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Manuel Llamas

Las cinco grandes mentiras del Gobierno para freír a impuestos a los madrileños

Los madrileños se han ahorrado cerca de 50.000 millones de euros en el pago de impuestos desde 2004, lo cual resulta imperdonable para la izquierda.

Los madrileños se han ahorrado cerca de 50.000 millones de euros en el pago de impuestos desde 2004, lo cual resulta imperdonable para la izquierda.
María Jesús Montero, con Pedro Sánchez en el Congreso | EFE

El Gobierno de Pedro Sánchez, por boca de su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, acaba de declarar la guerra a los impuestos bajos en toda España. Durante la pasada campaña electoral, PSOE y Podemos insistieron en que su plan consistiría en subir la fiscalidad a las rentas más altas para aumentar el gasto público, pero la realidad es que elevarán la carga tributaria de todas las familias y empresas, sin distinción de ningún tipo. La factura de la tasa Google, por ejemplo, recaerá especialmente sobre las pymes, mientras que la denominada tasa Tobin castigará a los millones de ahorradores que invierten en cotizadas españolas.

Lo mismo sucede con la ya famosa "armonización fiscal". Montero anunció en el Congreso que el futuro modelo de financiación, cuya propuesta se presentará en noviembre, se traducirá en una subida generalizada de impuestos en aquellas comunidades autónomas que apuesten por una fiscalidad más baja, como es el caso de la Comunidad de Madrid. El objetivo inicial del Gobierno consiste en establecer un umbral mínimo en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, al tiempo que restablece el Impuesto de Patrimonio, sin descartar medidas similares en el resto de tributos cedidos a las regiones (tramo autonómico del IRPF, Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales).

Sánchez ha centrado su objetivo en Madrid, por ser ésta la comunidad de referencia en materia de rebajas fiscales. No en vano, desde 2004, esta región se caracteriza por haber reducido todas las figuras tributarias sobre las que tiene competencia, sin haber subido ninguna. Además, al ser la primera en eliminar Patrimonio y bonificar al 99% Sucesiones y Donaciones, su política ha servido de ejemplo y acicate a otras autonomías.

Como resultado de esta particular senda, los madrileños se han ahorrado cerca de 50.000 millones de euros en el pago de impuestos, lo que supone una media de unos 15.000 euros por contribuyente o, lo que es lo mismo, cerca de 1.000 euros al año durante este período. El problema es que el incremento fiscal que prepara Montero supondría un palo de unos 5.900 millones de euros anuales si, por ejemplo, la tributación de Madrid se igualase a la de Asturias, donde ha gobernado tradicionalmente el PSOE. Esos 5.900 millones equivalen a una mordida de 2.000 euros por contribuyente al año, un mes de sueldo. Y todo ello, blandiendo como excusa cinco grandes mentiras a fin de justificar el atraco.

1. "Madrid es un paraíso fiscal"

Madrid no es ningún "paraíso fiscal", sino la autonomía de régimen común más amable con el contribuyente en comparación con los infiernos que, por desgracia, sufren otras comunidades. Los criterios para que un país o territorio sea calificado como "refugio fiscal", más allá de su baja o nula tributación, radican en la ausencia de transparencia a la hora de intercambiar información con otras administraciones sobre los contribuyentes que se benefician de dicho régimen.

De ahí que la lista negra de paraísos fiscales que publica la UE se limite a un reducido número de territorios a nivel mundial. Tildar a Madrid de "paraíso fiscal" no sólo es una burda tergiversación, sino una tropelía, un insulto a la inteligencia, simple y llanamente.

Resulta curioso, además, que dichas rebajas fiscales reciban críticas cuando, única y exclusivamente, son protagonizadas por gobiernos del PP. Y es que Andalucía, bajo el PSOE, redujo el IRPF en 2016 y Sucesiones en 2017 y 2018, con la finalidad de "aligerar la fiscalidad a las rentas bajas y medias", según argumentaba entonces la propia Montero, en calidad de consejera de Hacienda.

Asimismo, Extremadura ha pasado de ser una de las autonomías con uno de los mayores impuestos sobre las herencias a tener la fiscalidad de Madrid. Y ello sin contar que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero eliminó el Impuesto de Patrimonio en 2008, por "confiscatorio", sin que nadie le acusara de convertir España en un "paraíso fiscal".

2. "Madrid hace dumping fiscal"

Los socialistas también acusan a Madrid de "competencia desleal" o "dumping fiscal", pervirtiendo, una vez más, el auténtico significado de los conceptos. A nivel empresarial, "dumping" se refiere a la práctica de vender a pérdidas para tratar de adueñarse del mercado, pero su traslación al ámbito tributario resulta absurda por varios motivos.

En primer lugar, porque todas las comunidades autónomas de régimen común operan con las mismas reglas de juego, ya que poseen idénticas competencias a nivel fiscal. Madrid no tiene ningún privilegio o diferencia normativa con respecto al resto de regiones, como sí sucede en el caso de las comunidades forales e incluso Canarias y las ciudades autónomas. Asturias o la Comunidad Valenciana podrían imitar y hasta mejorar la tributación que aplica Madrid, el problema es que no quieren. Si otras CCAA tienen impuestos más altos es porque así lo han decidido, y son muy libres de hacerlo.

Además, la baja tributación no busca la atracción de contribuyentes per se, sino favorecer a sus propios residentes en la convicción de que el mejor sitio en el que puede estar el dinero es en sus propios bolsillos. Lo único que persigue la izquierda, por tanto, es acusar de "desleal" cualquier atisbo de competencia fiscal que evidencie tanto la pesada carga que soportan sus ciudadanos como los perjudiciales efectos que provocan sus políticas a la hora de generar riqueza y empleo.

3. "Madrid lastra la solidaridad"

Otro de los grandes mantras del Gobierno es que Madrid daña la solidaridad interterritorial porque su baja fiscalidad reduce la recaudación y, por tanto, el dinero a repartir. Montero, sin embargo, se olvida de que dicha autonomía es la que más aporta al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales, con casi el 70% del total.

Por el contrario, la financiación per cápita que reciben los madrileños del sistema autonómico es 200 euros inferior a la media de las CCAA de régimen común. Asimismo, de los 78.000 millones que se recaudan en Madrid por IRPF, IVA e Impuestos Especiales, cerca de 61.000 millones pasan a engrosar las arcas del Estado y otras regiones, de modo que Madrid sólo recibe el 22,3% de lo que recauda.

Y, por si fuera poco, Madrid no sólo financia el 100% de su gasto no financiero, sino que, teniendo el IRPF más bajo, es la comunidad que más ingresa por este concepto, con un millón de habitantes menos que Cataluña y dos menos que Andalucía, y la segunda que más recauda por Sucesiones y Donaciones.

4. "Madrid sólo beneficia a los ricos"

Otra mentira recurrente. Desde 2004, los madrileños se han ahorrado más de 48.000 millones de euros en el pago de impuestos, a una media de 15.000 euros por contribuyente. El 85% de este ahorro ha correspondido a rentas inferiores a 60.000 euros, y, de esa cantidad, el 73% a rentas de menos de 33.000 euros.

Tan sólo en la última década, Madrid ha rebajado el IRPF un 25% a las rentas más bajas, frente el 2,3% a las más altas, y, hoy por hoy, es la región donde menos tributan por IRPF las familias con menos ingresos, con un tipo marginal del 9% en el tramo autonómico, mientras que en Cataluña se sitúa en el 12%. Como consecuencia, una persona sin hijos con una renta de 20.000 euros al año paga en Cataluña un 10,3% más que en Madrid, mientras que con dos hijos la diferencia es del 9,2%.

5. "Madrid se aprovecha de la capitalidad"

Por último, la izquierda insiste en que Madrid puede bajar impuestos sin que afecte a la recaudación porque es la capital de España y, por tanto, sede de grandes empresas e instituciones públicas. Tampoco es verdad. En primer lugar, porque al igual que el resto de regiones de régimen común, tan sólo ingresa por IRPF las cuotas autonómicas de sus residentes; y, en segundo término, porque, por muchas empresas que haya, el Impuesto de Sociedades lo recauda íntegramente el Estado, mientras que el IVA se reparte en función de los indicadores que establece el sistema de financiación.

Ser la capital de un país no garantiza, en ningún caso, mayor nivel de riqueza. Ciudades como Nueva York o Houston tienen mayor renta per cápita que Washington, y sucede lo mismo con Frankfort y Berlín. En los años 80, sin ir más lejos, Cataluña representaba el 19,1% del PIB nacional, al igual que hoy, mientras que el peso de Madrid apenas rondaba el 14%. Desde entonces, sin embargo, la economía madrileña no ha dejado de crecer hasta superar a Cataluña, situándose ya como el principal motor económico del país.

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