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El negocio que arrasa en los mares: "El paddle surf le gana la batalla al hidropedal"

El negocio del paddle surf crece en España. En la mayoría de playas españolas ya se pueden alquilar estas tablas gigantes para remar de pie. 

"Es un moda que está arrasando entre los bañistas que quieren acercarse al surf. Claro, que esto no requiere del esfuerzo físico que realiza un surfero ni por asomo", comenta Mario Castro, un empresario malagueño que compró más de 100 tablas de paddel surf en 2014 y las alquila ahora por las costas andaluzas. En la actualidad, su negocio ha crecido sin necesidad de publicidad ni recurrir a Internet, algo insólito en estos tiempos. Castro, cuenta ya con más de 1.000 tablas distribuidas en Granada, Cádiz y Málaga. "En un principio invertí 6.000 euros. Con lo que ganaba fui reinvirtiendo en la compra de más tablas y accesorios. Ya puedo vivir de ello, sin problemas", asegura el surfero.

Él mismo recuerda cómo el paddle surf "le ayudó a salir de la crisis" ya que llevaba en paro más de dos años. Y es que, a veces, estar ojo avizor a las tendencias del mercado puede salvarte del hundimiento económico. Lo que Mario no esperaba esas tablas de madera lo iban a sacar a flote, a él y a "muchos colegas en el norte de España y el Levante que también se dedican al surf", aclara el deportista.

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No hay que olvidar que nuestro país es una península y las posibilidades de negocio se abren también en el mar. Este fenómeno se extendió hace cinco años por todo el litoral español y hoy en día, apenas existen escuelas de surf que no dispongan del servicio de ocio de las tablas de paddle para navegar. Las claves de su alta demanda radican en que lo pueden practicar bañistas de todas las edades, relaja y da la sensación de estar volando o caminando en la superficie del mar.Eso sí, el equilibrio es importante aunque es un deporte seguro y fácil de practicar.

Alquilar una tabla y remos cuesta alrededor de 20 euros de media durante una hora. Si se solicita el traje de neopreno, el precio se incrementa unos 10 euros más. Los cursillos para aprender a andar por el mar oscilan entre los 60 y 100 euros dependiendo del nivel que se quiera adquirir. El caso es que aunque parezca fácil a primera vista, las piernas juegan un papel fundamental y si uno es bastante torpe, necesita de un monitor. Y claro, de nuevo suena la caja registradora para las escuelas surferas. No está nada mal.

Hidropedales versus Paddle Surf

"Los hidropedales siguen alquilándose pero son más engorrosos y no te da la misma sensación de libertad que te ofrece un tabla de paddle surf. Ahora, la tendencia es alquilar una tabla. Lo podemos observar a la orilla de cualquier playa, si miramos a nuestro alrededor siempre hay alguien entrando al mar para practicarlo, en el agua remando o saliendo para descansar", confiesa Pablo Ortiz, compañero y socio reciente de Mario.

Las grandes cadenas de deportes ya incorporan todo el material para satisfacer las necesidades de estos neosurferos . Decathlon incluye tablas para largas travesías desde 299 euros con el conjunto de remos hasta 1.499 euros la más cara. Esta diferencia de precios tan abismal se debe a los diferentes prototipos y modelos. Entre ellas encontramos la SUP de travesía ocasional, la SUP de travesía regular o de carrera y la tabla SUP para coger olas y surfear. Estas últimas son de menor tamaño y destinadas a clientes que ya dominen los mares bravíos. En Amazon la unidad más vendida es la tabla de Paddle Surf Hinchable Hydro-Force Oceana con remos de aluminio por 351,15 euros. Pero, el problema de la compra está en ¿dónde guardamos una tabla de más de 3 metros de longitud? "Es otro de los motivos por lo que funciona el renting del Surf de Pala", recalca Ortiz.

Terapia sobre el mar

La enormidad de la tabla permite que se puedan llevar a cabo otro tipo de actividades. Y del negocio del surfeo con pala se han derivado otros subtipos. Practicar yoga sobre las olas es lo más trendy y más regalado en las vacaciones. Groupon ya cuenta con cupones que suelen ser el regalo estrella para los que cumplen años en verano.

A Cristina de Medrano, campeona de esquí que sufrió un grave accidente, el paddle surf la sacó de su particular crisis al igual que a Mario. Ahora, imparte clases de yoga sobre la mar salada. Consiguió 16 medallas internacionales de esquí acuático y tras apartarse de la competición decidió lanzarse al yoga-surf. Sus videos en Youtube se han hecho virales y en ellos la deportista de élite asegura que "es una auténtica terapia".

Liberarse del estrés puede costar unos 40 euros la hora de media por clase. Su alto precio se debe a la gran demanda y a los pocos monitores que se dedican a ello. "Es otro nicho de mercado aún por explotar. A la gente le gusta y nosotros ya estamos trabajando en organizar una escuela propia, pero encontrar profesionales de esta modalidad tan nueva es difícil. Está claro que hay que "tener tablas" para subirse a hacer flexiones y no caerte al agua ", se ríe el empresario.

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