Madrid arde, el termómetro marca 33 grados. Son las 18:00h de la tarde y frente al Congreso de los Diputados se agolpan varios furgones policiales. Se espera una macro manifestación de las feministas en la Plaza de las Cortes frente al Congreso de Diputados. Sin embargo, un grupo de agentes en corrillo parece relajado y charla: "Aquí no viene ni dios hoy, demasiado calor me parece", comenta uno de los efectivos a su compañero. De repente, cruza el paso de peatones un centenar de personas. Señoras todas con una edad media que ronda de los 50 a 70 años. Bien vestidas y muy sonrientes hacen bromas entre ellas y desenrollan una pancarta con el color morado, ya tradicional entre las feministas, que reza: "Contra las violencias machistas. Compromiso=Presupuesto".
Unas señoras portan un cartel en el que señalan que forman parte de la "Asociación de Mujeres de Carabanchel". Vienen muy dispuestas, pero se quedan fuera de juego. La primera plana, detrás de la reivindicativa pancarta ya está al completo, no tendrán protagonismo ante la decena de fotógrafos de prensa que allí se agolpan. Rezagadas y con el rostro visiblemente fruncido se quedan al margen y no participan de las cantinelas y gritos de las casi 200 personas que allí se han congregado.
Algunas muestran su decepción por el poco éxito de la concentración. Una de las manifestantes murmura: "Yo esperaba que Antonia viniera, pero claro, es que con este calor....".
Quizás las altas temperaturas han hecho que la lucha para algunas no fuera imprescindible. Aún así, las feministas allí presentes no se cortan un pelo en pedir lo que quieren y chillarlo con megáfono frente al Congreso. "¡Menos lacito y más dinerito!", "¡Dónde están, no se ven las medidas del PP!" La señora que lleva la voz cantante agrega al final de esta última cantinela: "¡Y la pasta! ¡Queremos la pasta!" Acto seguido se ríe y sus compañeras le devuelven miradas cómplices acompañada de grandes sonrisas.
A pesar de que los estribillos los entonan con voz débil, todas tienen un lema en común y no dudan en manifestarlo: "¡Basta ya, ni una más, 200 millones ya!". En ese momento, una veintena de mujeres se coloca en las primeras posicionas, llama la atención la pegatina que llevan en sus camisas: "PSOE. 200 millones YA". Una de las señoras socialistas se hace con el megáfono y todas cantan al unísono y con gran ímpetu lo que les va marcando la mujer: "¡Esto nos pasa por un gobierno facha!, ¡Dónde están, no se ven, las mujeres del PP!". Todo un clásico que no podía faltar.
Continúan las peticiones en la línea que tenían planeada, para eso están allí. "¡Sin presupuesto no hay protección!" "¡No nos moveremos hasta que nos deis el dinero!" Han pasado 20 minutos y una decena de YayoFlautas se unen a la causa, pero no a las cancionzuelas. Las mujeres se animan y empiezan a bailar tras la pancarta morada. Entre risas, el jolgorio continúa y avanzan corriendo hacia delante y después hacia atrás. Mueven todas juntas la tela de plástico, como si de un capote de torero se tratase. A su vez, vocean: "¡Ueeee, ueeee!"
Una mujer de pelo canoso no deja de hablar con la prensa, es trabajadora del Estado y cuenta que están allí porque "Rajoy ha roto el pacto de Estado y su compromiso con la Violencia de Género". Y añade: "Nos han dado 80 millones de euros, pero nos dijeron 200". Por su parte, el Gobierno popular contestó que "el resto del dinero corría a cargo de las Comunidades Autónomas", aunque esto no parece haber convencido a las feministas allí concentradas.
Han pasado 40 minutos y el palmeo se resiente. Un grupo de jóvenes extranjeros se para ante la miniconcentración y sacan sus cámaras. Las mujeres parecen animarse al verlos y algunas hacen hasta una simpática coreografía: "¡Dónde está el presupuesto matarile rile rile, dónde está el presupuesto matarile rile rón. Chimpón!"
La esquina izquierda de la pancarta parece percartarse de que quizás estén demasiado alegres para un asunto tan dramático y cambian el tono: "¡Rajoy dimite las mujeres no te admiten!, ¡No queremos un machista más! ¡Ni una muerta más!". Pero el momento de seriedad se esfuma en un minuto. Tal y como piden paz, piden guerra: "Vamos a quemar este Congreso por machista, vamos a quemar este Gobierno patriarcal, vamos a quemar este Gobierno por machista y patriarcal", al tiempo que mueven las caderas de un lado a otro al ritmo del amenazante estribillo.
Tras esto, algunos fotógrafos de prensa se marchan. Puede que haga mucho calor como para aguantar encima un incendio. Son las 18:45h y, a pesar de que han dicho que no se iban a mover de allí hasta "que no se les diga que van a subir el presupuesto destinado a sus organizaciones y delegaciones de la mujer", algunas ya se sientan en los bancos, otras, beben agua. La pancarta se enrolla al poco tiempo.