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"Las gasolineras automáticas ofrecen el servicio más seguro y eficiente"

Manuel Jiménez, presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas explica en esRadio cómo afrontan la crisis sanitaria.

Entrevista a Manuel Jiménez, presidente de AESAE

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Manuel Jiménez, presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas explica en esRadio cómo afrontan la crisis sanitaria.
Gasolinera automática | Pixabay/CC/andreas160578

Desde su implantación en nuestro país en 2013, el modelo de estación de servicio automática ha constituido una alternativa a las estaciones tradicionales, proporcionando un servicio eficiente, seguro y con un precio competitivo gracias a no necesitar personal de atención al público, disponer de menor superficie y poder establecer los precios al margen de los grandes operadores de carburantes. Un modelo que en España cuenta con un 10% de cuota de mercado pero que tiene en Europa una fuerte presencia, llegando a alcanzar en algunos países más del 60 % del mercado.

Las gasolineras automáticas están liderando en nuestro país el suministro de carburante durante la pandemia del Covid-19, garantizando el abastecimiento de manera ininterrumpida en todos los puntos de la geografía española. Se consolidan así como las estaciones que garantizan un repostaje seguro y eficiente.

Este sector no es ajeno a la realidad económica que vive el país como consecuencia de la crisis del coronavirus y también atraviesa una difícil situación. Según manifestó Manuel Jiménez, presidente de la patronal de estaciones de servicio automáticas (AESAE) ayer en la entrevista mantenida con Dieter Brandau en Es la Tarde de Dieter, barajan una reducción en la venta de entre un 70% y 90%.

No obstante, al tratase de una actividad de primera necesidad, siguen dando servicio a los clientes de manera ininterrumpida 24 horas al día. Para ello, las estaciones automáticas han reforzado la labor de limpieza y desinfección ya que, según declaró Jiménez, "vamos a estar en este momento de dificultad, dando servicio a nuestros clientes".

"Nuestro compromiso desde los primeros días de esta crisis fue mantener el servicio y reforzar la labor de limpieza y desinfección".

Algo que, según Jiménez, están valorando los clientes muy positivamente es el hecho de que "se trata de un servicio doblemente seguro, porque mantenemos las mismas condiciones de seguridad que nos exige la ley, con sistemas de detección y extinción automáticos sin necesidad de presencia física en la estación, pero además evitamos el contacto con personas", minimizando así el riesgo de contagio de Covid-19.

A pesar de que las ventas han bajado, "se están captando nuevos clientes, que ponen de manifiesto que nuestro modelo de negocio está cumpliendo con las necesidades que el mercado demanda".

El presidente de AESAE afirma que no se están planteando despidos, ya que "entendemos que es el momento de mantener una posición firme y continuar ofreciendo nuestro servicio". De hecho, se está incrementando el mantenimiento del servicio, especialmente de las labores de limpieza y desinfección, aunque "nos preocupa cuánto se tardará en retomar el ritmo normal de la actividad".

Desde AESAE valoran esta crisis también como una oportunidad para la adaptación del sector a la evolución natural de su modelo de negocio. "Nadie imagina ya un autobús con un conductor y un cobrador, o un banco que solo dispense dinero de forma manual. En nuestro caso, esta situación de crisis está visibilizando el sector de las estaciones de servicio automáticas de cara al cliente, reduciendo así el umbral de cambio, que es lo que hace que una sociedad acepte una actividad determinada".

Trabas legales

Desde AESAE reclaman a la Administración libertad de mercado y que sea el cliente el que decida dónde quiere comprar. Y es que las gasolineras automáticas, por una regulación sin parangón en Europa, están limitadas para ofrecer su servicio a los vehículos de gran tamaño, algo que limita su oferta.

"La limitación de repostaje de 75 litros, que deja fuera a los grandes vehículos, se aprobó sin ninguna base científica y sin motivación alguna. Esta restricción, con esta pandemia, es todavía más cuestionable, pues los vehículos cuyos servicios son básicos para mantener las actividades conocidas como esenciales, no pueden repostar en nuestras estaciones, que son las únicas que ofrecen un repostaje doblemente seguro. Esto es absurdo e incoherente. Esperamos que esta situación permita a la Administración revisar esta limitación que carece de fundamento alguno", argumenta Jiménez Perona.

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