La gran perdedora, por lo menos hasta ahora, de la guerra comercial está siendo China. No solo por los datos macroeconómicos, sino por la fuga de empresas extranjeras que se están registrando en los últimos días. HP, Dell y Amazon están planteándose trasladar parte o la totalidad de su producción fuera del país asiático. De confirmarse, seguirían el camino iniciado por Apple que se ha llevado el 30% de su producción del país. Además, seis proveedores de Apple, entre ellos Foxconn también están abandonando China. A ellos se suman verdaderos gigantes como Nintendo o Sony que también valoran esta idea.
HP y Dell podrían asestar un duro golpe a China, ya que se trata del primer y del tercer fabricante del mundo de portátiles y son los responsables de fabricar el 40% de las laptops a nivel mundial. Ambos, plantean trasladar el 30% de su producción fuera del país, al igual que hizo Apple.
HP ya ha elaborado planes para trasladar entre el 20% y el 30% de la producción fuera de China y, según se informa, está intentando crear una nueva cadena de suministro en Tailandia y Taiwán. La jugada podría comenzar a finales del trimestre en curso, aunque todavía falta la confirmación oficial.
Dell, por su parte, ya ha iniciado una prueba piloto de producción de portátiles en Taiwán, Vietnam y Filipinas, aunque todavía tiene reservas a la hora de iniciar la marcha definitiva de china por sufrir una posible escasez de trabajadores cualificados.
No son los únicos
Otros dos grandes fabricantes de ordenadores portátiles como Lenovo y Asustek también trabajan en planes para trasladar su producción. Amazon piensa en llevarse la producción del Kindle y del asistente Eco fuera del gigante asiático. La parte de la producción que más pronto quieren sacar es la que llegaría a Estados Unidos. Es decir, las grandes empresas quieren huir del made in China para los productos que vayan a vender en el país norteamericano.
La guerra comercial
Aunque el G-20 sentó las bases para un nuevo inicio en las conversaciones entre Estados Unidos y China, no hay nada sobre el papel. Ni los inversores ni los empresarios olvidan el mes de mayo cuando todo indicaba que los dos países llegarían a un acuerdo que saltó por los aires. Por eso, para huir de la incertidumbre, las grandes empresas con importantes ventas en Estados Unidos quieren sacar parte de sus plantas de producción de China lo más pronto posible y huir así de las consecuencias de la guerra comercial.