"Madrid y Barcelona han llegado al tope en sus centros urbanos. El desplazamiento masivo de la población a los barrios de la periferia es latente", comunica Ferrant Font, director de estudios de Pisos.com. Lo que es menos conocido, quizás, son las razones que realmente están motivando la emigración de los cascos céntricos a las zonas extrarradiales.
Una de las causas es la subida de los alquileres que alcanza máximos históricos en barrios como El Retiro madrileño o el Eixample en Barcelona. Pero no sólo sería una cuestión de bolsillo la que ha llevado a cientos de urbanitas a huir despavoridos. Los expertos auguran un cambio de mentalidad radical en España, dando lugar a nuevas generaciones jóvenes que se han hartado de vivir en 40 metros cuadrados pagando 800 euros al mes.
Los datos reflejan este giro en las transacciones del mercado inmobiliario. El 70% de la compraventa, según estimaciones del portal Pisos.com, está localizado en urbanizaciones de barrios periféricos y municipios que colindan con las grandes capitales españolas.
"La clase media ya puede vivir como un rico"
"La gente quiere vivir bien, como ricos, hasta los comunistas se aburguesan. Mira a Pablo Iglesias e Irene Montero, se han comprado un chaletazo con piscina en Galapagar", comenta sonriendo Marta Marañón, directora de marketing de la Inmobiliaria Activitas. "Los promotores se han lanzado a construir lo que el mercado está demandando: pisos con zonas comunes, piscina, jardines, garaje y trastero. Si es en la periferia de la ciudad, a los nuevos compradores no les importa. Es más, están deseando tener cualquier oportunidad para mejorar su calidad de vida. Ya nadie compra una inmueble nuevo que no disponga como mínimo de garaje y jardines".
El estilo americano parece haber llegado a nuestro país. Los famosos chalets adosados, clásicos de las macrourbanizaciones estadounidenses, se encuentran entre los formatos de vivienda más buscados por la clase media trabajadora. "Estamos asistiendo a una transformación sociológica. Antes, vivir en el centro de la ciudad era síntoma de estatus, poder, y además te facilitaba disponer de un cine cerca de casa, tiendas de ropa, bares y fiesta, pero ahora ya no", asegura Fonts. Pero, ¿qué ha pasado?
Exurbanitas y Modern Familys
Factores como las aglomeraciones, los atascos, la contaminación, el ruido, el fenómeno de la turistización, el reducido tamaño de los pisos o los problemas para aparcar, agravan el estrés de muchos vecinos que se sienten asfixiados en la urbe. "Hace quince años las zonas extrarradiales eran páramos, vivir allí era muy complicado. Para comprar el pan tenías que coger el coche y recorrer tres kilómetros, pero ya no", declara Fonts.
"Los complejos residenciales cuentan con todo tipo de servicios en sus alrededores, supermercados, bancos, colegios y grandes centros comerciales con cines. No falta ya de nada", confiesa Marañón. Anaís López García, directora de comunicación de FotoCasa, tiene claro que "la gente busca vivir en una casa amplia. Vemos cómo parejas, familias y profesionales liberales solteros quieren tener espacio con dos o tres habitaciones y una terraza donde desayunar. En definitiva, vistas a la naturaleza sin tener que ver las sábanas del vecino tendidas a dos metros de su balcón".
"Ya es posible tener un hogar con los lujos de un rico. El precio medio de una hipoteca de una vivienda con piscina común en Valdemoro oscila en los 600 euros mensuales", garantiza Marañón.
Pedro y su novia Melisa viven de alquiler cerca del barrio de La Latina. Son madrileños urbanitas, pero han cambiado su forma de pensar en los últimos años. "Nos vamos a las afueras, es más barato y se vive como un rey. Mientras esté comunicado no nos importa. Estoy harto del centro", espeta Pedro. "Estamos buscando una casa con tres habitaciones por si queremos tener hijos en el futuro. La periferia es la mejor opción", sentencia el joven.
El nuevo ladrillo encauza su modelo urbanístico hacia los anhelos de los exurbanitas. Las fashion urbanizaciones fascinan. Lugares como Villalba, Valdemoro, Valdebebas, Boadilla del Monte, Isla Azul o Mostoles están experimentando este boom ladrillesco que imita al American Styley donde ya viven Modern Familys.