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Así es el magnate empresarial Andrej Babis, el 'Donald Trump' checo

Tiene un patrimonio de 3.000 millones. Sus empresas emplean a 35.000 personas. Como ministro de Finanzas equilibró el presupuesto.

Tiene un patrimonio de 3.000 millones. Sus empresas emplean a 35.000 personas. Como ministro de Finanzas equilibró el presupuesto.
Babis, nuevo referente político de República Checa

Andrej Babis es el segundo hombre más rico de la República Checa. Se estima que su patrimonio ronda los 3.000 millones de euros. A comienzos de los años 90, puso en marcha dos compañías que hoy dan empleo a 35.000 trabajadores. La primera, AGROFERT, es un holding que agrupa más de doscientas sociedades dedicadas a sectores tan dispares como la energía, la agricultura, la construcción o la alimentación. La segunda, MAFRA, es un grupo de medios que edita algunos de los periódicos más leídos del país y también posee un canal de televisión.

Con este bagaje a sus espaldas, Babis entró en política hace cinco años, creando un movimiento político que denominó Acción de Ciudadanos Desafectos. La mayoría de los politólogos describe a la formación como un proyecto centrista, que gira en torno al liderazgo carismático de Babis y que no duda en adoptar un discurso populista con el que desacreditar a los partidos políticos tradicionales. A nivel europeo, la agrupación del magnate checo está integrada en el mismo grupo del Parlamento Europeo que Ciudadanos.

En 2013, Acción de Ciudadanos Desafectos se presenta por vez primera a las elecciones generales. Logró el 19% de los votos, convirtiéndose en la segunda lista más votada. Babis ascendió entonces al cargo de ministro de Finanzas, en el marco de un gobierno de coalición con el Partido Socialdemócrata.

Redujo el peso del Estado y equilibró el presupuesto

Desde el Ejecutivo, Babis impulsó una política de contención del gasto, de modo que el peso del Estado bajó del 45% al 40% del PIB. La recaudación se mantuvo más o menos constante en el entorno del 40% del PIB, sin que el empresario introdujese grandes cambios tributarios.

Esta combinación dio como resultado el primer superávit fiscal en veinte años, un logro del que Babis se ha mostrado particularmente orgulloso. En términos de endeudamiento público, su llegada al ministerio de Finanzas se produce tras un aumento de la deuda del pasivo estatal hasta niveles cercanos al 45% del PIB. No obstante, Babis recortó estas obligaciones hasta dejarlas en el 38% del PIB.

La economía checa venía siguiendo una trayectoria un tanto volátil tras el estallido de la Gran Recesión. En 2008 se mantuvo el crecimiento, en tasas del 2,7%, pero en 2009 se produjo una honda caída de la actividad, con una reducción del PIB equivalente al 4,8%. Hubo cierto crecimiento en 2010 (2,3%) y 2011 (2%), pero la República Checa volvió a entrar en recesión en 2012 (-0,8%) y 2013 (-0,5%). Sin embargo, coincidiendo con la etapa de Babis al frente de la cartera de Finanzas, el PIB volvió a entrar en terreno positivo, con un crecimiento del 2,7% en 2014, el 4,5% en 2015, el 2,5% en 2016 y el 2,7% en 2017.

En clave de empleo, la evolución también ha sido positiva. Babis llega al poder tras cinco años de estancamiento laboral en los que la tasa de paro se mantiene más o menos constante en torno al 7%. Sin embargo, entre 2013 y 2017 se revirtió ese estancamiento y el desempleo empezó a caer, hasta situarse ahora en el entorno del 4%.

Camino al gobierno

El bagaje económico de Babis impulsó los resultados de su partido, que en 2014 gana las Elecciones Europeas y se hace con la alcaldía de Praga. Más difíciles fueron los años 2015 y 2016, marcados por diferencias internas que resultaron en varias escisiones a nivel local. Sin embargo, Babis lidera todas las encuestas de cara a las elecciones generales del 22 de octubre. Su intención de voto, cercana al 25%, choca con la del aún primer ministro, Bohuslav Sobotka.

Aunque Babis participó en el gabinete de Sobotka como ministro de Finanzas, ambos se enfrentaron de forma dramática el pasado mes de mayo, cuando el premier le cesó de su cargo y le acusó de cometer fraude fiscal al frente de una de sus grandes empresas. También está en marcha una investigación que considera un posible fraude en el cobro de subvenciones europeas para un proyecto hotelero.

"La izquierda y la derecha tenían el mismo programa: poder y dinero. Ahora vuelven a coincidir: unos y otros están contra mí. Dicen que soy un peligro para la democracia, pero no lo soy. Estoy aquí para limpiarla de corrupción". Así se defendió Babis cuando el Financial Times le preguntó por estas cuestiones. Desde entonces, ha llegado a ser acusado de colaborar con la KGB, pero las encuestas no parecen reflejar un desgaste en su candidatura.

Euroescepticismo, la norma en República Checa

El empresario, que ha sido comparado con Silvio Berlusconi o Donald Trump, mantiene un discurso euroescéptico, como viene siendo habitual entre los líderes políticos de la República Checa. Según el Eurobarómetro, solo los ciudadanos griegos tienen un mayor recelo al proyecto comunitario, de modo que la retórica de Babis se enmarca dentro de lo predecible.

Babis ha cargado contra la política migratoria de la UE y también se ha mostrado receloso ante la posibilidad de entrar en la Eurozona. No obstante, su figura no despierta tanta preocupación en Bruselas como ocurre con los líderes húngaros o polacos. De momento, Babis anuncia que su plan es gobernar durante un único mandato y declara que su prioridad será aumentar la eficiencia de las Administraciones Públicas, profundizar en la reducción del desempleo, mantener el superávit fiscal y renovar las infraestructuras del país.

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