase su nota en el índice apenas un 10%, nuestro resultado rebasaría la barrera de los 50 puntos y nuestro país entraría en el top 30, colocándose a la altura de Corea del Sur y muy cerca de Japón. El informe apunta que, en el caso de producirse este cambio a mejor, el PIB español podría aumentar en 195.000 millones de euros, alrededor de un 20%.
El vínculo entre emprendimiento y PIB
El vínculo entre los niveles de emprendimiento y el PIB queda demostrado a lo largo y ancho del informe, como muestran las siguientes gráficas:
También hay una relación muy fuerte entre la capacidad tecnológica de los países y el grado de emprendimiento que registran:
