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Montero quiere subir Sucesiones en Madrid a pesar de ser la segunda que más recauda

Fue en 2007, con Esperanza Aguirre en el Gobierno, cuando Madrid llevó a cabo la rebaja radical de Sucesiones

Fue en 2007, con Esperanza Aguirre en el Gobierno, cuando Madrid llevó a cabo la rebaja radical de Sucesiones
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la semana pasada | EFE

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha propuesto acabar con la competitividad fiscal de las CCAA. Montero ya ha avisado a las regiones que tienen una fiscalidad baja de que su partido piensa "armonizar" los impuestos autonómicos, como Patrimonio o Sucesiones, cuya gestión tienen transferida al 100%. Por armonizar, los socialistas entienden subir la fiscalidad de manera obligatoria en las regiones que menos gravan a sus ciudadanos, reduciendo así su autonomía.

"Habrá que armonizar justamente" hasta lograr "cierta simetría de fiscalidad en todos los territorios", avanzó Montero en el XXIX Congreso de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), que se celebró la semana pasada en Zaragoza. Según explicó, esta homogeneización de los impuestos que planea su partido "no tiene que ser idéntica, pero sí se tiene que mover en determinados parámetros". En su línea, Montero volvió a acusar de "dumping" fiscal a regiones como Madrid, que además, dijo, "se beneficia del efecto capitalidad y sede de muchas empresas".

La actual ministra tiene a Madrid en su punto de mira desde que fuera consejera de Hacienda en el Gobierno de Susana Díaz. De hecho, por entonces, no dudaba en calificar a la región como un "paraíso fiscal", con el apoyo de otros barones socialistas, como Ximo Puig o García Page.

La 'guerra' fiscal de las CCAA

Pero el tono del enfrentamiento entre regiones a cuenta de los impuestos cada vez es mayor, sobre todo después de que Isabel Díaz Ayuso anunciara una rebaja "histórica" de la fiscalidad para los próximos años. En este sentido, Asturias ha sido una de las más críticas con Madrid. Su presidente, el socialista Adrián Barbón, ha calificado el hecho de rebajar impuestos como "una forma singular de separatismo: el separatismo fiscal" y de "deslealtad tributaria". La ministra confirmaba en el mencionado Congreso que hay "muchas" regiones preocupadas por los impuestos bajos de Madrid. Así, la solución que plantea es reformar el sistema de financiación autonómica para que los madrileños tengan que pagar más impuestos.

Patrimonio y Sucesiones son dos impuestos que están en Madrid prácticamente al mínimo. El primero está bonificado al 100% y el segundo está bonificado al 99% para las herencias de familiares directos, como hijos, cónyuges, padres o abuelos. Para los tíos, sobrinos, parientes lejanos o conocidos sin vínculo familiar, Sucesiones sigue siendo gravoso en cualquier lugar de España, aunque regiones como Madrid también han empezado a reducir la fiscalidad de los dos primeros.

Aunque Madrid no es la única región que ha tomado el camino de los impuestos bajos, sobre todo, en lo referente a Sucesiones. En las últimas semanas, Galicia también ha anunciado que eliminará este impuesto para las herencias de familiares directos y valoradas en hasta 1 millón de euros. Según Feijóo esto beneficiará al "99,9%" de los gallegos, lo que supone "prácticamente" la eliminación de este tributo. Castilla y León inició en septiembre los trámites para la eliminación del 99% del impuesto a la muerte entre familiares directos, siguiendo también la estela de Madrid.

Madrid es la segunda que más recauda

Fue en 2007, con Esperanza Aguirre en el Gobierno, cuando Madrid llevó a cabo una rebaja radical de Sucesiones, bonificando el 99% para los grupos I y II de parentesco. Un año antes, hacía lo mismo con Donaciones. La baja fiscalidad del polémico impuesto no sólo no ha hecho desaparecer los ingresos que llegan a la región por este tributo, sino que los ha reducido en una mínima parte. Si en 2004, la liquidación del impuesto fue de 426 millones de euros, según los últimos datos de Hacienda, en 2018, la Comunidad de Madrid recaudó 374,4 millones de euros, es decir, sólo un 12% menos que en 2004.

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La curva de Laffer vuelve a demostrar que el incremento de los tipos impositivos no siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal y viceversa. Como se observa en la tabla, la Comunidad de Madrid es actualmente la segunda región con mayor recaudación líquida por Sucesiones y Donaciones, sólo por debajo de Cataluña (463 millones) y por delante de Andalucía, que hasta 2017 tenia uno de los Impuestos de Sucesiones más confiscatorios de España.

Es curioso también cómo una baja fiscalidad incentiva al ciudadano a quedarse en la región a tributar, en lugar de buscar otras alternativas para pagar menos impuestos. Así, mientras que antes de la existencia de la bonificación se realizaban unas 4.000 donaciones al año en Madrid, en 2018, se realizaron 46.419. Es decir, tras bonificar el Impuesto, las donaciones declaradas se han incrementado casi un 1.100%. Y lo mismo ocurre en Sucesiones, pasando de 38.921 herencias declaradas antes de la bonificación a las 90.000 de 2018.

Con la guerra fiscal más viva que nunca entre las regiones, España está dividida en dos estrategias impositivas completamente distintas. Ahora, Montero deberá explicar a los ciudadanos que residen en territorios con impuestos bajos, como Madrid, Canarias o Cantabria, por qué les va a incrementar un impuesto que ha arruinado a tantas familias.

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