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'Crowdfunding' o cómo financiar un proyecto mediante el micromecenazgo

Cómics, discos, cortometrajes, juegos de mesa, proyectos benéficos, cualquier idea puede financiarse mediante este sistema.

Cómics, discos, cortometrajes, juegos de mesa, proyectos benéficos, cualquier idea puede financiarse mediante este sistema.
Internet ha creado un nuevo sistema que da alas a todo tipo de proyectos | Pixabay/CC/Tumisu

Sacar adelante un proyecto es complicado y requiere de una buena idea, esfuerzo y, sobre todo, recursos económicos. Para aquellos que tengan ahorros o un gran respaldo, como una empresa o fundación, no es tan complicado ver cómo una idea sale a la luz. En cambio, no todo el mundo tiene tantas facilidades, especialmente los que estén empezando.

Internet ha impulsado una nueva manera de dar alas a estos proyectos: el crowdfunding. Se trata de una red de micromecenas que realizan pequeñas y medianas aportaciones monetarias. Estas plataformas son el fiel reflejo de que con granitos de arena al final se consiguen crear grandes castillos. Cómics, discos, cortometrajes, juegos de mesa, proyectos benéficos... Cualquier idea puede financiarse mediante este sistema. Para ello existen diferentes portales dependiendo de cada producto o servicio.

Cuatro sistemas de ‘crowdfunding’

Actualmente, en el mercado español existen cuatro sistemas de micromecenazgo: de inversión, préstamos, recompensa y donación. Los futuros promotores deberán evaluar estas cuatro opciones para lanzar su campaña.

El equity crowdfunding o de inversión permite a cualquier persona obtener financiación con aportaciones de promotores a través de plataformas como Startupxplore, Crowdcube y Housers. La diferencia con respecto al resto de sistemas reside en que estos inversores reciben beneficios, rentas, acciones o participaciones de la empresa a la que han respaldado. En cambio, mediante el crowdfunding de préstamo o crowdlending, la recepción del dinero se realiza con un contrato de préstamo con dos modalidades: P2B (Peer to Business) o P2C (Peer to Company).

Por su parte, el sistema de recompensa consiste en una preventa de ciertos productos o servicios por parte de los promotores a un precio inferior al de mercado. De esta manera, se incentiva a los potenciales mecenas a colaborar en la campaña. Las plataformas Verkami, Ulule, Goteo y Lánzanos se incluyen en esta categoría.

El crowdfunding más expandido es el de donación. En esta modalidad se realizan ingresos monetarios sin esperar nada a cambio, suelen estar dirigidos a proyectos sociales. A veces, el sistema de recompensa y el de donación se fusionan.

Dentro de esta última tipología, se encuentra la plataforma Migranodearena. Esta organización sin ánimo de lucro impulsa proyectos de asociaciones y fundaciones y no apoya causas personales. "Estamos muy atentos a todo el contenido para que no exista ningún tipo de fraude y realizamos un gran filtro. Trabajar con organizaciones supone una garantía", asegura a Libre Mercado Gisela Varias, gestora de proyecto de Migranodearena. El filtro del que habla Varias consiste en una serie de formularios y documentos bancarios que deben completar las organizaciones con sede en España. De esta manera, han conseguido acoger más de 6.000 campañas y recaudar casi 7 millones de euros desde 2009.

A diferencia de otros portales, Migranodearena entrega todos los fondos recaudados aunque no se haya alcanzado el mínimo fijado porque "entendemos que cada euro recaudado tiene valor para los promotores". Esta plataforma cobra una comisión del 4% con el único fin de mantener el proyecto.

El lado más solidario del ‘crowdfunding’

Un ejemplo de que las ONGs y asociaciones también tienen un hueco en el micromecenazgo se encuentra en MASI (Monitores de Apoyo Social a la Infancia). Esta asociación ha conseguido, por segundo año consecutivo, financiar el campamento de verano que organiza para niños y niñas del sur de Madrid a través de plataformas de crowdfunding.

Este año se han servido de una práctica parecida: el matchfunding. Mediante este sistema, se fija un mínimo y un óptimo. Si se alcanza el límite inferior de recaudación en un plazo cercano a los 40 días, "hay un organismo público que te respalda y te ayuda a llegar al objetivo marcado. En nuestro caso es el doble", asegura José Antonio Rey, miembro de MASI. En cambio, si no se llega al mínimo establecido, el dinero se devuelve a los micromecenas, lo que podría significar que "la gente no confía en tu proyecto".

Gracias a este sistema, 40 niños y adolescentes de 6 a 18 años con pocos medios económicos podrán irse de campamento durante 15 días. El crowdfunding sirve de complemento a las subvenciones públicas y privadas que reciben para poder alcanzar los 16.000 euros que cubrirán los "costes de alojamiento, manutención y transporte". Sin esta financiación colectiva también habrían llevado a cabo el proyecto, aunque "con menos medios". MASI trabaja en los distritos de Latina y Carabanchel para apoyar la infancia desde hace 19 años.

En Libre Mercado

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