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El economista Nicola Rossi advierte del despilfarro de los fondos europeos: "Es desastroso"

Libre Mercado publica una demoledora entrevista con el ex asesor económico del gobierno italiano.

Libre Mercado publica una demoledora entrevista con el ex asesor económico del gobierno italiano.
Entrevista con el economista Nicola Rossi | IBL

Nicola Rossi es un destacado político y economista italiano. Miembro del Instituto Bruno Leoni, que presidió de 2011 a 2013, es también profesor de Economía Política en la Universidad de Roma. Fue asesor económico de diversos gobiernos italianos entre los años 1997 y 2000. Además, formó parte del servicio de estudios del Banco de Italia y del Departamentos de Asuntos Fiscales del Fondo Monetario Internacional. También ha desarrollado una fecunda carrera en el ámbito empresarial, como consejero en diversas entidades financieras.

Libre Mercado se ha entrevistado con Rossi para hablar del desempeño económico de España e Italia, los dos países más golpeados por la pandemia del coronavirus.

P: En España hemos vivido una auténtica explosión de deuda en los últimos años…

R: Hablando con franqueza, no me sorprende. Italia ha venido siguiendo un camino similar en las últimas décadas y los resultados también han sido malos. Estamos, por lo tanto, en el mismo barco.

P: Y el barco hace aguas…

R: La ciudadanía debería advertirlo y tener mucha más atención. Cuanto más déficit y más deuda acumula el gobierno, menos crece la economía y, además, más se pierde la capacidad de operar políticamente con autonomía e independencia.

P: El próximo curso se reactivan las reglas básicas del euro y ni España ni Italia van a presentar un escenario fiscal óptimo.

P: Siendo justos, las reglas fiscales de la UE que imponen cierta austeridad no deben ser vistas como una restricción, sino que deben interpretarse como un escudo para los ciudadanos contra los episodios de irresponsabilidad fiscal cuyos costes tarde o temprano terminan siendo pagados por los propios ciudadanos.

P: ¿Ve posible que España o Italia cambien de rumbo?

P: Visto desde Italia, creo que es complicado pero considero que el sistema político español es algo más maduro y robusto que el nuestro y, como tal, deja abierto el camino hacia un cambio que permita seguir una política económica más saludable. Desde luego que espero que eso es lo que suceda aquí y allí, pero es complejo.

P: El gobierno español está dedicando los fondos europeos a proyectos ideológicos que poco o nada aportan al crecimiento potencial.

R: La experiencia italiana es muy reveladora. En las últimas décadas, hemos aprobado una avalancha de créditos y bonificaciones fiscales, ayudas y subvenciones presupuestarias… Se ha hecho de todo para estimular todo tipo de cosas: a los jóvenes y a los ancianos, al deporte y a las reformas inmobiliarias, a las industrias del automóvil y a las start ups… Poco a poco nos hemos dado cuenta de que los únicos ganadores en este festín son quienes captan esas ayudas, a veces incluso fingiendo que cumplen requisitos que ni siquiera se dan en realidad.

P: Vamos, que el despilfarro es casi imposible de evitar cuando los políticos son los que reparten el pastel según su criterio, en vez de dejar que sean los mercados los que asignen recursos vía oferta y demanda.

R: Sí, cada vez está más claro que estas políticas de las bonificaciones, las ayudas y los programas especiales de gasto solo contribuyen a reforzar el poder de los políticos sobre la economía. El balance coste-beneficio de esta forma de gastar el dinero es desastroso, muy negativo y totalmente desalentador de estas prácticas. Lo vemos de nuevo con los fondos Next Generation EU.

P: ¿Y Mario Draghi, a quien se presuponen posiciones más sensatas en clave económica, no va a hacer nada para frenar esta deriva? Aquí de Sánchez no esperamos gran cosa puesto que, de hecho, es un entusiasta de estos programas de gasto.

R: El gobierno italiano actual está, por fin, tratando de detener esta dinámica tan dañina, pero precisamente porque hay grupos que salen ganando con estas ayudas es difícil retirar esos subsidios, esos tratos preferenciales, esos favores fiscales… Se trata, pues, de resistir esas presiones y de romper con la idea de que estos programas son algo permanente que no se puede tocar. Hay que promover un cambio en la relación ciudadano-Estado, devolviéndole el poder al primero, como verdadero soberano y decisor.

P: ¿Puede Europa hacer algo? Aunque se hable de condicionalidad, de planes que deben ser aprobados… al final vemos que Bruselas termina "tragando" con todo. ¿O acaso soy demasiado pesimista?

R: Esta es una pregunta difícil y requeriría que nos extendamos mucho, porque evidentemente hay muchos aspectos positivos en lo referido a Europa, pero también hay numerosos problemas. Mi impresión es que, si bien la arquitectura de verificación y control de la comisión de la UE es sin duda más eficaz que la existente en nuestros países, y si bien los fondos Next Generation EU se manejan de forma más rigurosa que los fondos de cohesión comunitarios, al final creo que el resultado terminará siendo el mismo. Nos vamos a más despilfarro y, por esa vía, al estancamiento económico y la corrupción.

Sin embargo, mientras que Italia ha optado por canalizar todo el dinero disponible a través del programa Next Generation EU, ya sean subvenciones o créditos blandos, entiendo que no ocurre lo mismo con España. En este sentido, creo que España al menos se ha evitado el que su error sea dos veces mayor, que es lo que va a pasarnos a nosotros. Desde este punto de vista, nuestras perspectivas son definitivamente más sombrías que las españolas, que ya son malas en sí mismas.

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