El sector turístico ha salido especialmente golpeado por la pandemia del covid-19. Si tomamos como referencia las pernoctaciones en establecimientos hoteleros, encontramos que la caída interanual fue del 66,5% en marzo, del 100% en abril, del 99,2% en mayo, del 95,1% en junio, del 73,4% en julio, del 64,3% en agosto, del 78,4% en septiembre y del 83,3% en octubre.
Pese al hundimiento de la actividad turística, el gobierno de España se ha movido con enorme lentitud y no ha sido capaz de desarrollar protocolos efectivos y capaces de recuperar parte de la demanda perdida. Como ha explicado Libre Mercado, otras potencias turísticas del Mediterráneo han capeado mucho mejor la crisis, registrando menores caídas de la actividad y del empleo.
Lejos de acercar posturas con el sector, la relación de la Administración Sánchez con los empresarios del ramo ha sido especialmente tensa. El pasado mes de mayo, la Mesa del Turismo exigió la dimisión del ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien calificó al sector de "precario" y "de bajo valor añadido".
Esta semana, el trato de los empresarios turísticos con el Ejecutivo vuelve a experimentar un episodio de máxima tensión a raíz de unas polémicas declaraciones de la ministra titular del ramo, Reyes Maroto. La polémica gira en torno a las declaraciones que ha hecho la dirigente socialista en una entrevista con el diario ABC.
No bajará el IVA
Preguntada por la posibilidad de bajar los impuestos al sector turístico, tal y como han hecho otros países europeos, Maroto se ha negado en redondo, criticando la propuesta de la Mesa de Turismo rebajar el Impuesto sobre el Valor Añadido aplicado a estas actividades "porque la bajada del IVA no estimula la demanda, sólo mejora la cuenta de resultados de las empresas".
Ni que decir tiene que muchas empresas del ramo, arruinadas por las restricciones que ha adoptado el gobierno, dependen precisamente de una mejora en su cuenta de resultados para sobrevivir. Es por eso que las manifestaciones de Maroto han sentado como otro jarro de agua fría entre el tejido productivo turístico, que estudia cómo responder a este nuevo ataque del Ejecutivo. Para colmo, no hay que olvidar que la ministra socialista, que también ostenta las competencias en materia de Industria y Comercio, sí está contemplando reducir el IVA de los coches eléctricos.
Por otro lado, la evidencia internacional deja mal parada la postura de Maroto. Conocido es el ejemplo del gobierno de Alemania, que ha reducido el IVA aplicado al turismo, llevándolo del 19% al 16%. Reino Unido ha sido aún más agresivo, recortando del 20% al 5% el tipo de referencia de dicho gravamen.
Un sector "opaco" y "con mucha economía sumergida"
Pero la polémica en la que se ve envuelta Maroto no acaba ahí. La ministra también ha generado un enorme malestar al definir al sector turístico español como "un mercado muy opaco" y con "mucha economía sumergida". De hecho, la ministra socialista afirma en su entrevista con ABC que "la pandemia nos va a ayudar a reducir la economía sumergida en el sector turístico".
Maroto también cierra la puerta a flexibilizar los ERTE (aunque esto puede convertir muchos de estos despidos temporales en permanentes), afirma que no es posible desplegar test de antígenos para facilitar la reactivación del turismo (a pesar de que Canarias ya está haciéndolo), reconoce que aún no hay un plan de choque listo ("estamos trabajando en ello", explica tras meses de inacción) y, de paso, entra en el debate sobre la "armonización fiscal" acusando a Madrid de provocar deslocalizaciones empresariales con sus beneficios fiscales (pese a que las competencias del Impuesto de Sociedades pertenecen al gobierno nacional).