Hace unas semanas, escribía que había once gráficos relativos al empleo que Sánchez no quería ver porque mostraban el deterioro económico que el Gobierno niega y estropean el panorama idílico que ellos venden. Sin embargo, los datos de Paro Registrado y Afiliación a la Seguridad Social del mes de junio corroboran dicha desaceleración.
Pese a que puedan parecer buenos datos, el Gobierno no puede ocultar dos cosas, aunque lo intente: los datos todavía positivos se deben a la estacionalidad propia del verano, por una parte, y, por otra, reflejan una desaceleración económica que ya ha llegado al mercado de trabajo.
De esta manera, es verdad que los datos muestran un descenso del número de parados y un incremento del número de afiliados, pero pese a que todavía las cifras de descenso de paro y de creación de empleo son importantes, hay que circunscribirlas a la estacionalidad, al tiempo que muestran una desaceleración ya también en términos del mercado laboral.
De hecho, de manera desestacionalizada el paro sube y la afiliación sólo crece la mitad de su dato sin desestacionalizar. Así, el paro registrado baja en 63.805 personas en el mes de junio, mientras que si se corrige de estacionalidad aumenta el paro en 8.986 personas.
De hecho, aun manteniendo la estacionalidad, dicho descenso del paro es el menor descenso desde 2009, es decir, es el peor dato de paro desde 2009 (en plena crisis), lo que hace especialmente preocupante el dato de junio de este año.
Es más, si vemos el registro de la evolución de paro registrado mensual del mes de junio de esta última década, podemos observar que los años de peor evolución han sido los gobernados por los socialistas, siendo el de este año el peor desde 2009, como decía.
Adicionalmente, dentro de ese alarde que hace el Gobierno de los datos del paro, además de lo anterior, se olvida de decir que las dos regiones donde más cae el desempleo con respecto al mismo mes del año previo son Andalucía y Madrid, ambas gobernadas por el PP.
Y dentro del mercado laboral, se constata que prosigue el empeoramiento del empleo, tanto en número de contratos registrados como en el volumen de los que son indefinidos. Así, el número de contratos registrados cae en 46.751 contratos en términos interanuales. Por su parte, los contratos indefinidos vuelven a descender un mes más y lo hacen un 9,75% interanual, agravándose el descenso de meses anteriores. Ya es, por tanto, el quinto mes consecutivo en el que descienden los contratos indefinidos respecto al mismo mes del año anterior, que muestra una creación de empleo más precaria.
Esto contrasta con la evolución de la contratación indefinida anterior a la llegada de Sánchez al Gobierno. Mientras que en mayo de 2018, al dejar el PP el Gobierno, la contratación indefinida crecía un 19,62% interanual, ahora, con Sánchez en el Gobierno, cae un 9,75%. Es decir, ha empeorado en 29,37 puntos porcentuales respecto al momento en el que empezó a gobernar. Si lo comparamos con el mismo mes del año pasado (junio de 2018), también se ha deteriorado la contratación indefinida: entonces aumentaba un 15,93% y ahora desciende ese 9,75%.
Y si analizamos estos seis primeros meses del año, momento en el que Sánchez decidió elevar un 22,3% el salario mínimo, con la consiguiente subida de las cotizaciones sociales en su base mínima en la misma proporción, vemos que el ritmo del mercado laboral se ha deteriorado mucho en el primer semestre de 2019 respecto al mismo período de 2018:
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El paro se reduce en 64.000 personas menos.
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El paro femenino desciende en 19.000 mujeres menos.
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El paro juvenil disminuye en 5.000 jóvenes menos.
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La industria -sector donde las expectativas antes llegan- crea 16.000 empleos menos que entonces.
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El ritmo de nuevos autónomos es un 53,5% menor.
El tema no mejora si analizamos la evolución desde los datos de junio de 2018, que representa un año completo de Sánchez:
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El 20% del nuevo empleo es del sector público, lo que incrementa el gasto público y denota que, en buena parte, mantienen los ritmos de creación de empleo gracias a la contratación pública.
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La reducción del paro es inferior en 53.500 personas respecto a hace un año.
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El número de nuevos autónomos es menor en 19.000 personas respecto a entonces.
En cuanto a los datos de Seguridad Social, si bien es cierto que se produce un incremento de afiliados (+75.584 en el mes y +510.707 interanual), se debe, principalmente, también a la estacionalidad, al tiempo que se plasma la desaceleración en la creación de empleo.
Dicha estacionalidad vuelve a ser la que infla este crecimiento mensual en la afiliación. En términos desestacionalizados, la afiliación sólo crece en 32.732 trabajadores en términos mensuales (la mitad de lo que crece sin desestacionalizar).
Además, estos datos de crecimiento de afiliación son los más bajos, tanto mensual como interanualmente, desde 2015 y 2016, respectivamente.
Por otra parte, al igual que las regiones donde más se reduce el paro son Andalucía y Comunidad de Madrid, ambas gobernadas por el PP, en la creación de empleo interanual, medido por la evolución de la afiliación a la Seguridad Social, también son Comunidad de Madrid y Andalucía las regiones donde más se incrementa el número de afiliados a la Seguridad Social, con un incremento interanual de 111.279 afiliados más y 88.681 afiliados más, respectivamente.
Por tanto, hay datos aparentemente positivos debido a la estacionalidad, pero cuya intensidad pierde fuelle respecto a los meses anteriores. En cualquier caso, el empleo siempre es un indicador retrasado de la actividad económica, pues la decisión de contratar o despedir se produce cuando se consolida la recuperación o la desaceleración, respectivamente, en una economía, por los costes que contratar y despedir conllevan. Y lo que es preocupante es que, siendo un indicador retrasado, la desaceleración ya ha llegado al empleo, de manera que dicha desaceleración es mucho más intensa en la actividad económica. Eso es lo que muestran estos datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social, por más que desde el Gobierno nieguen la realidad.