La fusión entre CaixaBank y Bankia ya es oficial y ha dado lugar al mayor banco de nuestro país, al contar con más de 664.000 millones de euros en activos totales. En total, la entidad resultante tendrá 20 millones de clientes, una cuota en créditos del 25% y del 24% en depósitos. La operación se zanjó en un canje de 0,58 acciones nuevas de CaixaBank por cada acción de Bankia, según la CNMV. En función de este canje, los accionistas de CaixaBank se quedan con el 74,2% del capital de la nueva entidad y los de Bankia con el 25,8%. Por su parte, el Estado pasará de tener un control del 60% sobre Bankia a algo menos del 16% sobre el nuevo banco.
¿Cómo afecta a los clientes?
En principio, quienes tengan su número de cuenta tanto en Bankia como en CaixaBank no tendrán que realizar ningún tipo de trámite, ya que la operación se hará de forma automática. Lo que es probable que cambie será el número de cuenta, ya que los que la tienen en la entidad catalana cuentan con una numeración que empieza por 2100 y los que la tienen en la antigua Caja Madrid por 2038. Al ser una absorción, lo lógico es que prevalezca el primero. Por tanto, tendrá que darse una unificación en la que el usuario no tendrá que hacer nada, ya que los ingresos y los gastos domiciliados se recibirán en la misma cuenta.
En cuanto a las comisiones, en los primeros meses los bancos mantendrán las políticas que aplican hasta ahora, pero lo habitual es que con el paso del tiempo se vayan unificando para que los usuarios de ambas entidades y terminen pagando las mismas comisiones independientemente de a cuál de los pertenezcan. Tampoco cambiarán las condiciones de las hipotecas o préstamos que los clientes tuvieran firmados previamente.
Donde más cambio pueden notar los clientes será en las oficinas, ya que la fusión de ambos bancos dará lugar a una reestructuración que implicará un ahorro de costes. En estos momentos, Caixabank tiene 4.460 oficinas y 35.589 empleados, mientras que Bankia tiene 2.275 oficinas y 16.035 empleados, como se desprende de los datos de Infocif. En total, sumarán 6.735 oficinas y 51.524 trabajadores. Unas cifras que tendrán que reducirse para ahorrar costes y ser rentables. Esto afectará a los usuarios en el sentido de que pueden ver variar la localización de su oficina. Ambos bancos prevén que la fusión de lugar a un ahorro de 770 millones de euros, así como a la generación de nuevos ingresos anuales de alrededor de 290 millones.