La compañía alemana, llamada Lilium, y especializada en la creación de taxis aéreos ha elegido a la ciudad española de Jaén para realizar sus viajes experimentales. Concretamente, ha elegido al Centro Experimental de Vuelos no Tripulados Atlas, situado en la localidad de Villacarrillo, para realizar las pruebas de sus aeronaves PHX2. Un innovador mini avión eléctrico que realiza aterrizajes verticales. Pero, más allá de eso, lo importante es la consolidación de este Centro jienense como uno de los más innovadores y demandados de Europa.
Y es que, Lilium no es la única empresa que ha posado sus ojos en Atlas, sino que también ha servido como centro de pruebas de la startup Zero 2 Inifinity, que está trabajando para ofrecer vuelos de turismo espacial desde este centro andaluz. Esta iniciativa está llegando a su fase final y podría convertirse en una realidad en el corto plazo. Además, el proyecto europeo Trace, que va destinado al estudio de la precisión de las aeronaves no tripuladas, también eligió este emplazamiento español el pasado mes de diciembre para hacer la demostración final del estudio.
Lilium ha decidido trasladarse de Alemania a España porque nuestro país le ofrece más posibilidades a la hora de realizar pruebas. Concretamente, en el centro jienense se permite a las aeronaves coger velocidades más altas y volar durante distancias más largas. Estos son los principales atractivos para las compañías que necesitan poner a prueba sus proyectos aéreos y probarlos en condiciones más exigentes en cuento a velocidad y kilometraje. De hecho, en un comunicado de prensa, Lilium aseguró que Atlas "proporciona una infraestructura óptima y permite que la aeronave vuele sobre un área grande y despoblada mientras hace una transición completa a un vuelo de alta velocidad".
En cuanto al aerotaxi en sí, permite volar a cinco pasajeros durante una distancia total de 250 kilómetros alcanzado los 280 kilómetros por hora en hasta 3.000 metros de altitud. Una aeronave ideal para realizar vuelos de corta distancia. Aunque por el momento se encuentra en fase de pruebas, el hecho de que sea un vehículo eléctrico con cero emisiones y con un bajo nivel de ruido le convierte, a priori, en una alternativa a la movilidad que sería bien vista a ojos de los reguladores europeos. Sin embargo, hasta que pueda operar vuelos comerciales accesibles a cualquier cliente se necesitarán varios años de pruebas y aprobaciones.