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Sánchez regala a Cataluña 10 millones para comprar pisos de la Sareb y discrimina al resto

Cataluña no tendrá que pasar por el proceso de solicitar la cesión, la posterior negociación y esperar la aprobación para poder comprar las viviendas.

Cataluña no tendrá que pasar por el proceso de solicitar la cesión, la posterior negociación y esperar la aprobación para poder comprar las viviendas.
Una calle de Barcelona | Pixabay/CC/user32212

Para sacar adelante las cuentas de 2022, Pedro Sánchez ha tenido que conceder ciertas prebendas a las comunidades gobernadas por sus socios, como es el caso de los independentistas catalanes.

Uno de estos regalos se ha producido en el uso de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) para que la Generalidad de Cataluña amplíe su parque de vivienda social. Más concretamente, el pacto con ERC contiene una transferencia de 10 millones de euros para que la Generalidad compre viviendas de este tipo a la Sareb.

Si bien es cierto que la Sareb cede habitualmente viviendas a los diferentes ayuntamientos y comunidades autónomas para uso social, lo que se pretende después de que finalice la cesión es que los inmuebles sean adquiridos por la administración pertinente. Es decir, la entidad no regala los inmuebles, sino que busca recuperar la inversión debido a que está conformada por capital público y privado.

Tal y como informa ABC, al resto de CCAA se les permite acceder a estos inmuebles mediante la cesión y la posterior compra, además de tener que negociar la adquisición con la entidad y el propio Gobierno. Sin embargo, los independentistas no van a tener que pasar por este proceso, ya que podrán comprar los inmuebles que quieran con esa transferencia de 10 millones de euros incluida en los PGE de 2022.

Así, Cataluña tendrá unos privilegios especiales sobre el resto, ya que no tendrá que pasar por el proceso de solicitar la cesión, la posterior negociación y esperar la aprobación para poder comprar las viviendas.

A día de hoy, el 54,1% del llamado banco malo está en manos de los bancos y el 45,9% en manos del FROB, o lo que es lo mismo, el Estado, que es el accionista mayoritario. Pese a todo, la Sareb nunca se había politizado y siempre había seguido los mismos criterios para tratar de vender estos activos y recuperar, en la medida de lo posible, la inversión inicial.

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