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El 'Italexit' regresa: el Gobierno italiano baraja la creación de una moneda paralela al euro

La Liga y el Movimiento 5 Estrellas quieren lanzar un bono llamado mini-BOT que, entre otras cosas, serviría para pagar impuestos.

La Liga y el Movimiento 5 Estrellas quieren lanzar un bono llamado mini-BOT que, entre otras cosas, serviría para pagar impuestos.

La amenaza de que un país miembro salga de la zona euro vuelve a estar sobre la mesa, al menos en teoría. Los dos partidos de corte populista que conforman el Gobierno italiano, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, defendieron el pasado martes la creación de una especie de moneda paralela para pagar la elevada deuda pública que acumula el país.

Aunque esta propuesta no es compartida por el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ni por el ministro de Economía, Giovanni Tria, la idea ha divido en dos al Ejecutivo, ya que tanto el ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, como el líder del M5S y ministro de Desarrollo Económico y de Trabajo, Luigi Di Maio, salieron el martes en su defensa. De hecho, esta propuesta estaba incluida desde el principio en el programa que acordaron el M5S y la Liga para formar gobierno, pero hasta ahora no había tomado forma.

Todo comenzó hace dos semanas, cuando el Parlamento italiano aprobó una votación pidiendo al Gobierno que considere la posibilidad de crear los denominados "mini-BOTs" (Bonos Ordinarios del Tesoro) como una forma de pagar sus deudas con proveedores y particulares. De este modo, el Estado emitiría a través del Tesoro una especie de mini-pagarés, bonos a corto plazo sin interés ni vencimiento, para liquidar los pagos atrasados de la Administración con empresas y particulares.

Hasta aquí nada nuevo, puesto que, en última instancia, consistiría en emitir más deuda canjeable en euros para saldar deudas atrasadas. El problema, sin embargo, es que la propuesta en cuestión pretende que estos pagarés, con forma de billetes comprendidos entre 20 y 100 euros, también sirvan para pagar impuestos e incluso realizar compras en tiendas, bares, gasolineras y restaurantes del país, con lo que, en la práctica, funcionarían como una moneda paralela al euro.

La idea original ya la planteó tiempo atrás Silvio Berlusconi, el líder de Forza Italia, recabando el apoyo de la Liga y del M5S, que la incorporaron a su programa, pero ahora se empieza a materializar. Uno de sus mayores defensores es el presidente de la comisión de Presupuestos de la Cámara de los Diputados y asesor económico de Salvini, Claudio Borghi, quien señaló que no sería una nueva moneda, sino la "titularización de créditos ya existentes [...] Serían un instrumento alternativo para pagar las deudas, sin ser una moneda".

El caballo de Troya del euro

Borghi y el presidente del comité de Presupuesto del Senado, Alberto Bagnai, ambos altos cargos de la Liga, llevan tiempo defendiendo la necesidad de que Italia salga del euro, el famoso Italexit. Sin embargo, a diferencia de lo que hizo Grecia durante la pasada crisis de deuda, cuyo Gobierno amenazó directamente a Bruselas con abandonar la moneda única, la estrategia de los italianos consistiría ahora en negar en público esta posibilidad, al tiempo que crean una moneda paralela al euro a fin de facilitar el abandono de la Unión cuando se decida. Así pues, el mini-BOT sería el caballo de Troya a introducir en la Unión Monetaria.

No en vano, aunque estarían nominados en euros, una vez generalizado su uso –el peso del Estado sobre la economía supera el 40% del PIB–, podrían servir como moneda oficial en el momento en el que el Gobierno decidiese anunciar la salida del euro tras declarar que el mini-BOT es el nuevo dinero en circulación.

"El tema de los mini-BOT es una forma de facilitar la creación de una doble circulación monetaria", según indica Marcello Messori, director de la escuela de economía política europea en la Universidad de Luiss, al Financial Times. Por su parte, Riccardo Puglisi, economista de la Universidad de Pavía, recuerda que es "una forma de facilitar la salida de Italia de la Eurozona".

Nuevo choque con Bruselas

Aunque la moción aprobada por el Parlamento no es vinculante, la división que presenta el Gobierno italiano en torno a los mini-BOTs es muy significativa. Por el momento, Tria y Conte han cerrado la puerta a esta vía. El ministro de Economía italiano advirtió el pasado fin de semana de que crear una especie de moneda paralela para pagar la deuda pública en el país es "ilegal e inútil", ya que está prohibido por los tratados de la Unión Europea. La propuesta también ha sido criticada por la oposición. El secretario del partido progresista +Europa, Benedetto Della Vedova, afirmó que "hay un único hilo conductor en todas las acciones del Gobierno: el plan B, el de la salida de Italia del euro y de la Unión Europea".

La idea surge, además, en plena tensión entre Bruselas y Roma. El Gobierno italiano está negociando para evitar un procedimiento de infracción por su elevada deuda pública, que en 2018 superó el 132% del PIB. El primer ministro aseguró que "un procedimiento de infracción sería extremadamente dañino para las previsiones de crecimiento" de Italia" y que la intención de Roma es "acordar con los socios europeos un camino creíble de reducción de la deuda".

Sin embargo, Conte no dijo qué propone para reducir la deuda pública y se limitó a señalar que "la filosofía del Gobierno es siempre la misma, no a la austeridad, no a las medidas recesivas". Salvini, por su parte, avanzó que es necesario que Italia evite una sanción, pero sin renunciar al compromiso de bajar los impuestos a familias y empresas, mientras que Di Maio opinó que "Bruselas no llegará hasta el final".

Si los ministros de Finanzas de la Unión Europea aprueban la propuesta de la Comisión, Roma podría tener que aplicar ajustes y hacer frente, en última instancia, a sanciones de alrededor de 3.500 millones de euros, equivalente al 0,2% del PIB italiano. En cuanto a los mini-BOTs, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi, advirtió el pasado jueves de que tal instrumento sería o bien una moneda paralela, lo que sería "ilegal", o bien más deuda, lo que agravaría el problema de Italia.

Cabe recordar, además, que este nuevo foco de tensión se produce poco después de que Salvini haya ganado en las pasadas elecciones europeas, después de que su partido obtuviera el 34% del voto, un porcentaje que le otorgaría la mayoría en caso de celebrarse elecciones generales.

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