Julio no ha sido un buen mes en materia económica. Tras el menor crecimiento registrado en el segundo trimestre, parece que esta tendencia se mantiene, a la vista de los últimos indicadores publicados. El sector privado, auténtico motor de la economía, acaba de registrar el peor avance en 56 meses, según el índice PMI compuesto elaborado por Markit. De hecho, España registra la peor lectura entre las grandes potencias del euro, con apenas 52,7 puntos -una puntuación por debajo de 50 indica contracción económica-.
La media de la zona euro se situó en 54,3 puntos, su nivel más bajo en dos meses, después de que sólo Alemania mejorase sus cifras de actividad. Entre las economías analizadas, Irlanda registró en julio el mayor dato de PMI compuesto, con 56,8 puntos, su mínima en 4 meses, por delante de los 55 puntos de Alemania, su máxima en 4 meses, así como de Francia, con 54,4 puntos, su mínima en 2 meses, y de Italia, con 53 puntos, su peor lectura en 2 meses.
El factor principal responsable de un crecimiento más lento de la actividad total fue un incremento más débil de los nuevos pedidos recibidos, el más lento en más de un año y medio Aunque las empresas continuaron mostrándose optimistas de cara a los próximos doce meses, el grado de confianza descendió hasta su mínimo de 20 meses, después de que el dato mejorase ligeramente en Alemania y Francia, pero disminuyera en Italia, España e Irlanda.
La creación de empleo se frena
Por su parte, la Seguridad Social sumó 35.819 nuevos afiliados, hasta un total de 19.042.810, la mayor cifra global de los últimos diez años, mientras que el paro bajó en 27.141 personas, hasta un total de 3.135.021, la cifra más baja desde diciembre de 2008. Se trata, por tanto, de las mejores cifras de la última década.
Sin embargo, si el análisis se centra tan sólo en el mes de julio, el resultado resulta, como mínimo, decepcionante, sobre todo en afiliación. Y es que, esos 35.819 nuevos cotizantes es la cifra más baja en un mes de julio desde 2013, cuando se registraron 32.890 afiliados, momento en el que España comenzaba a salir de la recesión económica. El empleo sigue creciendo, sí, pero en 20.000 personas menos que hace justo un año y casi la mitad de lo que prevía, por ejemplo, BBVA Research (67.800 personas).
A este respecto, la citada entidad constata que la creación de empleo se moderó en el inicio del tercer trimestre, ya que la ocupación ha perdido "tracción". Una vez eliminado el efecto estacional, que permite analizar la evolución del mercado laboral con independencia del momento del año, se observa que el número de afiliados tan sólo aumentó en 25.000 personas, unos 20.000 menos que en el promedio del segundo trimestre.
Todos los sectores experimentaron una evolución del empleo algo peor que la anticipada, aunque los servicios registraron el mayor frenazo, con un aumento de 58.600 personas frente a los 77.100 previstos por BBVA Research.
Pese a ello, el desempleo se comportó en julio en línea con lo previsto, tras caer en algo más de 27.000 personas frente a las estimaciones iniciales de 31.000. De hecho, el descenso relativo del paro fue similar al registrado hace un año, aunque se situó por debajo de la reducción promedio de los meses de julio de la última década. Los servicios y la construcción explicaron más de la mitad de la reducción del desempleo en julio.
