El gasto en pensiones de España supone ya el 12% del PIB, según el Gobierno, y se presenta como una amenaza para la viabilidad de las cuentas públicas de nuestro país, si tomamos en cuenta los últimos datos. Y es que, el efecto del IPC para la revalorización de las pensiones más los derechos acumulados por los trabajadores que se acaban de jubilar hacen que la pensión media de las nuevas jubilaciones sea de 1.628 euros. Un problema grave sobre todo si se tiene en cuenta que es un 23,3% más elevado que el sueldo más habitual de España, que es de 1.320 euros.
Esto supone que los contribuyentes más habituales, que son los que aportan el dinero para abonar las pensiones, tengan sueldos más bajos que los nuevos pensionistas. Una muestra más del desequilibrio del sistema y que se suma al hecho que desde 2009 no se ha solventado la brecha entre dependientes del Estado y trabajadores del sector privado. Desde hace ya 13 años, en España hay más de medio millón de personas que reciben prestaciones del Estado frente a quienes aportan al Estado mediante las cotizaciones.
La situación, por si fuera poco, podría ir agravándose en los próximos años por el aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento poblacional, el desempleo juvenil y, también, por la llegada de los baby boomers a la edad de retiro. Una generación que ha acumulado todavía más derechos para su prestación por jubilación y que podría elevarse mucho más de los 22.806 euros anuales que cobran ahora los nuevos pensionistas, frente a los 18.489 euros del salario más habitual de España. Esto supone que los nuevos pensionistas ingresan 4.319 euros más al año que los asalariados con el sueldo más habitual de nuestro país.
Dos brechas, la de las nuevas jubilaciones frente al salario más habitual y la del número de cotizantes frente a los dependientes, que ponen en riesgo el sistema de pensiones en España. Lo más grave es que la situación no tiene visos de darse la vuelta, sino de irse agudizando a medida que crezca el número de pensionistas.
Actualmente, el gasto mensual en pensiones ya se sitúa entorno a los 10.755 millones de euros. Del total, el 72,3% es para abonar pensiones contributivas, el 5,2% para las pensiones de viudedad, mientras que el resto se reparten entre pensiones de incapacidad, orfandad y prestaciones a favor de los familiares.