Tras una obra de varios años y una inversión de 608 millones en el edificio, la cadena canadiense Four Seasons debuta en España con alrededor de 50 habitaciones que pronto serán 200, las circunstancias de la pandemia mandan. La más espectacular, la Suite Real (Royal Suite), ubicada en lo que era el despacho del presidente de Banesto, Mario Conde. Su precio: 20.000 euros la noche.
El Hotel Four Seasons se encuentra ubicado en pleno centro histórico de Madrid, en la que fue la manzana 265 de la capital española. Comprende un conjunto de lo que fueron 7 excepcionales edificios, de gran valor histórico y arquitectónico ubicados entre la Carrera de San Jerónimo, la plaza de Canalejas y las calles de Sevilla y Alcalá.
OHL es la propietaria del edificio, junto a los socios Mohari Hospitality, y Four Seasons entra en este conjunto empresarial como gestor del edificio para su uso hotelero. El proyecto de arquitectura ha sido desarrollado por el Estudio Lamela de Madrid, el interiorismo por la firma BAMO de San Francisco, el bar Isa por Avroko y el restaurante DANI por el estudio de Martin Brudnizki de Londres.
Durante el proceso de transformación, que sin duda fue de una gran complejidad, se extrajeron, catalogaron exhaustivamente y restauraron esmeradamente más de 16.000 piezas consideradas de interés para su posterior reutilización y puesta en valor en el complejo.
Un conjunto de gran valor histórico y monumental que acoge, además del Four Seasons, 22 residencias que llevan su nombre pero no están gestionados por la empresa hotelera, un garaje subterráneo y la Galería Canalejas, elegante centro comercial de lujo con un espectacular hall cuya inauguración está prevista para los próximos meses.
Uno de los muchos retos conseguidos de este proyecto urbanístico y artístico ha sido mantener el equilibrio entre tradición y modernidad, conservando espacios tan singulares como el antiguo patio de operaciones del Banco Español de Crédito, que es ahora el lobby del hotel y que durante un tiempo fue la sala de lectura del Casino de Madrid. Como novedad resalta su impresionante escalera oval. En su interior se pueden apreciar los antiguos mostradores originales del banco, hoy recuperados. Así como las columnas, los capiteles y toda la ornamentación original y que ha vuelto a revivir. Es destacable el detalle de la presencia abrumadora de la vidriera principal, situada durante años en la planta seis y que ha sido retornada a su emplazamiento original en la planta cero.
Las reuniones y eventos empresariales también serán otro pilar de la explotación del edificio. En el interior de este deslumbrante y recién nacido hotel se ubica la zona de eventos que se encuentran en lo que eran las oficinas del presidente y directivos del Banco Zaragozano, y mantienen las puertas del sigo XIX. El salón principal tiene una capacidad para 400 personas, incluso en época coronavirus. En él se pueden ver varias lámparas de cristal de Murano, que vinieron desmontadas como si de un gran juguete de Lego se tratase, eso sí, pesando cada una unos 140 kilos.
Dentro de todo el hotel y a lo largo de sus pasillos y bares hay una verdadera colección de arte. Arte privado hecho especialmente para el hotel: fotografías, colages y pinturas. En el mismo bar tienen una colección de réplicas del Thyssen.
La Suite Real
Su salón fue la oficina del presidente del banco a principios de los 1900 y se han restaurado y mantenido todos los detalles de la época, molduras, paneles de maderas nobles, suelos y ventanales. La estancia se asemeja a un apartamento palaciego. El diseño se centra en el contraste entre lo antiguo y lo nuevo, la chimenea original se combina con muebles contemporáneos.
La suite se compone de salón, estudio, aseo de cortesía, gimnasio, cocina y vestidor que conecta la habitación principal con el baño. Cuenta además con un balcón Julieta y una bañera redonda escultural hecha de mármol rosado y ónix Viola.
Una gran habitación de 400 metros cuadrados de un sólo dormitorio, aunque eso sí, es como vivir en un apartamento enorme dentro de un hotel de lujo. Esta suite, sólo al alcance de unos pocos, estará disponible a partir de finales de año con un precio de 20.000 euros por alojamiento, por noche y sin desayuno.
En su salón aún queda constancia de un vestigio de la antigua chimenea del Banco Español de Crédito. Además, las sillas y la mesa que son originales de la época de Mario Conde como director del Banesto en el lugar que ocupó en su día su pequeño despacho.