El Gobierno ha rebajado una décima, hasta el 2,2%, la previsión de crecimiento económico para este año debido al"mayor ajuste fiscal" que contendrán los Presupuestos Generales del Estado de 2019 al no haberse podido suavizar el objetivo de déficit, según ha anunciado este jueves la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño.
Calviño, en declaraciones a RNErecogidas por Europa Press, ha explicado que los Presupuestos, que se aprobarán mañana en el Consejo de Ministros, se han elaborado con la senda de déficit del anterior Gobierno (1,3% del PIB) en lugar de con los objetivos que quería el Ejecutivo de Pedro Sánchez (1,8% del PIB) debido a que el PP "ha impedido" su aprobación en el Senado.
Por este motivo, ha dicho la ministra, el crecimiento económico para este año se ha revisado una décima a la baja, desde el 2,3% al 2,2%, a pesar de que los datos del último trimestre de 2018, "más positivos de lo esperado", y de que la caída del precio del petróleo, la subida del salario mínimo (SMI) y del sueldo de los funcionarios habrían justificado una revisión al alza de la previsión de PIB.
"Si hubiéramos mantenido la senda de déficit del 1,8% hubiéramos revisado al alza el crecimiento económico, pero un ajuste fiscal más fuerte supone un menor crecimiento", ha subrayado la ministra, que en todo caso ha destacado que la previsión del 2,2% supone un crecimiento "muy notable, sólido y muy por encima de los países del entorno" español y de la media europea. Para 2018 se mantiene la previsión de crecimiento en el 2,6%.
En materia de empleo, la ministra ha afirmado que la estimación del Gobierno es que 2018 y 2019 conlleven la creación de 800.000 puestos de trabajo. La tasa de paro media, ha señalado, será del 15,5% en 2018 (igual a la previsión anterior) y del 14% en 2019, en este caso dos décimas más de lo contemplado en el anterior cuadro macroeconómico.
"Los datos de empleo en 2018 han sido tremendamente positivos y confirman que hemos tenido una creación de empleo del entorno del 3% y una reducción del paro del 6%. Son cifras muy notables que se han visto acompañadas de una mejora de la calidad del empleo", ha apuntado.
Tasa Google y sobre transacciones
Asimismo, Calviño ha reconocido que las perspectivas para 2019 se ven muy marcadas por la desaparición de determinados "vientos de cola" que han impulsado la economía en los últimos años, como son la política monetaria expansiva y los bajos precios del petróleo.
Ahora bien, ha indicado que éste no es el motivo por el que el Gobierno se ha propuesto abordar reformas estructurales, sino el hecho de que España se encuentre en una situación económica positiva. "No sólo hay que pensar en reformas o ajustes a corto plazo, sino en inversiones que son más a largo plazo, relacionadas con el capital humano, la educación, la innovación, la tecnología, etc.", ha apuntado.
La ministra también ha avanzado que el Consejo de Ministros del día 18 de enero tiene previsto aprobar sendos proyectos de ley para la puesta en marcha del impuesto digital, conocido como tasa Google, y el impuesto sobre transacciones financieras. Calviño se ha mostrado optimista sobre la posibilidad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2019 y ha dejado claro que el Gobierno "no está atendiendo al interés de una u otra comunidad autónoma", sino a los intereses generales de todos los españoles.
"Lo que hemos hecho es cumplir con una serie de promesas y compromisos de inversión del Gobierno anterior que no se habían cumplido", ha asegurado la ministra, que ha añadido que el Ejecutivo no piensa negociar los Presupuestos con gobiernos autonómicos, sino con todos los grupos parlamentarios, incluidos PP y Ciudadanos.
Así, ha señalado que la negociación de los Presupuestos "no es una segunda ronda de la moción de censura" y de ellos tendrán que pronunciarse todos los partidos políticos, no sólo los que apoyaron la llegada de Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa. Sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la ministra ha apuntado que España sigue trabajando en los planes de contingencia para el caso de un Brexit sin acuerdo, aunque confía en que finalmente haya un pacto.