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Maduro prohíbe a los trabajadores de PDVSA usar las redes sociales

Los empleados de la petrolera estatal tan sólo podrán seguir en redes sociales las cuentas autorizadas por el Gobierno.

Los empleados de la petrolera estatal tan sólo podrán seguir en redes sociales las cuentas autorizadas por el Gobierno.

Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA) es la empresa pública venezolana encargada de explotar, producir, vender y transportar el petróleo del país -Venezuela es el país con las mayores reservas de crudo de todo el mundo-. De hecho, la revista Fortune la incluye dentro de las 500 empresas más grandes del mundo.

Desde 1999 -año en el que se aprobó la Constitución de Hugo Chávez-, el Ministerio del Poder Popular para la Energía y el Petróleo posee la totalidad de las acciones de la empresa. En la Carta Magna chavista se aprobó que PDVSA tiene el monopolio exclusivo de los hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo venezolano. Además, quedó prohibido la venta de acciones a particulares.

Ahora, la empresa pública y la empresa mixta Perforosven -constituida entre PDVSA y la empresa estatal rusa Rosfnet- han enviado una misiva a sus trabajadores mediante la cual prohíben seguir a cuentas no oficiales en las redes sociales. "Queda terminantemente prohibido usar, y seguir a personas en las redes sociales, (Twitter, Facebook o cualquier otra) salvo las únicas autorizadas por la Corporación como de carácter oficial", señala el escrito.

Además, advierten de que, de no seguir este mandato, los empleados públicos de la empresa podrán enfrentarse a sanciones disciplinarias o al despido.

En Twitter esta decisión ha comenzado a armar un gran revuelo. La periodista venezolana Maibort Petit se quejaba de que han prohibido a los trabajadores seguirla en las redes sociales. "Una acción que deja claro ante el mundo civilizado la naturaleza dictatorial del régimen de Nicolás Maduro y sus cómplices. El hambre de libertad de los venezolanos no la confiscan los delincuentes", denunciaba públicamente.

PDVSA toca fondo

La empresa estatal está envuelta en diversos casos de corrupción. La mala gestión de la compañía no solo ha sido un varapalo para sus cuentas y para el país -Venezuela depende de la exportación petrolera-, sino que también lo ha sido para la producción. En diciembre de 2017, la producción de barriles diarios cayó un 11,75% y alcanzó su registro más bajo en 30 años.

En enero renunciaron a sus puestos de trabajo 10.000 empleados de PDVSA -la empresa afronta una crisis por falta de mano de obra-. Incluso, la CNN emitió un reportaje hace solo unos días alertando del colapso que está viviendo la compañía pública y de la amenaza que supone las renuncias masivas de los trabajadores. Iván Freites, portavoz de la Federación de trabajadores de PDVSA, habló de la gravedad de la situación: "No podemos seguir con un Gobierno que ofrece miseria. PDVSA está a punto de colapsar y el colapso significa 110.000 trabajadores en la calle".

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