Promoveremos la claridad fiscal. La Agencia Tributaria remitirá a cada contribuyente de manera anual un Informe de Transparencia Fiscal que detalle las cantidades satisfechas el año anterior por cada contribuyente en concepto de IRPF, Cotizaciones –tanto por parte del empleador como del empleado en caso de trabajadores por cuenta ajena– IBI e IVTM. – Programa del PP. Propuesta 31
¿Cuántos impuestos pagamos? Hay muchas estadísticas, estudios e informes. Tenemos el Día de la Liberación Fiscal, la Brecha Fiscal, el Esfuerzo Fiscal. Para los think tanks liberales, éste es el tema estrella. Y, sin embargo, pocos españoles, muy pocos, quizás ninguno, sabe cuánto le cuesta el Estado cada año.
Para empezar, porque es complicado. La lista de tributos y tasas que abonamos es casi inabarcable. Si cogemos el índice del informe "Recaudación y Estadísticas del Sistema Tributario Español" que publica el Ministerio de Hacienda (aquí hasta el año 2016, último ejercicio publicado) nos aparece la siguiente lista: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, Impuesto de Sociedades, Impuesto sobre el Patrimonio, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, Impuesto sobre el Valor Añadido, Impuesto sobre Bienes Inmuebles, Impuesto sobre Hidrocarburos, Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o las Tasas sobre el Juego.
A estos hay que añadirles los autonómicos (aquí, aunque hay que recordar que la principal fuente de financiación de las regiones proviene de su participación en los tributos citados anteriormente). Y los locales (por ejemplo, aquí, los que cobra el Ayuntamiento de Madrid), los más importantes de los cuales son el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, el Impuesto sobre el incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana o el Impuesto sobre Actividades Económicas. Lo dicho, saber lo que uno tributa es casi imposible.
Y no es que la propuesta que lleva en su programa el PP de Pablo Casado vaya a ofrecer una respuesta exacta a esa pregunta, pero sí supone un cambio casi revolucionario. Los populares proponen que los españoles reciban cada año en su domicilio un resumen de cuánto aportan en 4 de las figuras tributarias más importantes (otras, como el IVA o los impuestos especiales son imposibles de calcular, salvo que cada transacción quede registrada con nombre y apellidos). Se trata de IRPF, Cotizaciones (un impuesto que no siempre se trata como tal), IBI e IVTM.
Puede parecer un tema menor, sin embargo, es una medida que se solicita desde hace años desde numerosas tribunas. Es como un pre-requisito: incluso antes de ponerse a discutir si subir o bajar impuestos, si el déficit es alto o bajo, o sobre la presión fiscal... lo primero es que cada uno sepa cuánto paga, mucho o poco, para que sea consciente de lo que aporta. O de lo que no aporta, que por ahí también hay un mito interesante: la de aquellos que creen que pagan muchos impuestos y que los ricos apenas sienten la dentellada de Hacienda (por ejemplo: los que ganan más de 150.000 euros son el 0,46% de los contribuyentes, pero aportan el 11% de recaudación).
Podríamos decir que el Estado suele ser más directo cuando paga que cuando recauda. Es decir, las subvenciones, ayudas o prestaciones se pagan de forma muy evidente: el que cobra una pensión recibe cada mes en su casa la transferencia de la Seguridad Social. Mientras el que paga la cotización tiene que buscar en su nómina para saber cuánto aporta. Y sólo desde hace unos años puede ver, entre todos los datos, lo que se conoce como "cuota del empleador", que en realidad no deja de ser otro impuesto al trabajo, aunque en teoría lo abone la empresa.
Y eso por no hablar del IRPF: un impuesto que se paga mes a mes, desde la nómina para la mayoría de los trabajadores, que muchas veces no sienten que abonen nada (o no saben a cuánto asciende), porque están ya acostumbrados a recibir su sueldo neto, sin la mordida de Hacienda. No sólo eso, es que además, en abril-mayo del siguiente año, puede que les llegue la buena noticia de que la Declaración de la Renta les sale a devolver: es buena porque a nadie le amarga un dulce ni que Hacienda te ingrese ese dinerito; pero en realidad lo que significa es que te han retenido demasiado (o que el Estado ha tenido durante unos meses un dinero que no era suyo).
Por todo esto, desde diferentes foros se aboga por estas medidas de transparencia. En ingresos y en gastos; los populares también llevan en su programa facturas en la sombra, para que el que recibe un servicio sepa cuánto cuesta. Las propuestas pueden ser muy diversas: desde la más light, como la que lleva el PP (una carta resumen con los impuestos pagados), hasta aquellos que solicitan que cada trabajador reciba el día 1 su sueldo íntegro, incluyendo IRPF y Cotizaciones, y tengan que hacer una transferencia a Hacienda el día 3. Eso sí sería revolucionario.
También es cierto que habrá que ver si al final la propuesta sale adelante. Por ejemplo, otra medida de transparencia, la famosa carta de la Seguridad Social que, en teoría, iba a llegar a todos los ciudadanos cada año para informarles de qué pensión les tocaría cobrar, duerme el sueño de los justos. Todos los partidos aseguran que quieren que los trabajadores tengan la máxima información posible sobre sus pensiones pero, a la hora de la verdad, nadie quiere mandar la carta, entre otras cosas porque cualquier reforma aprobada una vez iniciado estos envíos implicaría que todos los futuros pensionistas supieran hasta dónde llega el recorte asociado a la misma.
En cualquier caso, tampoco el envío del resumen tributario terminaría con la controversia. No tiene por qué. El debate sobre presión fiscal, gastos e ingresos públicos puede ser eterno. Sobre si el peso del Estado en España es menor a la media de la UE (lo que es cierto), sobre si la comparación hay que hacerla con la UE o con países muy prósperos como Irlanda, Suiza, Canadá o Australia (entonces la presión fiscal española ya no parece tan baja) o sobre el esfuerzo fiscal (lo que se paga en función de los ingresos, un indicador en el que España está entre los países del mundo que más exigen a sus contribuyentes). Cada uno tendrá su opinión; por ahora, lo que el PP propone es que todos tengamos más información disponible. Puede ser el primer paso para una discusión muy provechosa.