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Sánchez exigió la dimisión de Monedero, Soria y Moix por casos similares al de Pedro Duque

El hoy presidente del Gobierno rechazaba abiertamente el uso de sociedades para reducir la factura fiscal cuando estaba en la oposición.

Más problemas para el Gobierno de Pedro Sánchez. El presidente está en el punto de mira por su tesis doctoral, sobre la que abundan las sospechas de plagio. Un escándalo similar se llevó por delante a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, que ahora está siendo investigada por presuntos delitos de prevaricación y cohecho. Tampoco es mucho mejor la situación de la titular de Justicia, Dolores Delgado, que está acorralada por el explosivo contenido de sus conversaciones con Baltasar Garzón y el comisario Villarejo.

Pero por si acaso todos estos escándalos no son suficientes para precipitar un adelanto electoral, hoy sale a la luz una nueva polémica. Esta vez el protagonista es Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades. Según avanza OKDiario, el astronauta se compró una vivienda de lujo a través de una sociedad patrimonialcon la que consiguió reducir el pago de impuestos. Dentro de esta sociedad, también tiene su chalé de Madrid, una casa entre Arturo Soria y Conde de Orgaz.

De momento, el Gobierno guarda silencio, pero ¿es sostenible esta postura a tenor de las acciones del líder socialista en escándalos anteriores como los que salpicaron a Juan Carlos Monedero, José Manuel Soria, Manuel Moix y Màxim Huerta? Lo cierto es que la hemeroteca sugiere que no, como detallan los siguientes párrafos.

El caso Monedero

En 2015, se publicó que Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y politólogo de referencia de Pablo Iglesias, creó una sociedad para facturar supuestos trabajos de asesoría prestados al régimen chavista venezolano. Esta estructura le permitió canalizar más de 400.000 euros a través del Impuesto de Sociedades y no del Impuesto sobre la Renta.

Ante las informaciones que revelaron dicha práctica tributaria, Sánchez exigió a Pablo Iglesias que diese un portazo a Monedero por su conducta "inmoral".El líder de los socialistas añadió que se comprometía "con los votantes y con los españoles" a exigir lo mismo a cualquier responsable político de su equipo "que cree una sociedad interpuesta para pagar la mitad de impuestos". "Esa persona estará fuera al día siguiente", declaró Sánchez.

El caso Soria

En 2016, nada más publicarse las informaciones que vinculaban a José Manuel Soria con una sociedad offshore, Sánchez se lanzó a su cuenta de Twitter y apuntó que el entonces ministro de Industria con Rajoy debía "seguir el ejemplo del primer ministro islandés", que dimitió por una revelación similar.

Quien entonces ejercía la portavocía del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, reforzó el mensaje de Sánchez y pidió la apertura de una comisión de investigación sobre este asunto. Sin embargo, el político canario se adelantó a los acontecimientos y comunicó su dimisión unos días después, pese a que el uso de la citada sociedad era legal.

Sin embargo, Sánchez no se conformó con el adiós de Soria y manifestó lo siguiente en un acto de su partido: "Necesitamos un gobierno del cambio ya. Además de las debidas responsabilidades políticas de José Manuel Soria, también debe dar explicaciones el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Este es el Gobierno de la vergüenza. Tenemos que ponerle punto y final".

El caso Moix

En mayo de 2017, con el Partido Popular en el poder y Pedro Sánchez al frente de la oposición, diversos medios se hicieron eco de una información que vinculaba al fiscal jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, con una sociedad panameña que poseía un chalet en España. Tras apenas cinco meses en el cargo, y a pesar de que la inspección del Ministerio Público no encontró motivos para abrir expediente, Moix terminó presentando su dimisión.

Sánchez calificó como "surrealista" y "vergonzoso" que el entonces fiscal jefe de Anticorrupción hubiese empleado una estructura tributaria de este corte. El líder del PSOE, que también declaró que Moix no podía seguir en el cargo "ni un minuto más", reforzó su estrategia de presión de la mano de Isabel Rodríguez. La entonces era portavoz adjunta de Ferraz dijo que Moix debía "seguir el camino del exministro de Industria José Manuel Soria y dimitir". Pero la cosa no acabó ahí: el líder de los socialistas ni siquiera se dio por satisfecho tras el adiós de Moix. De hecho, volvió a comparecer ante los medios de comunicación para afirmar que la dimisión "llegó tarde y mal" y para denunciar que casos así "dañan la salud de las instituciones, que están atravesando una etapa negra".

El caso Huerta

El criterio de Sánchez ante este tipo de escándalos fue algo distinto tras la moción de censura que le llevó a La Moncloa. En junio de 2018, salió a la luz que el recién nombrado ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, fue condenado por intentar deducirse de forma indebida más de 200.000 euros.

Ante las revelaciones sobre el fraude fiscal que cometió Huerta, el ahora presidente barajó mantenerle en el cargo. Medios afines al PSOE publicaron que el mandatario estaba "tranquilo y satisfecho" tras hablar con el presentador y escritor. No obstante, la presión de la oposición y de la opinión pública terminaron forzando el adiós de Huerta, en contra del criterio inicial de un Sánchez que no se refirió al asunto en público.

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