El dirigente socialista Jordi Sevilla ha acusado a Rodrigo Rato de hacer méritos. Es un modo de interpretar los dos últimos, recientes y estruendosos mandobles que don Rodrigo ha repartido a diestro, el primero, y a siniestro el segundo.
A diestro, arreó un buen mandoble don Rodrigo al reclamar “planteamiento serios” a las empresas que acumulan el treinta por ciento de las acciones de “la nueva Iberia” privatizada. A don Rodrigo le parece impresentable que esos superpoderosos empresarios de BBVA, Caja Madrid, El Corte Inglés, Logista y cinco cajas de ahorros reclamen compensación porque ellos compraron a peor precio que los humildes inversores “de a pie”, que ahora han acudido a los corros de la bolsa.
A siniestro, don Rodrigo, mirando al PSOE de Zapatero le acusa de inspirar al Cándido Méndez que no muestra interés por conseguir una reforma laboral en la mesa de la concertación, que convoca huelga general, y que tampoco se adhiere a la reforma de las pensiones. Visto lo cual, a Jordi Sevilla le parece que Rato pretende hacer méritos. O sea, que se le ve, o se le adivina, de nuevo, al vicepresidente, en la carrera por la sucesión presidencial de Aznar.
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