La actividad del sector privado de Italia experimentó durante el pasado mes de octubre su primer retroceso en casi cinco años, según refleja el Índice Compuesto de Gestores de Compra (PMI), que se situó en 49,3 puntos, su peor lectura en 59 meses, alimentando así el temor a una recaída en recesión del país transalpino, cuyo crecimiento se estancó en el tercer trimestre.
En el caso del sector servicios, el índice PMI se situó en 49,2 puntos, frente a los 53,3 del mes de septiembre, registrando así su primera contracción desde mayo de 2016, mientras que en el sector manufacturero el índice PMI bajó a 49,2 puntos desde los 50 del mes anterior, su peor lectura en 46 meses y la primera vez que la actividad en el sector ofrece síntomas de contracción desde agosto de 2016. Una lectura del índice PMI por encima de 50 puntos supone crecimiento de la actividad, mientras que un resultado inferior a este umbral implica contracción.
"Tras un periodo de crecimiento sólido de la actividad, la última encuesta marcó un cambio sustancial de fortunas para el sector servicios, incrementando las preocupaciones de que el crecimiento económico puede aflojarse en el cuarto trimestre", indicó David Owen, economista de IHS Markit.
El crecimiento de la economía italiana se estancó en el tercer trimestre del año en relación a los tres meses anteriores, cuando el PIB del país transalpino creció un 0,2%, registrando así en el primer trimestre completo bajo el nuevo Gobierno de coalición de Liga y 'M5S' su peor evolución económica desde el final de 2014. En comparación con el mismo periodo del año pasado, el PIB de Italia experimentó una expansión del 0,8%, frente al 1,2% de los tres meses anteriores. Se trata del peor dato de crecimiento interanual de la economía italiana desde mediados de 2015.
La zona euro también se debilita
Por su parte, en el conjunto de la zona euro la actividad del sector privado se debilitó en octubre a 53,1 puntos desde los 54,1 de septiembre, lo que representa el peor dato del PMI compuesto desde septiembre de 2016. En el sector servicios, el índice de la zona euro bajó en octubre a 53,7 puntos, frente a los 54,7 del mes anterior, registrando así su crecimiento más débil desde principios de 2017, mientras que en el sector manufacturero retrocedió a 52 puntos desde los 53,2 de septiembre.
"Las empresas de la zona euro experimentaron un decepcionante inicio del cuarto trimestre del año", apuntó Chris Wiliamson, economista jefe de IHS Markit, señalando que la actividad comercial está creciendo a su ritmo más lento de más de dos años y las expectativas han caído hasta su nivel más bajo desde el final de 2014.
En este sentido, el experto advirtió del impacto de las crecientes tensiones comerciales y los aranceles, agravado por el aumento de la incertidumbre política, la creciente aversión al riesgo y el endurecimiento de las condiciones financieras, lo que ha provocado que la desaceleración se haya vuelto más generalizada, englobando cada vez más a la economía del sector servicios.
"Italia ha registrado una desaceleración especialmente notable, cayendo en territorio de contracción en octubre, mientras que Alemania también ha experimentado una preocupante disminución del crecimiento, y ambos países se han visto afectados por la creciente incertidumbre política", añadió Williamson.