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Pensiones y funcionarios: el déficit público se desboca en enero

Sánchez ha aprobado medidas de gasto valoradas en 4.600 millones. Mientras tanto, aplaza decisiones recaudatorias estimadas en 1.200 millones.

Sánchez ha aprobado medidas de gasto valoradas en 4.600 millones. Mientras tanto, aplaza decisiones recaudatorias estimadas en 1.200 millones.
Las cuentas se siguen deteriorando pese a las promesas de Sánchez | EFE

En materia fiscal, Pedro Sánchez sigue diciendo una cosa y haciendo la contraria. El pasado curso, el mandatario socialista insistió en que su equipo económico, liderado por Nadia Calviño, era toda una garantía de seguridad en materia de consolidación presupuestaria. Sin embargo, aunque el objetivo de déficit planteado para el curso 2019 era del 1,3% del PIB, el resultado final del ejercicio fue mucho peor.

Así, el propio gobierno de Sánchez comunicó a Bruselas que elevaría el descuadre entre ingresos y gastos en 0,7 puntos del PIB, hasta llegar a un monto equivalente al 2% de la producción económica bruta. Sin embargo, las Cuentas Financieras de la Economía Española, elaboradas por el Banco de España, anticipan que el desequilibrio observado en los tres primeros trimestres de 2019 fue del 2,9%, de modo que el déficit esperado para el conjunto del pasado año se situó finalmente en torno al 3% del PIB.

El caso es que Sánchez sigue ignorando esta cuestión en sus contadas comparecencias públicas y, siempre que tiene ocasión, recalca que su gobierno está comprometido con la estabilidad presupuestaria. En la misma línea van las declaraciones públicas de Nadia Calviño, vicepresidenta y ministra de Economía, y María Jesús Montero, portavoz y ministra de Hacienda. Ambas insisten en decir que, en efecto, el gobierno sanchista mira la reducción del déficit como una prioridad.

Pero, una vez más, hay una gran diferencia entre lo que dice y lo que hace el presidente. De hecho, aunque este curso se debería acometer una profunda reducción del déficit que compense el deterioro del pasado año y permita cumplir el objetivo del 1,1% del PIB fijado para 2020, lo cierto es que el año ha comenzado con más gasto público encima de la mesa.

Funcionarios y pensiones

De entrada, el gobierno conformado por los socialistas y los comunistas de Podemos ha comunicado que procederá a aplicar una subida salarial a los empleados públicos estimada en torno al 2%. Esta medida tendrá un coste de 3.212 millones de euros para las arcas públicas, según los datos del propio ministerio de Política Territorial y Función Pública.

En segundo lugar, el gabinete socialista-comunista ha aprobado también un aumento del 0,9% en las pensiones, equivalente al aumento del IPC registrado a final de 2019. La medida será lineal y se verá complementada durante el año por otra subida localizada en las pensiones más bajas. Según el ministerio de Seguridad Social, el coste de esta medida será de 1.406 millones de euros.

Así las cosas, el Ejecutivo arranca el curso 2020 con un aumento del déficit de 4.600 millones de euros, solamente con la toma de estas dos medidas de gasto. Pero el descuadre es aún mayor si tenemos en cuenta que, además, Sánchez ha anunciado que seguirá el ejemplo francés y ralentizará la Tasa Google, por miedo a represalias arancelarias en Estados Unidos. Teniendo en cuenta que Sánchez esperaba recaudar 1.200 millones por este concepto, el agujero creado en el primer mes del año 2020 sería de 5.800 millones de euros, 4.600 millones por la vía del aumento del gasto y 1.200 por la cancelación de esta medida recaudatoria.

Así, Sánchez ya ha anunciado que va a renegociar con la Comisión Europea la senda de déficit para los próximos ejercicios debido a que "las circunstancias económicas han cambiado de unos meses a esta parte".

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