Hablar de buscadores de internet es hablar de Google, el más usado en todo el mundo y el preferido por los internautas. Pero, no es el único. Bing, que se convirtió en el buscador por defecto de Microsoft Edge, le está haciendo la competencia, tanto que durante el 2018 consiguió unos ingresos de 7.500 millones de dólares por publicidad relacionada con búsquedas, unos 6.675 millones de euros.
Lógicamente es una cifra muy inferior a lo ingresado por Google, que se situó en los 120.000 millones de dólares (106.815 millones de euros). Pero, no es una cantidad nada desdeñable si se compara con los ingresos de otras compañías como Twitter, a quien ha conseguido superar a pesar de ser más desconocido.
En 2016, Bing cerró con una facturación de 5.000 millones de dólares, unos 4.451 millones de euros, y dos años después se colocó en los 7.500, una cantidad que demuestra el crecimiento de la compañía. Lo sorprendente aquí, según destaca Bloomberg y recoge Xataka, es que la cuota de mercado es muy reducida ya que se limita a aquellos que utilizan Internet Explorer y Microsoft Edge, entre los dos suman una cuota del 11%, frente al 66% de Chrome.
Lo que es aún más difícil para Bing es que el segundo navegador más usado, Firefox, también ha decretado que Google sea su buscador por defecto. Además, Safari, el navegador de Apple también utiliza Google por defecto. Esto hace que Bing se enfrente al 83% de Internet y no está claro que el 17% restante use Bing, ya que los navegadores más pequeños tienen una cuota del 5%.
Aún con esos obstáculos, los acuerdos de Microsoft con Yahoo, AOL y Verizon han logrado según Bloomberg tener recompensa: puede que no sean llamativos, pero todas esas plataformas siguen teniendo mucho tráfico y eso ayuda a que Bing incremente sus números.
Google domina el mercado con unos ingresos netos por publicidad cercanos a los 48.000 millones de dólares (42.712 euros), Microsoft obtiene 5.000 millones de dólares gracias a Bing y Twitter solo consigue 1.000 millones. Los datos excluyen ingresos compartidos con empresas asociadas. La buena noticia para Microsoft es mala para Twitter, que ve como se queda muy alejada en ingresos por publicidad de un pequeño navegador.