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Hacienda quiere disparar un 140% los impuestos sobre el ahorro de las rentas altas

Las rentas de más de 150.000 euros pasarían de pagar una media de 11.700 euros al año por los rendimientos de sus ahorros a más de 28.000.

Las rentas de más de 150.000 euros pasarían de pagar una media de 11.700 euros al año por los rendimientos de sus ahorros a más de 28.000.

Nueva reunión bilateral entre PSOE y Podemos para tratar de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2019 y nueva idea encima de la mesa para subir los impuestos. En este caso, la propuesta consiste en elevar el IRPF que abonan las "rentas altas", aunque, por el momento, ambos partidos difieren sobre el umbral a partir del cual aplicar tal incremento.

Los socialistas plantearon en la reunión del pasado miércoles subir el IRPF a las rentas de más de 150.000 euros al año, mientras que Podemos ha puesto su objetivo en todos aquellos contribuyentes que ganen más de 60.000. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó el pasado jueves que el Gobierno está dispuesto a explorar el incremento de este tributo, a pesar de que, hasta hace poco, había rechazado esta posibilidad.

De este modo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, retoma una de sus promesas electorales, consistente en subir cuatro puntos, hasta el 26,5%, el tramo estatal del IRPF a partir de 150.000 euros, con lo que el tipo marginal volvería a situarse, una vez sumado el tramo autonómico, en el 52% que, como máximo, aplican Asturias, Andalucía y Cataluña. Esta medida lograrían recaudar unos 400 millones de euros extra al año, según los cálculos que maneja Hacienda.

Pero es que, además, el plan inicial del PSOE también incrementaría los tipos sobre el ahorro, que hoy oscilan entre el 19% y el 23%, hasta un máximo del 30% para aquellos contribuyentes que obtienen más de 50.000 euros por sus inversiones e ingresan más de 150.000 euros al año. En este caso, el Ejecutivo estima una recaudación adicional de 1.500 millones, con lo que el sablazo ascendería a un total de 1.900 millones anuales.

Aunque los socialistas insisten en que no hay nada cerrado, este planteamiento ya supondría per se una histórica subida fiscal para las rentas más altas. Así, tal y como reflejan las estadísticas de la Agencia Tributaria, un total de 91.408 declarantes ingresaron más de 150.000 euros en 2016 -último dato disponible-, de modo que apenas representan el 0,46% de los contribuyentes. Sin embargo, a pesar de que su número es muy escaso, aportaron más de 8.000 millones de euros en IRPF, una cifra equivalente al 11% de la recaudación total (algo más de 70.000 millones). Hoy por hoy, las rentas altas abonan una media de 88.000 euros al año en concepto de IRPF.

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Dejando a un lado las rentas derivadas de alquileres y actividades económicas, dentro de esa cuantía cabe distinguir, a su vez, entre dos tipos de ingresos que conforman el grueso de la base imponible: trabajo y ahorro. Este reducido grupo de contribuyentes abonó unos 5.890 millones de euros por las rentas del trabajo, el 9,8% del total, a una media de 64.400 euros por cabeza, mientras que la tributación sobre el capital mobiliario recaudó algo más de 1.000 millones de euros en 2016, el 38,5% del total, lo que supone una media de 11.700 euros por declarante.

El capital mobiliario conforma la mayoría del ahorro, ya que incluye el pago de intereses proceden de depósitos, bonos, obligaciones y, en general, títulos de renta fija, así como los dividendos de acciones y las plusvalías obtenidas por la transmisión de cualquier tipo de valores mobiliarios percibidos durante el ejercicio fiscal.

El plan del PSOE supondría un palo extra de 400 millones en la parte del IRPF destinada a gravar el trabajo, de modo que la recaudación en este tramo subiría hasta rozar los 6.300 millones. Esto equivale a una subida fiscal de 4.380 euros por contribuyente, un 6,8% más, elevando así la factura a una media de 68.758 euros al año.

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Sin embargo, el gran golpe no se centraría en las rentas del trabajo, sino en las procedentes del capital. Y es que recaudar los 1.500 millones adicionales que calcula el PSOE disparando los tipos sobre el ahorro supondría elevar la recaudación hasta los 2.570 millones en este segundo tramo del IRPF, un 140% más.

De este modo, las rentas altas pasarían de pagar una media de 11.700 euros por los rendimientos de sus ahorros a más de 28.000 euros al año, unas 2,4 veces más. Es decir, unos 16.500 euros extra, lo que supone una inédita subida fiscal del 140% a nivel recaudatorio.

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En total, el IRPF que abonan estos contribuyentes -sumando trabajo, ahorro y el resto de partidas- pasaría de 8.000 a casi 10.000 millones de euros al año, de modo que la factura media por declarante crecería desde los 88.000 actuales a cerca de 109.000, unos 21.000 euros extra (+24%), siempre y cuando se cumplieran al pie de la letra las estimaciones de recaudación que maneja el PSOE.

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