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La propuesta de Trump deja en evidencia a la UE: en Europa es más caro importar mercancías

La UE y EEUU alcanzan un acuerdo para cerrar su disputa comercial e iniciar una "nueva fase". 

Acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos hacia un comercio con "cero aranceles". Ambas partes quieren evitar la guerra comercial e iniciar una "nueva fase" en sus relaciones económicas en la que trabajarán, por ejemplo, a través de una reducción de los aranceles a productos industriales.

Así lo anunciaron ayer miércoles el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una declaración conjunta ante los medios de comunicación que no estaba prevista antes de que comenzaran su reunión en la Casa Blanca, que ha durado aproximadamente dos horas y media. "Hoy es un gran día", ha celebrado el presidente norteamericano. "Cuando fui invitado por el presidente (Trump) a la Casa Blanca tenía la intención de conseguir un acuerdo, y hoy hemos conseguido un acuerdo", ha manifestado Juncker.

Antes de celebrarse la reunión, Trump anunció en Twitter, su canal de comunicación fetiche, su idea para evitar la inminente guerra comercial. El presidente de los Estados Unidos avanzó que propondría a Juncker la derogación de todos los aranceles mutuos.

"La Unión Europea (UE) viene mañana a Washington a negociar un acuerdo comercial. Tengo una idea para ellos. ¡Tanto EEUU como la UE suprimimos todos los aranceles, restricciones y subsidios! ¡Eso sería finalmente comercio libre y justo!", publicó.

Lo cierto es que, con los datos sobre la mesa, la Unión Europea tienes unos aranceles más elevados que Estados Unidos. El tipo general, según los datos del Banco Mundial, es del 2% en Europa y del 1,7% en el país americano. Ese porcentaje es la media de todos los productos. Si, por ejemplo, se toma el impuesto fronterizo a los coches, se observa que los Estados Unidos aplican un 2,5% sobre el valor total y la UE lo grava con un 10%, mientras que Japón no pone ningún impuesto de entrada a los vehículos.

En la Unión Europea existen, a grandes rasgos, tres tipos de aranceles. El primero de ellos, conocido como ad-valorem, es el más común y se le aplica un arancel del 10%. Es muy simple de calcular, si un vendedor de un país no comunitario quiere vender en Europa un ordenador de 1.500 euros, debe pagar un tributo de 150 euros, que recaería en el precio final. Es decir, lo paga el consumidor. El otro arancel fijado es el que se aplica sobre una cantidad relacionada con el producto. Por ejemplo, si se importa trigo, se pone un tipo de arancel de 148 euros por cada tonelada. 4.000 kilos suponen un desembolso de 592 euros para el vendedor.

El último tipo de arancel es el que mezcla el ad-valorem con el especifico. En un ejemplo práctico que aparece en la web de la Cámara de Comercio se explica así: "Para una importación de 5.000 kgr. de cacao con un valor de 3.500 € el derecho de arancel seria: 3.500 * 8 % = 280 €; 50* 41.9 = 2.095 €; Importe total a pagar 280 € + 2.095 € = 2.375 €".

Aparte del tributo, en la Unión Europea se ponen una serie de normativas que se deben cumplir para poder ser comercializadas, en algunos casos estas restricciones dificultan en un alto grado las importaciones. Si un consumidor compra cualquier producto en Europa verá que aparece la marca CE, que es la que certifica que ha cumplido con lo establecido por la UE.

En el caso de la agricultura, para los productores extranjeros es bastante complicado exportar al Viejo Continente. En primer lugar, deben afrontar altos costes aduaneros que, como resultado, generan un producto más caro en el mercado. Además, las subvenciones que la UE da a los agricultores a través de la PAC, hacen que la diferencia entre el precio del trigo europeo y el africano sea notable.

¿Dónde es más fácil importar?

Una de las mejores maneras de verlo es a través de la balanza comercial, que mide la diferencia entre exportaciones e importaciones. En el caso europeo, 2017 terminó con un superávit de 26.300 millones de euros. Las exportaciones llegaron a los 197.500 millones, mientras que las importaciones se quedaron en los 171.200 millones de euros. La diferencia con Estados Unidos es brutal. El país norteamericano exportó por valor de 1.369.146 mil millones. Mientras que importó por valor de 2.132.862 mil millones. Una diferencia de 763.716 mil millones de euros.

Desde que Barack Obama llegó a la Casa Blanca la política comercial de Estados Unidos comenzó a cambiar. El expresidente aprobó más de 600 normas para proteger el comercio interior y elevó un 522% el impuesto para el acero laminado en frío. Donald Trump ha hecho lo propio subiendo el impuesto un 25%.

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